El cartero Messi
El pibe ha resucitado, intentan sostener desde el Camp Nou en cuanto Leo casi parece Leo
La jugada se produjo en el minuto 82, tiempo intrascendente para el Bar?a, que ya ganaba 5-0 al Granada. Momento para el sosiego tras una semana con tres partidos de Liga y el exigente Par¨ªs Saint Germain a la vista. Entonces, el genio tir¨® de genio y en un arrebato inesperado acos¨® al colombiano Murillo, que, aterrado ante un Messi con el pico y la pala, se hizo un nudo con la pelota. La Pulga, aquel que no hace tanto corr¨ªa a gatas, con desgana y pies paseantes, enfil¨® la porter¨ªa adversaria y sell¨® su gol 401 como azulgrana y albiceleste. Lo que no era m¨¢s que una bagatela, un gol irrelevante, result¨® de lo m¨¢s significativo. Cuando alguien como el argentino suda como una regadera, nadie se atreve a pararse a su alrededor, quedar¨ªa en evidencia. ?Y cuidado con un vistazo inquietante del ¨ªdolo!
El que ha regresado del limbo de la ¨²ltima temporada y media es otro Messi
Messi ha resucitado, intentan sostener desde el Camp Nou en cuanto Leo casi parece Leo. Pero el que ha regresado del limbo de la ¨²ltima temporada y media es otro Messi. Ha recuperado la sonrisa y ahora juega para el colectivo: del todos para Messi al Messi para todos. Hay algo en este Messi que evoca a Laudrup, con mucho menos gol, pero que primero hizo carrera como regateador y velocista y luego otro carrer¨®n como tira pases de lujo, como delineante exquisito, con el pie en direcci¨®n opuesta a la mirada para citar con el gol a los suyos.
Si antes se enfadaba cuando Tello o cualquier otro no le pasaba el bal¨®n, hoy le mosquea que el compa?ero de turno no cierre con ¨¦xito su asistencia. Porque Leo ha cambiado de oficio: de anotador puro a primer asistente. El pibe se ha vuelto un cartero y se le ve feliz en su nuevo papel. Lleva ocho pases de gol y si antes todos corr¨ªan a abrazarle cuando daba en la diana ahora lo hacen agradecidos por el servicio, con Neymar a la cabeza. A la espera de Luis Su¨¢rez, Messi lo mismo brinda con una estrella como el brasile?o que con novatos como Sandro o Munir, que han aprendido r¨¢pido a interpretarle. Ya no vale como hacerle llegar la pelota en las mejores condiciones posibles; ahora se trata de habilitar el espacio para que ¨¦l ejecute el pase.
Al Messi que no lleg¨® a sincronizar con Ibrahimovic o Villa le ha dado por socializar la gloria, lo que aumenta su celebridad y le hace ser un futbolista a¨²n m¨¢s completo. A los adversarios ya no les basta con detener su carrera, hoy deben cerrarle las l¨ªneas de pase y no descuidar los desmarques de sus compa?eros, demasiadas tareas. Messi ya no solo agobia por lo que puede conseguir por su cuenta, sino por lo que es capaz de hacer para otros. Para ello no les queda m¨¢s remedio que atrincherarse y bloquear el campo a lo ancho, como bien hicieron el Apoel y el M¨¢laga, que solo concedieron aire a los laterales.
Entrega como el mejor mensajero sin olvidarse del gol
Con Messi de base, el Bar?a ha hecho un excelente arranque de Liga, con un 17-0 en seis partidos. El cero es lo m¨¢s significativo y Claudio Bravo est¨¢ a 20 minutos del r¨¦cord de imbatibilidad barcelonista, en posesi¨®n del portero vasco Artola desde 1977. No hay equipo al que rematen menos que al Bar?a (39), ni un portero con menos tajo entre los 20 equipos de la Liga: Bravo solo ha tenido que intervenir ocho veces. Justo cuando se advert¨ªa un boquete tras la marcha de V¨ªctor Vald¨¦s, la jubilaci¨®n de Puyol y la baja forma de Alves y Piqu¨¦, el equipo ha encontrado una cerradura infranqueable. Y ni siquiera lo ha logrado con el portero que en principio iba a ser titular ¡ªel puesto de partida era para Ter Stegen¡ª y con una l¨ªnea defensiva fija. El Bar?a ya ha utilizado cinco laterales (Douglas, Alves, Montoya, Adriano y Jordi Alba) y cuatro centrales (Piqu¨¦, Mascherano, Mathieu y Bartra). Luis Enrique baila en la defensa porque bien sabe que no hay mejor protecci¨®n para su equipo que tertuliar con el bal¨®n y tener apetito para recuperarlo. Messi, este Messi, encarna ambos atributos: birla, como le hizo a Murillo, y entrega como el mejor mensajero sin olvidarse del gol, lo que ya se sab¨ªa que estaba en su naturaleza. De ir al trote a dar dos pasos al frente. Esa es la mejor noticia para el Bar?a, haber recuperado a dos Messis sin perder su esencia.
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