D¨ªa 15. Explicaciones y partidazo
Esto est¨¢ llegando a su fin. Estados Unidos jugar¨¢ contra Serbia, que gan¨® a Francia en un gran encuentro. Y en nuestra selecci¨®n Jose Luis Sa¨¦z no echar¨¢ inmediatamente a Orenga.
Esto est¨¢ llegando a su fin. Poco a poco se van cerrando temas hasta que ma?ana por la noche el mundial eche la persiana con la gran final entre unos a los que se les esperaba, Estados Unidos, y otro que no estaba en el gui¨®n pero que se lo ha ido ganando a pulso, sobre todo en la ¨²ltima y definitiva semana. Yendo de menos a m¨¢s, como mandan los c¨¢nones, Serbia ha terminado por meterse en una fiesta a la que no estaba invitada cuando arranc¨® el Mundial hace ya dos semanas. Pero de esta final ya habr¨¢ tiempo de hablar ma?ana. Hoy toca comentar lo de ayer, y el ¨²ltimo viernes nos trajo las explicaciones de Orenga y alg¨²n otro jugador y un partidazo enorme, el mejor sin duda del torneo, entre serbios y franceses. Empecemos por lo nuestro.
De todas las cosas ocurridas desde el viernes, s¨®lo hay un hecho incuestionable. Espa?a perdi¨® y fue eliminado. Durante cuarenta y ocho horas se multiplicaron los an¨¢lisis y las cr¨ªticas m¨¢s o menos ¨¢cidas, que o bien se focalizaban en el papel del entrenador o abarcaban a todo lo que se mueve. Sali¨® Jose Luis S¨¢ez y anunci¨® que el que esperara decisiones inmediatas, tendr¨ªa que esperar un par de meses. Al negar la focalizaci¨®n de las culpas en Orenga, reparti¨® la responsabilidad entre todos y neg¨® la caducidad del modelo. Era lo que tocaba, por ahora. Ayer le lleg¨® el turno al seleccionador. Le escuch¨¦ en la SER, donde neg¨® que la preparaci¨®n fuese deficiente y que no se tomasen medidas durante el partido. Afirm¨® conocer los viajes de Marc y de Pau, aprobados por ¨¦l mismo, y defendi¨® el derecho de los jugadores a hacer lo que crean conveniente en su tiempo libre. Y justific¨® el fracaso por un d¨ªa malo, horrible, donde nadie estuvo a la altura. De paso record¨® que esta generaci¨®n ha tenido siempre un comportamiento impecable y que hab¨ªan jugado espl¨¦ndidamente todo el torneo hasta la noche de la debacle donde nada sali¨® ni medio bien.
Hizo bien Juanan en salir a la palestra y dar su versi¨®n. Estoy seguro que las decisiones que tom¨® (o no decisiones, que en s¨ª son una decisi¨®n) obedecieron a algo y dudo mucho que con tanto analista que hay en cualquier equipo, no se dedicase tiempo a preparar el partido. Otra cosa es que lo que se plane¨® o decidi¨® antes y durante el partido fuese acertado, lo que queda a gusto de cada uno. Eficaz, desde luego, no lo consigui¨® ser. Tambi¨¦n habl¨® Jose Manuel Calder¨®n, que incidi¨® en un mal partido, susceptible siempre de producirse, como causa principal del desaguisado.
Resulta evidente que los componentes del grupo manejan una informaci¨®n a la que los que comentamos la jugada no tenemos acceso. Y tambi¨¦n es cierto que p¨²blicamente y a pocas horas del suceso, no podemos pedir una autocr¨ªtica profunda que es verdad que necesita de tiempo para que sea suficientemente reposada. Desde dentro del grupo no vamos a escuchar voces p¨²blicas que toquen terrenos actitudinales. De producirse, acontecer¨¢ a medio o largo plazo. Porque ante lo incuestionable de los hechos deportivos, cuando nos metemos en terrenos tan et¨¦reos y dif¨ªciles de cuantificar como la concentraci¨®n, el estado de ¨¢nimo, el poder de cada cual, la posible autosuficiencia o exceso de confianza o la mayor o menor responsabilidad de cada uno en lo ocurrido, pisamos terrenos de dif¨ªcil verificaci¨®n. S¨®lo queda que cada uno exprese su opini¨®n, y que lo haga de forma respetuosa.
Siguiendo d¨¢ndole vueltas al asunto, llegaron Serbia y Francia para deparar un partido de baloncesto majestuoso. Tanto que si bien empezamos a?orando la ausencia de Espa?a, terminamos rendidos a un choque que fue de menos a m¨¢s hasta terminar con los diez minutos m¨¢s excitantes de todo el Mundial. En l¨ªneas generales no hemos visto una suficiente dosis de buen baloncesto, pero franceses y serbios nos recordaron lo bonito que puede ser este deporte cuando se junta talento, valent¨ªa, resistencia, igualdad y acierto. Lo del ¨²ltimo cuarto deber¨ªa pasar a la historia, con esos 39 puntos de Francia, que se neg¨® a tirar la cuchara por mucho que en determinados momentos les pasasen por encima. Pero sigui¨® porfiando de la mano de Batum, que se casc¨® un partido estratosf¨¦rico. Uno s¨®lo pod¨ªa pasar, y quiz¨¢s por lo ofrecido durante los cuarenta minutos, que fuese Serbia puede considerarse justo. Pero de igual forma no se puede menos que destacar lo que est¨¢ haciendo Francia en este campeonato con los mimbres que tiene. Me fui a la cama reconfortado por la dosis de gran baloncesto que tuvimos la suerte de vivir.
En un par de horas saltan a la pista Lituania y Francia para ver quien se sube al caj¨®n. Aunque no doy una en mis pron¨®sticos, creo y espero que sea Francia. Hasta ahora se lo ha merecido m¨¢s, al tener que navegar por aguas mucho m¨¢s exigentes que sus rivales. Pero esto no habr¨¢ valido para nada si no lo remata hoy. Una vez finalice el partido, ya solo quedar¨¢n esos cuarenta minutos por los que hemos so?ado durante unos a?os y ante los que no nos ha quedado m¨¢s remedio que tener que renunciar por una mala noche, una deficiente gesti¨®n, una defectuosa preparaci¨®n, un entrenador poco competente o unos jugadores algo despistados. Expresadas las opiniones de protagonistas y observadores, cada cual elegir¨¢ la versi¨®n que m¨¢s le convenza.
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