Miller vence el primer asalto

Era el primero de los tres asaltos que decidir¨¢n el t¨ªtulo de Moto3 y gan¨® el que dio el gancho en el momento justo. En el cuadril¨¢tero: ?lex M¨¢rquez y Jack Miller, dos contendientes de a¨²pa, atrevidos, corajudos. Lo demostraron con sus ansias de superaci¨®n en Phillip Island, el primero de los escenarios de este duelo particular. Primero Miller, a la postre vencedor, que sal¨ªa desde la octava posici¨®n de la parrilla tras un mal s¨¢bado de clasificaci¨®n. Fue recuperando puestos con la mirada fija en la cabeza de un grupo que lideraba su rival por la corona. Y tras cuatro vueltas pas¨® la meta en segunda posici¨®n, pegado al col¨ªn de la peque?a Honda, a la que ya no voli¨® a perder de vista.

Luego lo demostr¨® M¨¢rquez, el l¨ªder de la categor¨ªa (25 puntos de ventaja antes de que empezara la carrera, 20 ahora, tras un m¨¢s que suficiente segundo), que carg¨® con el peso de la prueba sin reparos y que tuvo que reponerse de un susto a falta de tres giros para el final tras un movimiento apurado para evitar chocar con Kent, uno de los tantos corredores que animaban la fiesta, a la que se autoinvitaron una decena de pilotos. Cay¨® a la novena plaza tras aquel min¨²sculo error. Aunque al giro siguiente pas¨® por meta el tercero. E inmediatamente se puso de nuevo en cabeza. Deb¨ªa defender su terreno.

M¨¢rquez se conform¨® con un segundo puesto magn¨ªfico para sus aspiraciones: el t¨ªtulo mundial

M¨¢rquez, que hab¨ªa pedido una carrera as¨ª, en grupo, para divertirse y divertir, qui¨¦n sabe si tambi¨¦n para poner nervioso a su rival, que corr¨ªa en casa (algo que no consigui¨®), hab¨ªa estado estudiando c¨®mo funcionaban los rebufos en Phillip Island y comprobando si era cierto aquello de que se ganaban hasta siete d¨¦cimas en la recta de meta. Lo era. Por eso se espabil¨®, despu¨¦s de aquel movimiento err¨¢tico, para volverse a colocar primero a falta de dos giros para el final. Sab¨ªa que el rebufo no le alcanzar¨ªa para solucionarlo todo en la ¨²ltima vuelta, con la meta a mitad de recta, as¨ª que mejor darse prisa. Y volvi¨® a ponerse primero. Aunque no por mucho tiempo.

Ocurri¨® que tambi¨¦n lo ten¨ªa todo estudiado Miller, dominador de la categor¨ªa hasta que un encontronazo en la pista con el mismo M¨¢rquez igual¨® la contienda dos carreras atr¨¢s, en Arag¨®n. Tras el pen¨²ltimo paso por meta, el australiano trinc¨® bien los frenos y se aboc¨® al vac¨ªo, en ese final de recta en el que los pilotos tienen al mar en el horizonte, para meterse por el interior de la primera curva antes que nadie. Y lo logr¨®. All¨ª gan¨® la carrera. Y M¨¢rquez, que tiene buenos asesores, que se sabe con ventaja por su posici¨®n en la general, que piensa m¨¢s de lo que parece encima de la moto, se conform¨® con un segundo puesto magn¨ªfico para sus aspiraciones: el t¨ªtulo mundial. En tercera posici¨®n, el tercero en discordia, Alex Rins, esperando el fallo, atento a lo que pueda ocurrir, no sea que el Mundial se decida por rebote y esta vez s¨ª, la suerte le sonr¨ªa.