El Athletic pasa por el div¨¢n
El equipo rojiblanco, sin intensidad ni autoestima, afronta ante el Real Madrid una aut¨¦ntica terapia de choque

En apenas cuatro d¨ªas, los que van del mi¨¦rcoles al s¨¢bado, el Athletic ha pasado por el div¨¢n. En ese tiempo, el diccionario de psicolog¨ªa ha desgranado todas las palabras: crisis, depresi¨®n, falta de autoestima, ausencia de intensidad, lucha, desorientaci¨®n, desconcierto, falta de atenci¨®n, p¨¦rdidas de visi¨®n (de la jugada) y una larga retah¨ªla para explicar por qu¨¦ un equipo que divert¨ªa y se divert¨ªa jugando al f¨²tbol hace apenas unos meses ahora es una colecci¨®n de hombres perdidos, que se asocian con dificultad y convierten los 90 minutos de juego en un penoso traj¨ªn sobre el c¨¦sped al que llegan casi siempre tarde y en vez del ¨¦xito parecen buscar el mal menor.
A su entrenador, Ernesto Valverde, no le da miedo hablar de "crisis". El nivel de juego y resultados de su equipo le obligan a llamar a las cosas por su nombre. Su diagn¨®stico y el tratamiento de curaci¨®n son los mismos que los de los aficionados. "Hay que recuperar las virtudes del equipo: intensidad, presi¨®n arriba, ilusi¨®n por ganar y jugar muy r¨¢pido hacia adelante". La realidad desnuda. El partido del martes en la Liga de Campeones frente al humilde BATE Borisov de Bielorrusia (2-1) fue el ¨²ltimo aguij¨®n de una trayectoria oscura. "Ellos nos ganaron en todo: en intensidad, en lucha, en pelea, en todo, y eso lo tenemos que corregir entre todos", resum¨ªa Aduriz, despu¨¦s del partido, en un acto de sinceridad absoluta.
"Hay que recuperar las virtudes del equipo: intensidad, presi¨®n...", dice Valverde
Intensidad es la palabra de moda, el resumen del diagn¨®stico. El Athletic ha perdido ritmo, el rival ya no siente el agobio rojiblanco ni dentro ni fuera de San Mam¨¦s. La pasada temporada era un equipo cansino para el rival, agotador incluso, ahora es un grupo previsible y lento al que le atenaza la desconfianza. Y, claro, "sin intensidad somos un equipo peor", resum¨ªa Mikel Rico.
Valverde, sin embargo, cree que el asunto no tiene nada que ver con un baj¨®n f¨ªsico, algo que ser¨ªa preocupante cuando solo se han disputado 11 partidos oficiales de los aproximadamente 50 que tendr¨¢n que jugar en toda la temporada entre Liga y Champions o lo que se consiga en Europa.
La falta de intensidad, de ritmo, de resultados, ha llevado al equipo a la falta de autoestima y de ah¨ª a la desconfianza solo hay un paso. El Athletic recupera la mitad de balones que la pasada temporada, pierde el doble de los que domina y apenas un par de jugadores (Aduriz y Muniain) se atreven a encarar al contrario para buscar acciones de superioridad. El resto, prefiere pasar... la pelota y quitarse el muerto (o sea el bal¨®n) de encima. Los centros al ¨¢rea, que en la pasada campa?a eran abrumadores, especialmente en San Mam¨¦s, han sufrido un recorte brutal, y los que se efect¨²an se realizan con una manifiesta incapacidad t¨¦cnica. Se dir¨ªa, que en cada centro o jugada a bal¨®n parado, al Athletic le pesa el bal¨®n y le tiembla el pie. O sea, desconfianza.
A Valverde no le da miedo hablar de "crisis". El nivel de juego y resultados de su equipo le obligan a llamar a las cosas por su nombre
Tras levantarse del div¨¢n, al Athletic le espera una terapia de choque. Visitar el Santiago Bernabeu es una prueba para corazones fuertes. El Athletic lo mira de forma diferente con cada ojo. En uno ve el mejor escenario para remontar el vuelo, la mejor pantalla para cambiar el gui¨®n. En el otro divisa todas las adversidades posibles como para resolverlas de un plumazo, algo as¨ª como meter en una manifestaci¨®n multitudinaria a alguien que padece claustrofobia. Si la intensidad es la se?a de identidad del Athletic en cualquier caso, ante los grandes rivales es un acto de supervivencia. Por eso m¨¢s de uno piensa m¨¢s en el par¨®n liguero para curar heridas, restablecer los c¨®digos perdidos y dejar el div¨¢n vac¨ªo. A fin de cuentas, el Athletic ya sabe de qu¨¦ va el asunto. Tras la exitosa primera campa?a de Bielsa, la segunda fue un caso de depresi¨®n, entonces atribuida a la carga psicol¨®gica que el t¨¦cnico rosarino exige a sus equipos. Ahora vuelve a las andadas. Quien no ha cambiado es el p¨²blico. El Athletic sortear¨¢ entre sus socios el lunes las 2.200 entradas que le ha enviado el Oporto para el partido de Champions del 21 de octubre. Ya se han apuntado 10.280 y el plazo se cierra el domingo. La autoestima del equipo est¨¢ en juego; la fe de los aficionados, intacta.
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