Alonso se anticipa a Ra¨²l y Casillas
El f¨²tbol tambi¨¦n echa sus pelillos a la mar. Ah¨ª est¨¢ Cesc, en brazos de Mourinho, del que se llev¨® alg¨²n que otro puntapi¨¦ en la tormenta de cl¨¢sicos. Y Xabi Alonso, demonizado por el barcelonismo tras aquellas grescas y ahora de romance en M¨²nich con Guardiola. Cosas del f¨²tbol, donde se rasgan las camisetas con la misma facilidad que brotan repentinos flechazos. Se?al de que nada debe tomarse muy en serio porque impera lo provisional, y Pep siempre pens¨® que Alonso es un medio centro id¨®neo, a su modo, de los que juegan con panor¨¢mica y sin acompa?ante. Pep ve en Alonso un Guardiola mozo y un Busquets, lo dem¨¢s son zarandajas. Los amores van y vienen, y Alonso, que se conoce como pocos el tinglado, sabe que en el Real Madrid de estos tiempos conviene despedirse uno mismo y antes de tiempo. Y Alonso no habr¨¢ pasado por alto el recuerdo de Del Bosque, Ra¨²l o Hierro, que se tuvieron que ir por la gatera tras tocar el cielo; o el presente del propio Iker Casillas, un s¨ªmbolo puesto en la diana. Xabi es de los que se las huelen todas, m¨¢s en un club donde tanto se pregona el agarro sentimental como se inocula el desgarro. Cumplida la misi¨®n no hay m¨¢s nombre propio que invocar el del Real Madrid por boca del presidente.
Olvidadas las viejas rencillas de los cl¨¢sicos m¨¢s ¨¢cidos que se pueden rebobinar, de alguna manera, indirectamente, la salida de Alonso del Madrid tiene mucho que ver con la marcha de Mourinho un a?o antes. Sin el t¨¦cnico portugu¨¦s, que ten¨ªa todos los poderes imaginables, las altas y bajas ya solo son asunto del presidente, Florentino P¨¦rez, que gobierna la caja por obligaci¨®n y la secretar¨ªa t¨¦cnica por devoci¨®n. Se ve con ojo de m¨¢nager y el entrenador de turno (Mou fue un par¨¦ntesis) se debe tanto al dirigente P¨¦rez como al fichador Florentino. Circunstancia, conviene subrayarlo r¨¢pido, con la que el Real Madrid conquist¨® la Novena y la D¨¦cima, as¨ª que no se puede desde?ar, por il¨®gica que parezca.
A Florentino siempre le gust¨® Khedira, un a?o atr¨¢s apost¨® por Illarramendi en su aperturismo espa?ol y este verano mundialista le sedujo Kroos. Entre medias renov¨® a Xabi Alonso el pasado mes de enero y el club batall¨® y se dej¨® los huesos en los comit¨¦s europeos para que el tolosarra pudiera disputar la final de la Champions y recientemente la Supercopa de Europa. S¨ªntoma de la extraordinaria relevancia de un jugador capital. Indiscutible para Pellegrini, Mou y Ancelotti, se supone que determinante para el presidente que le renov¨® con 32 a?os y no tan palmario para el Florentino que le ha ido fichando relevo tras relevo. No es que el dirigente deseara la salida de Alonso, pero s¨ª que las decisiones del club la han podido precipitar. ?C¨®mo explicar si no que haya influido m¨¢s la motivaci¨®n exterior del Bayern que la interior del propio Madrid? El mando del Madrid da por amortizado al muy visto Alonso y se ahorra unos 20 millones de ficha, una tercera parte de la incre¨ªble diferencia entre James (80) y Kroos (?20!), que son la modernidad. Eso dicen¡ hasta el pr¨®ximo verano.
La l¨®gica de Ancelotti ha vuelto a quedar sometida por el vaiv¨¦n institucional. Nadie como el italiano para valorar a Xabi, en el que se ve reflejado en sus tiempos de futbolista. El t¨¦cnico contaba con ¨¦l como pieza clave en el eje, tanto por su indiscutible calidad como por su renuncia a la selecci¨®n, lo que le permitir¨ªa cuidar mejor su magullada carrocer¨ªa y dar respiro a los que se mantienen como internacionales. De titular frecuente y titular¨ªsimo en las ocasiones de gala, el entrenador ve¨ªa al guipuzcoano al mando, con Kroos y Modric de volantes una vez que dio por perdido a Di Mar¨ªa, la pieza con la que el pasado curso logr¨® el engrase definitivo del medio campo. Al saber que el Fideo se sent¨ªa desairado, el Madrid se deslumbr¨® con la actuaci¨®n de James en Brasil, pero el colombiano nada tiene que ver con el argentino, sus perfiles futbol¨ªsticos son opuestos: Di Mar¨ªa cubre un latifundio, James, que apunta muy alto, frota la l¨¢mpara en distancias cortas. Con Kroos, m¨¢s cuajado, y el colombiano en la obligada titularidad, sumados a CR, Bale y Benzema, a Ancelotti solo le resta lugar para otro centrocampista natural.
Quiz¨¢ ese condicionante t¨¢ctico fuera el motivo principal para la decisi¨®n de Alonso, como ¨¦l sostuvo ayer, pero ha tenido su peso. Para Xabi hubiera sido otro gran reto, algo que jam¨¢s le ha asustado en su fabulosa trayectoria, en una carrera en la que tom¨® el mando de la Real cuando era un juvenil, se atrevi¨® a tirar de galones en el Liverpool cuando en la Premier los extranjeros a¨²n se miraban con desconfianza, no tembl¨® al llegar a todo un Real Madrid y se abri¨® paso con Luis Aragon¨¦s en aquella Espa?a en la que irrumpi¨® como secundario. Alonso explic¨® ayer que tras la D¨¦cima sinti¨® que llegaba un nuevo ciclo, pero no aclar¨® por qu¨¦ no se puso en el mercado hasta recibir una llamada de Guardiola hace solo unos d¨ªas, a punto de cerrarse el bazar. Cabe interpretar que entre el desaf¨ªo de pelear por mantenerse donde ya hizo cumbre en Lisboa y el ¨®rdago personal por encajar en otro gigante como el Bayern le haya hecho decantarse. No ser¨ªa la primera vez que en este Madrid el ¨¦xito pasa factura en los despachos, porque el triunfo se interpreta como un ¨¦xito de la c¨²pula, lo que refuerza la idea de que en el campo nadie es imprescindible.
Lo ha percibido Alonso, un grande al que le van las aventuras may¨²sculas. Cinco a?os se concedi¨® en Anfield y otros cinco en Chamart¨ªn. Le toca el Bayern y la posibilidad de retirarse con una Copa de Europa ganada en tres de los cuatro clubes con m¨¢s t¨ªtulos (el otro es el Milan). En su cruce de caminos le toca medirse con Kroos desde la distancia y atreverse con otro curioso pulso: el medio campo m¨¢s espa?ol del campe¨®n alem¨¢n (Alonso/Thiago) frente al eje m¨¢s germano del Madrid (Kroos/Khedira). Y, por si fuera poco, contrastar la c¨¢tedra de Guardiola con la de Mourinho. Una forma de conjugar el pasado con el futuro inminente. Como bien dijo ayer el propio Alonso: ¡°Cosas del f¨²tbol¡±. Pues eso, pelillos a la mar, porque lo que importa es que Xabi siempre ha sido un grande para los m¨¢s grandes. Lo supieron el Liverpool, el Madrid y Espa?a. Y no por capricho lo intuye el Bayern. Xabi a¨²n es mucho Xabi y quiere estimularse antes de que se lo trague de mala manera la D¨¦cima, como les ocurri¨® a otros con la S¨¦ptima, la Octava y la Novena. Mucha y merecida suerte.
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