La ¨¦pica de la Volvo navega de nuevo

Desde 2008, cada tres a?os octubre trae a Alicante una brisa con aroma a ¨¦pica. As¨ª ol¨ªa ayer el muelle de poniente de Alicante mientras los pantalanes sonaban a besos de despedida, v¨ªtores y bocinazos marinos. La Volvo Ocean Race ya navega. La Vuelta al Mundo por etapas dio el pistoletazo de salida ante 22.000 espectadores, y siete barcos, aut¨¦nticos b¨®lidos acu¨¢ticos, pusieron rumbo a Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica) con el levante alicantino.

Comenz¨® la prueba mar¨ªtima m¨¢s salvaje, el Everest del mar: un c¨®ctel de aventura, ciencia y tecnolog¨ªa que durante nueve meses girar¨¢ el mundo. Los siete equipos (entre ellos el espa?ol Mapfre) tienen por delante 10 puertos a los que arribar a lo largo de 40.000 millas mar¨ªtimas (70.000 kil¨®metros) hasta atracar en Gotemburgo (Suecia). Es una regata maratoniana en la que todos quieren ganar y donde cada detalle suma, nunca sobra un c¨¢lculo, tampoco horas de sue?o. La comida se rehidrata con agua desalada, afeitarse es algo heroico y el v¨¢ter no es un trono, m¨¢s bien una monta?a rusa. Pura vida en el extremo.

Doce mujeres y 54 hombres embarcaron sabiendo que pueden v¨¦rselas con olas como edificios de cinco pisos, buscando el placer del sufrimiento

Doce mujeres (todas en el mismo equipo, SCA) y 54 hombres embarcaron sabiendo que pueden v¨¦rselas con olas como edificios de cinco pisos, buscando el placer del sufrimiento. La Volvo es atravesar el Estrecho de Malaca, probar los l¨ªmites de uno mismo, conocer las aguas del Pac¨ªfico que inspiraron los mejores relatos mar¨ªtimos. Y todo puede ser seguido desde el ordenador: cada barco porta un tripulante que solo podr¨¢ grabar im¨¢genes de c¨®mo es un d¨ªa en la oficina. Cada esfuerzo suma, la ¨¦pica reside en el detalle.