El choque de los dos mundos

El Mundial de Espa?a, como casi todos y como los Juegos Ol¨ªmpicos, opone dos formas de entender y practicar el juego: la de Estados Unidos o la NBA y la del resto del mundo o el baloncesto FIBA. Son dos polos opuestos los que se citan en la final de hoy en el Palacio de Deportes de Madrid (21.00, Cuatro): los chicos de Krzyzewski con el sello de la NBA y la Serbia con la admirable escuela balc¨¢nica que tutela Sasha Djordjevic. El equipo m¨¢s joven del campeonato (24,4 a?os de media), pero ya estelar y multimillonario de la mejor liga del mundo, ante un rival igualmente joven (26,7 a?os), que regresa a sus or¨ªgenes y obtiene el r¨¦dito de su paciente y sabia labor con una materia prima ¨²nica (es el m¨¢s alto del campeonato con 2,04m de media, tres cent¨ªmetros m¨¢s que el estadounidense) y jugadores de talento y un especial gen competitivo.

En Estados Unidos siempre se ha mirado de reojo el Mundial. Lo ha ganado cuatro veces, nunca dos seguidas, un reto al que aspira en Madrid y solo conseguido por Brasil (1959 y 1963) y la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia (1998 y 2002). El efecto domin¨® de sus bajas depar¨® lo que los medios estadounidenses consideran un equipo C. Pero la competitividad, el talento y la aplicaci¨®n de los jugadores de Coach K les han servido para barrer en los ocho partidos hasta la final, ganados con una diferencia media de 32,5 puntos. Hace cuatro a?os, con Kevin Durant, Westbrook y Kevin Love, ganaron todos los partidos en Turqu¨ªa por 24,5 de media, incluida una victoria por dos puntos ante Brasil. El triunfo m¨¢s ajustado del equipo de ahora fue contra Turqu¨ªa: 21 puntos (98-77).

No se esperaba una versi¨®n tan dominante en esta cambiante selecci¨®n

No se esperaba una versi¨®n tan dominante en esta cambiante selecci¨®n. Con Irving, Curry, Harden, Faried y Anthony Davis como quinteto titular, y la aportaci¨®n de Rose ¡ªcon un minutaje limitado tras dos a?os de inactividad¡ª, DeRozan, Klay Thompson, Gay y Cousins como segunda unidad, la escuadra est¨¢ decidida a poner en aprietos a Coach K cuando tenga que elegir, contando con todos sus tenores, la selecci¨®n para los Juegos de 2016. Y m¨¢s si ganan la final en Madrid y de esa forma obtienen el billete directo.

Estados Unidos esperaba encontrarse en la final a Espa?a, pero su rival ser¨¢ la inesperada pero cada vez m¨¢s consistente Serbia. Ser¨¢ su primer enfrentamiento con esta selecci¨®n si se atiende a la nomenclatura, aunque a nadie escapa que en realidad es un duelo con ecos hist¨®ricos. Yugoslavia como tal gan¨® ocho medallas en el Mundial, y con la denominaci¨®n de Rep¨²blica Federal de Yugoslavia ¡ªfederaci¨®n de Serbia y Montenegro¡ª gan¨® dos oros: en 1998, con Djordjevic como base y l¨ªder, y en 2002, en Indian¨¢polis, con Bodiroga como referente.

Los dos exjugadores de Bar?a y Madrid han reconducido la crisis del baloncesto serbio. Un par de jugadores que ganaron el Mundial j¨²nior de 2007 ganando en la final precisamente a Estados Unidos, como Markovic y Raduljica, sentaron las bases para olvidar el mal sabor de boca del Eurobasket 2005 y el Mundial 2006. Se juntaron con Teodosic y Krstic en 2009 y lograron la plata en el Europeo, y con Bjelica y el famoso triple de Teodosic eliminaron a Espa?a en el Mundial 2010. Esa es, junto a los ¨²ltimos talentos como Bogdanovic, Kalinic o Jovic, la escuadra que Djordjevic ha cocido a fuego lento en este Mundial, apoyada por 7.000 aficionados. Hoy se mide a un conjunto estadounidense que ha ensanchado el trecho que separa los dos mundos, una distancia que Espa?a hab¨ªa reducido hasta casi la nada en las dos ¨²ltimas finales ol¨ªmpicas.