¡°Nosotros no tenemos ning¨²n jugador nba. Es una plata de ley¡±
Djordjevic valora la final como una prueba de aprendizaje y madurez para un equipo joven que aspira a reencontrarse con los estadounidenses en los Juegos de 2016
En la ceremonia final se mezclaron la emoci¨®n del vencedor, el orgullo del derrotado y las tribulaciones del anfitri¨®n. La ovaci¨®n cerrada a Pau Gasol como miembro del quinteto ideal del torneo (junto a Teodosic, Irving, Batum y Faried), los gritos un¨¢nimes y reiterados de ?Orenga dimisi¨®n! y el intenso y concentrado abucheo al presidente de la federaci¨®n espa?ola, Jos¨¦ Luis S¨¢ez, durante la entrega de medallas. No son¨® el tradicional y recurrente We are the Champions de Queen sino el I Gotta Feeling de The Black Eyed Peas recogi¨® la Copa Naismith James Harden de manos del Rey Felipe VI y comenz¨® la fiesta de Estados Unidos. Mientras, en un rinc¨®n de la pista y ajenos al bullicio, Djordjevic y Teodosic abrazaban su emoci¨®n, que era la de toda Serbia.
¡°Estoy orgulloso de la profesionalidad, el esfuerzo, la entrega y el coraz¨®n de mis jugadores. Ha sido un honor entrenarles durante estos dos meses, he aprendido mucho de ellos y he tratado de ayudar con mi experiencia¡±, comenz¨® Djordjevic su emotiva rueda prensa como subcampe¨®n del mundo. ¡°Estamos decepcionados porque no pudimos competir con Estados Unidos, pero tenemos que felicitarles porque han sido el mejor equipo del campeonato, se han merecido el oro y nos han sacado de la pista en la final¡±, reconoci¨®. ¡°Mis jugadores son j¨®venes, no tenemos ning¨²n nba en el equipo, m¨¢s all¨¢ de Raduljica que ha jugado all¨ª y ahora est¨¢ sin equipo, y las diferencias individuales son grandes. Pero aprenderemos mucho de este partido y del torneo en general para el futuro que nos espera. Vamos a intentar ir a los Juegos Ol¨ªmpicos y encontrarnos con Estados Unidos con dos a?os de crecimiento y jugando m¨¢s maduro. Tenemos que ser modestos. Quiz¨¢s nuestras caras no lo reflejen, pero estamos muy felices¡±, explic¨® el seleccionador serbio, que aspiraba a convertirse en el segundo hombre sobre la tierra despu¨¦s de Obradovic en conseguir el Mundial como jugador y como entrenador.
El t¨¦cnico vivi¨® un partido en paralelo al que presenciaba el resto de la humanidad. Su equipo perd¨ªa por 26 puntos y sus jugadores eran una colecci¨®n de almas en pena que asist¨ªan abrumados al espect¨¢culo de los Estados Unidos. Pero a Sasha Djordjevic a¨²n le sobraba nervio y furia como para acudir al centro de la pista a zarandear a base de caranto?as a Nikola Kalinic despu¨¦s de que anotase, sobre la bocina, el triple que daba paso al descanso.
Ya no hab¨ªa partido. El espejismo serbio apenas hab¨ªa durado cinco minutos (7-14). Pero entonces lleg¨® un chaparr¨®n en forma de 15-1 de parcial que dio paso a la tormenta Harden y al hurac¨¢n Curry. Toda Serbia asumi¨® con resignaci¨®n la derrota. S¨®lo Djordjevic se neg¨® a escenificar la rendici¨®n. Cada vez que descubr¨ªa su imagen en los videomarcadores del pabell¨®n en actitud meditabunda se levantaba como un resorte para animar a su tropa a una gesta imposible. Crec¨ªa y crec¨ªa la diferencia, pero no de daba por enterado. Sab¨ªa que el gigante que ten¨ªa enfrente era inabarcable, pero su orgullo le imped¨ªa expresarlo. Perd¨ªa por 24, pero celebr¨® un dos m¨¢s uno de Kalinic con falta de Cousins como si valiera el empate. Perd¨ªa por 26 pero protest¨® una antideportiva a Raduljica como si le fuera la vida en ello. Perd¨ªa por 31 pero agitaba el banquillo como quien busca el abordaje definitivo. Perd¨ªa por 32 y se desga?itaba invadiendo la pista en su intento de ajustar una defensa descosida. Sus jugadores hab¨ªan bajado los brazos hac¨ªa muchos minutos pero ¨¦l no paraba de levantarlos.
A falta de 1m 26s para el final del tercer cuarto, DeMar DeRozan cruz¨® la frontera de los cien puntos (102-65) y s¨®lo ah¨ª torci¨® el gesto Djordjevic. Una leve mueca de impotencia, un breve paso por la silla, un peque?o trago de agua y vuelta a su arenga infinita con eco y sin respuesta. Estados Unidos se convert¨ªa en el primer equipo en la historia del Mundial en llegar a los 100 puntos antes de la conclusi¨®n del tercer cuarto. Los de Krzyzewski lograban la segunda mejor anotaci¨®n al final del tercer periodo en la historia de los Mundiales y Juegos (anotaron 119 contra Nigeria en 2002). Pero Djordjevic segu¨ªa a lo suyo. Segu¨ªa viviendo cada segundo y apretando los pu?os con cada punto. A falta de cinco minutos comenz¨® su particular homenaje a sus guerreros de plata. Uno a uno fue retirando de la pista a los l¨ªderes del equipo. Desfilaron Bjelica, Raduljica, Teodosic, Krstic, Markovic y Bogdanovic bajo el mismo ceremonial: arrumaco y beso del entrenador y achuch¨®n multitudinario de sus compa?eros. El oro fue estadounidense, la orgullosa plata fue serbia. ¡°Es una plata de ley. Hemos superados las expectativas porque hemos competido en el torneo con concentraci¨®n, intensidad y grandeza. Estados Unidos es inalcanzable¡±, expres¨® el vicepresidente de la federaci¨®n serbia, Dejan Bodiroga, en las galer¨ªas del Palacio.
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