La confusi¨®n estrat¨¦gica del Madrid
El gol de Turan que cerr¨® el derbi (1-2) pone de manifiesto el desequilibrio en la plantilla
Dice Casillas que el p¨²blico es ¡°soberano¡± y el s¨¢bado en el Bernab¨¦u la gente conden¨® al portero por encajar el primer gol del derbi. Pero no fue ese gol el que m¨¢s lament¨® el vestuario, con Carlo Ancelotti a la cabeza. El gol que revel¨® los problemas que afronta el equipo fue el 1-2 que convirti¨® Turan aprovech¨¢ndose de la cadena de errores de todo el centro del campo. El gol que hizo pr¨¢cticamente imposible la remontada y la Liga. Desde 1995, cuando se establecieron los tres puntos por victoria, nadie conquist¨® el campeonato despu¨¦s de perder dos veces en las primeras tres jornadas.
La estrategia de fichajes y traspasos del ¨²ltimo verano inspir¨® un cambio precipitado en los planteamientos del Madrid. En Anoeta, Ancelotti orden¨® al equipo hacer cosas que la temporada pasada eran excepcionales. Mand¨® a presionar arriba, a tener el bal¨®n y a filtrarlo entre l¨ªneas. La t¨¢ctica, que supuso una modificaci¨®n del modelo contragolpeador que defini¨® al equipo ganador de la D¨¦cima, no funcion¨®. Pero Ancelotti insisti¨®. Contra el Atl¨¦tico, el s¨¢bado, pidi¨® a los jugadores que adelantaran las l¨ªneas, que elaboraran m¨¢s y que trataran de defender en campo contrario.
Ancelotti ha explicado en el club que el nuevo perfil de los jugadores obliga a modificar la preparaci¨®n de los partidos. Con un mediocampo formado por James, Modric y Kroos ya no es tan seguro defender atr¨¢s porque ninguno de los tres tiene oficio y aptitudes para proteger a la defensa en campo propio. Sufren esperando al rival atr¨¢s ya que carecen de conocimientos defensivos. Lo mejor, por tanto, es intentar que tengan la pelota lo m¨¢s lejos posible de Casillas.
Ancelotti orden¨® al equipo presionar en campo contrario y alter¨® el signo contragolpeador
El cambio de disposici¨®n busca mejorar el funcionamiento colectivo estimulando a hombres como James, Isco, Modric o Kroos, a defender en un lugar donde se encuentren m¨¢s confortables. Al presidente, Florentino P¨¦rez, primer promotor de la nueva estrategia, la idea le seduce. Pero presenta un problema f¨ªsico. Cuando el equipo aprieta, achica los espacios hacia adelante, comprime al rival, y los velocistas como Cristiano y Bale ya no encuentran lugar para correr. Bale es el que m¨¢s sufre. Como lo suyo son las carreras individuales, la necesidad de asociarse le desconcierta. Su segundo tiempo ante el Atl¨¦tico fue un resumen de la par¨¢lisis. El p¨²blico, que lo advirti¨®, le dedic¨® un par de pitadas.
Hace dos meses, despu¨¦s de ganar la Champions, Ancelotti anunci¨® que aquel era el comienzo de una dinast¨ªa. Ahora estudia soluciones para evitar que el Madrid se resquebraje. Desde hace semanas la sensaci¨®n de naufragio es palpable en los empleados, los futbolistas y los t¨¦cnicos. ¡°Esto se ve¨ªa venir¡±, dec¨ªa un jugador ayer. ¡°No hay m¨¢s que ver los entrenamientos para entender que el nivel de la plantilla ha ca¨ªdo. Y no hay mucho margen de mejora¡±.
Los velocistas como Cristiano y Bale ya no encuentran tantos espacios
Bast¨® con el traspaso de Alonso y Di Mar¨ªa para que arraigara un clima de derrotismo. El vasco y el argentino eran los dos futbolistas m¨¢s importantes para el funcionamiento colectivo del equipo y en esto coinciden todos los veteranos con Ancelotti. Su desaparici¨®n fue observada con suficiencia desde la directiva, pero en el vestuario la gente se llev¨® las manos a la cabeza. Primero, porque los que se fueron eran fundamentales, y luego porque result¨® evidente que James y Kroos no podr¨ªan cubrir el vac¨ªo.
¡°En San Sebasti¨¢n hicimos 30 minutos m¨¢gicos¡±, observ¨® Florentino P¨¦rez tras la derrota (4-2) en la segunda jornada. Fue el tiempo que tardaron los jugadores en fatigarse. M¨¢s o menos lo que aguantaron contra el Atl¨¦tico el s¨¢bado.
Kroos no consigue cubrir el vac¨ªo dejado por el liderazgo de Alonso cuando el equipo pierde el bal¨®n
Cuando la presi¨®n coordinada de todas las l¨ªneas se afloj¨®, la defensa del Madrid se repleg¨®. Atr¨¢s sobrevino el desastre. Los t¨¦cnicos consideran que el gol de Turan resumi¨® el drama. Comenz¨® cuando Kroos abandon¨® su zona para hostigar a Griezmann en un saque de banda. En el banquillo recordaron a Alonso: ¨¦l jam¨¢s habr¨ªa hecho ese desplazamiento, y si lo hac¨ªa era para robar el bal¨®n o cometer falta. Griezmann se march¨® y Kroos se qued¨® contemplando la escena. Desconectado. Por detr¨¢s, Modric, guardando el carril central, hizo lo mismo: mirar. Y m¨¢s all¨¢, James tambi¨¦n mir¨®.
Ancelotti apreciaba a Alonso porque en esas situaciones ordenaba a sus compa?eros a gritos. Cuando el equipo no ten¨ªa el bal¨®n, el mediocentro del Bayern era un coordinador perfecto. Pero claro, Kroos no habla castellano y, aunque hablase, no tiene experiencia como stopper. As¨ª es que Griezmann se fue de la blanda oposici¨®n de Isco, jug¨® para Juanfran, y este centr¨®. Y en el medio, solos, tranquilos, sonrientes, Turan y Ra¨²l Garc¨ªa tuvieron tiempo para coreografiar la felicidad. Dejada, remate y gol.
La Liga estaba perdi¨¦ndose cuando al Madrid lo super¨® el desorden y la incompetencia. En el Bernab¨¦u, la mayor¨ªa pit¨® a Casillas. Unos pocos pidieron la dimisi¨®n de Florentino P¨¦rez.
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