Feliciano se queda seco
Simon frena 2-6 y 6-7 en semifinales al espa?ol, con problemas de espalda
"?Pat¨¦tico!" "?No puedo moverme!" "?No puedo jugar!". Las quejas de Feliciano L¨®pez van desgranando las razones por las que el espa?ol se inclina 2-6 y 6-7 ante el franc¨¦s Gilles Simon en las semifinales del Masters 1.000 de Shangh¨¢i. El n¨²mero 21 mundial, dolido en la espalda, juega estirado como un junco, y jam¨¢s se mueve con la soltura que le distingui¨® en sus victorias previas sobre Rafael Nadal y John Isner. As¨ª, el toledano pierde cualquier posibilidad al resto, donde apenas deja pistas, y sufre al servicio, donde tiene que vivir atado al v¨¦rtigo de cargar contra la red, compitiendo a cara o cruz, sin red ni salvavidas. Simon compite mejor y Feliciano se marcha pensando en qu¨¦ hubiera podido pasar de haber tenido piernas para discutir desde la l¨ªnea de fondo.
El franc¨¦s, brillante al contraataque, domin¨® todas las ¨¢reas del juego y respir¨® al ver que su contrincante no llegaba ni al 55% de primeros saques puestos en juego durante la primera manga (63% al final del duelo). Simon compiti¨® con ruedas en lugar de pies, y fue capaz de llegar a una y mil pelotas para dejar pasantes deliciosos. Ahora jugar¨¢ contra Roger Federer, brillante, r¨¢pido de piernas y fresco de cabeza para tumbar por un doble 6-4 a Novak Djokovic en la otra semifinal. Ese ser¨¢ su verdadero examen: sufre m¨¢s frente a un ritmo alto de juego que ante pelotazos rebosantes de potencia, porque usa en su propio beneficio la fuerza del contrario; pena m¨¢s cuando le obligan a un marat¨®n que cuando le plantean un duelo cara a cara de golpes directos. Feliciano no pudo proponerle ninguna de las dos cosas: lleg¨® sin fuerzas a la caza de su primera final de la categor¨ªa. Sus recursos quedaron reducidos al saque-red. No tuvo fuerza en las piernas ni para asaltar la volea con la pelota en juego.
A los 33 a?os, el espa?ol deja Shangh¨¢i tras firmar un torneo brillante y como el n¨²mero 14 mundial. Nunca en su larga carrera ocup¨® una posici¨®n mejor en la clasificaci¨®n. Con un par de torneos por delante para intentar mejorar ese r¨¢nking en 2014, su triunfo es tambi¨¦n el retrato de un circuito en el que los veteranos mandan sobre los j¨®venes valores, y en el que el f¨ªsico, la experiencia y el dominio de las transiciones continentales y cambios de superficie pesan m¨¢s que la frescura del reci¨¦n llegado. A 2014 le queda un Masters 1.000, el de Par¨ªs-Bercy, bajo techo. Es dif¨ªcil que ah¨ª se den tantas sorpresas como en China, donde hubo una aut¨¦ntica escabechina de favoritos, pero una cosa est¨¢ clara: el circuito ya se ha partido entre los tenistas que compiten a tope buscando la Copa de Maestros, que enfrenta en noviembre a los ocho mejores del curso (solo est¨¢n clasificados Djokovic, Nadal, Federer y Cilic), y el resto, que ya piensa en 2015.
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