El Madrid experimenta con el C¨®rdoba
Ancelotti deja a Xabi Alonso en el banquillo y apuesta por James, Kroos y Modric en un partido marcado por las dudas y el gol de Benzema
El Madrid se entreg¨® a la experimentaci¨®n frente al C¨®rdoba, que hac¨ªa 42 a?os que no jugaba en Primera. La modestia del visitante se?alaba el d¨ªa perfecto para la exploraci¨®n. Un d¨ªa de calor en la ciudad que no disuadi¨® a la hinchada. El Bernab¨¦u se llen¨® para inaugurar el campeonato pero la gente no se fue entusiasmada con lo que vio. Desorden, indefinici¨®n y dudas en un equipo que a?o a a?o se reinventa. El ¨²ltimo producto es un enigma. Pero se anuncia que no faltar¨¢n ni los bombazos de Cristiano ni los golpes de genio de Benzema.
Ancelotti sorprendi¨® al p¨²blico con la suplencia de Alonso. Fue el inicio de la gran metamorfosis que han desencadenado los fichajes emprendidos por iniciativa de la directiva. Al entrenador le resta encajar el mecano. No ser¨¢ sencillo. Se le impone prescindir de los dos futbolistas a los que consideraba m¨¢s importantes para el funcionamiento del equipo. Primero, de ?ngel Di Mar¨ªa, traspasado. Luego de Alonso, para quien no encuentra sitio si debe alinear a James y a Kroos.
R. MADRID, 2; C?RDOBA, 0
R. Madrid: Casillas; Arbeloa (Carvajal, m. 73), Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Kroos, James (Isco, m. 73); Bale, Benzema (Khedira, m. 76), Cristiano. No utilizados: Keylor Navas, Varane, Illarramendi y Xabi Alonso.
C¨®rdoba: Juan Carlos; Gunino, I. L¨®pez, Pantic, Crespo; Garai, Rossi; Matos (Fidel, m. 61), Silva, Pinillos (Fede, m. 46), Havenaar (Xisco, m. 66). No utilizados: Abel G¨®mez, Bouz¨®n, Ekeng y Saizar.
Goles: 1-0. M. 30. Benzema. 2-0. M. 90. Cristiano.
?rbitro: Gil Manzano. Amonest¨® a Pinillos, Garai y Benzema.
Unos 70.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
Intocables los atacantes, que funcionan como una unidad, quedan tres huecos en el medio. Uno para James, otro para Kroos, y la vacante para que se la disputen Alonso y Modric. El entrenador eligi¨® quitar al que menos fondo f¨ªsico tiene. Debi¨® producirle v¨¦rtigo imaginar un mediocampo formado por Alonso, Kroos y James. En la mente de Ancelotti, forjada en los rigores defensivos, se compuso un panorama inconcebible de espacios descubiertos. Lo solucion¨® retirando al futbolista que dict¨® los ritmos del juego durante las ¨²ltimas cuatro temporadas. Su mano derecha en el campo. Con la elecci¨®n de Arbeloa como lateral derecho busc¨® un hombre que le proporcionara seguridad en los cierres. Se?al de que preve¨ªa desequilibrios. Fue exactamente lo que sucedi¨®.
El C¨®rdoba gener¨® m¨¢s problemas de los predecibles. Lo hizo sin f¨®rmulas extra?as. Se orden¨® atr¨¢s con diez jugadores cuando perdi¨® la pelota y se despleg¨® con soltura cuando la tuvo. No mostr¨® reparos en sumar al ataque a un lateral como Gunino, ni en adelantar la zaga hasta el c¨ªrculo central. Dos de las maniobras que encienden las luces rojas ante velocistas como Bale y Cristiano Ronaldo. Dio igual. ??igo L¨®pez, Rossi y L¨®pez Silva la sacaron jugada. El primer remate fue del C¨®rdoba. Lo mand¨® fuera Havenaar.
El Madrid se hizo con el control del juego pero no logr¨® descomponer a la defensa rival ni supo aprovechar los espacios que le brindaba. James se obstin¨® en tirar paredes con Cristiano, pero lo que quiere el portugu¨¦s son balones al hueco. Marcelo percuti¨® y centr¨® a la olla. Arbeloa intent¨® el dos para uno con Bale. No hubo manera de conseguir disparos limpios. Las mejores ocasiones del Madrid fueron dos remates de Kroos desde fuera del ¨¢rea. Uno de zurda, el otro de derecha. En eso, el alem¨¢n es m¨¢s prol¨ªfico que Alonso.
James se obstin¨® en tirar paredes con Cristiano, que quiere balones al hueco
La hinchada del C¨®rdoba gritaba: ¡°?S¨ª-se-puede!¡±. La gente de la casa asist¨ªa medio muda. El equipo mandaba, pero sin carburar, cuando apareci¨® el m¨¢s subestimado de los futbolistas del Madrid y le movi¨® el andamio al C¨®rdoba. C¨®mo no, el personaje desequilibrante fue Benzema, que tir¨® una pared con Arbeloa y oblig¨® a Juan Carlos a despejar su tiro a c¨®rner. Lo lanz¨® Kroos y el mismo Benzema lo cabece¨®. Fue un cabezazo magistral. Pegado al palo. Un golazo. Pero de c¨®rner. No encontr¨® otro camino este opulento Madrid.
La segunda parte fue propiedad del C¨®rdoba. La entrada de Xisco y Cartabia le a?adi¨® el cambio de ritmo que le faltaba y el centro del campo del Madrid empez¨® a padecer. James, cuya querencia es irse arriba, empez¨® a retrasarse en los regresos, Modric se hizo el distra¨ªdo, y Kroos empez¨® a asfixiarse. El escenario fue el siguiente: o Ramos cortaba todo, o Casillas se quedaba mano a mano con los delanteros del C¨®rdoba. Fidel tuvo el 1-1 y su tiro lo despej¨® el portero.
El Madrid flotaba en la inanidad y el p¨²blico se inflam¨® a pitar. La paciencia de Ancelotti se colm¨® a falta de quince minutos para el final. Su cambio habl¨® a gritos de sus preocupaciones: quit¨® a James, Arbeloa y Benzema, y puso a Khedira, Carvajal e Isco. Fueron retoques pero el equipo se estabiliz¨® lo suficiente como para dejarse llevar hasta la conclusi¨®n. Entre tanto, y para amenizar la espera, Cristiano meti¨® un bombazo desde 40 metros. Cosa de no perder la costumbre. Alonso lo vio desde el banquillo. Permaneci¨® sentado. Ni calent¨®. Sorpresas y misterios habituales en la estaci¨®n de las reconstrucciones en Chamart¨ªn.
Iker recupera el puesto
¡°Con el uno: Casillas¡±, inform¨® la megafon¨ªa del Bernab¨¦u recitando la alineaci¨®n titular del Madrid. Fue la primera noticia de la tarde. El capit¨¢n recuperaba el puesto en la Liga tras una temporada y media relegado al banquillo, primero por Ad¨¢n y m¨¢s tarde por Diego L¨®pez. Antes del encuentro ante el C¨®rdoba, Iker s¨®lo hab¨ªa sido titular en dos de los ¨²ltimos 56 partidos ligueros del conjunto blanco. Este curso y, a la espera de que Ancelotti defina el reparto de tareas por competiciones, el guardameta de M¨®stoles arranca por delante de Keylor Navas.
En el ¨¢rea contraria, Benzema abri¨® la victoria del Madrid con su 73? gol en la Liga, el primero que lograba de cabeza tras un saque de esquina.
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