¡°Soy un pionero del toque en Inglaterra¡±
En su primer entrenamiento como manager del Everton, mientras el equipo hac¨ªa un ejercicio de posesi¨®n, se acerc¨® a un delantero y le interrog¨®: ¡°?Sabes qui¨¦n es Dixie Dean?¡±. Y se llev¨® una encogida de hombros como respuesta. ¡°?Eso no se pod¨ªa permitir!¡±, rebrinca Roberto Mart¨ªnez (Balaguer, Lleida; 41 a?os) desde la silla de su despacho de Finch Farm, la moderna y atildada ciudad deportiva de los Toffees. Sobre todo porque al fichar por el Everton, se empap¨® y fascin¨® de la historia del club ¨C¡°tenemos nueve Ligas y eso no es un agravio como entienden algunos aficionados, sino que es una ventaja porque eso quiere decir que este equipo est¨¢ llamado a ganar t¨ªtulos¡±, subraya- y de an¨¦cdotas como la de Dixie Dean, el primer 9 brit¨¢nico. ¡°Eso es porque en la final de la FA Cup de 1933 se hizo por vez primera el sorteo de dorsales, del 1 al 22. Y los 11 iniciales fueron para el Everton. El nueve, claro, fue Dean, el goleador m¨¢s prol¨ªfico de Inglaterra¡±, relata con pasi¨®n Roberto, o Bob, como le conocen en Inglaterra. En ese momento, ya le ha dado al pause del v¨ªdeo del entrenamiento matutino. Toca entrevista y se entrega a ella como a su trabajo. Un peque?o receso, una concesi¨®n que se regala.
Pregunta. ?C¨®mo le dijo a su padre, su primera referencia en un banquillo, que se pon¨ªa a entrenar?
Respuesta. Le llam¨¦ por tel¨¦fono para decirle que tiraba a la basura nuestra ley, esa de que no deb¨ªa colgar las botas mientras pudiera correr. Pero el Swansea pagaba por mi traspaso y mi padre acab¨® por animarme.
P. ?Por entonces cu¨¢les eran sus referentes?
R. Siempre he admirado a los rebeldes t¨¢cticamente, a los que cambiaron la filosof¨ªa de un club con sus ideas. Como Cruyff en el Bar?a, Toshack en la Real, Maturana en el Valladolid¡
¡°Este trabajo es una obsesi¨®n y si no lo tomas como tal, el f¨²tbol dejar¨¢ de lado¡±
P. Y ahora el admirado es usted.
R. No se debe escuchar lo que se dice por ah¨ª porque pierdes el norte y el f¨²tbol te acaba por poner en tu sitio. A m¨ª lo que me gusta es que afront¨¦ el choque cultural que supuso comprender un f¨²tbol que hac¨ªa lo contrario a lo que me ense?aron.
P. ?Ten¨ªa claro lo que deb¨ªa hacer desde el principio?
R. Muy claro. Mi gran lucha era negar esa frase que se o¨ªa en la Championship y en la League One y Two, esa de que o se juega bien o se gana. Yo era un futbolista de toque y no met¨ªa la pierna en los balones divididos, as¨ª que desarroll¨¦ t¨¢cticamente lo que yo sab¨ªa hacer respetando su cultura. Soy un pionero del toque y de la posesi¨®n en Inglaterra, es mi orgullo. Y ahora son muchos equipos los que quieren jugar con el bal¨®n entre los pies.
P. ?Qu¨¦ papel jug¨® el Bar?a de Guardiola en ese cambio?
R. Ayud¨® a que el p¨²blico se convenciera de que ese juego era el futuro; ayud¨® a educar a un aficionado que pensaba que para llegar a la porter¨ªa rival hab¨ªa que pas¨¢rsela al 9. Y ahora todo es m¨¢s f¨¢cil porque el entrenador joven ingl¨¦s busca la posesi¨®n.
P. Tambi¨¦n se han cambiado las malas costumbres como la bebida, ?no?
R. Bueno¡ hay que remarcarles mucho. La bebida hace 15 a?os era un problema muy gordo y la frase era trabajar a tope para luego disfrutar a tope. Cuando empec¨¦ a entrenar fui muy severo y me di cuenta de que no pod¨ªa seguir as¨ª. No puedes quitarles su cultura. Ahora trato de educarlos y ofrecerles lo que deben hacer. Y si alguno no lo quiere hacer, debe ser consciente de que lo juzgar¨¦ s¨®lo por lo que hace en el campo. Es m¨¢s f¨¢cil con los j¨®venes, no con uno que ya lleva 300 partidos en Primera.
¡°La bebida lleg¨® a ser un problema, pero la Premier ya sabe que los excesos se pagan¡±
P. ?Ha tenido que sacar a alg¨²n jugador de una discoteca?
R. Alguna vez, s¨ª. Pero hace dos a?os que no. La Premier se ha dado cuenta de que los excesos se pagan.
P. Pero ahora es una competici¨®n de excesos¡ al menos en lo econ¨®mico. Ustedes, por ejemplo, est¨¢n haciendo un hotel en la ciudad deportiva para los jugadores y negocian con los pol¨ªticos de Liverpool para un nuevo estadio. ?No hay nada como tener dinero?
R. No es el que m¨¢s tiene, sino el que menos necesita. Y yo aprend¨ª a trabajar con muy poco. Pero la Premier, si trabajas a largo plazo, te permite acumular y ahorrar dinero.
P. Dinero del que dispone el manager porque no hay decisi¨®n que no se le consulte, ?verdad?
R. S¨ª. El manager debe controlar todo: tener en cuenta la filosof¨ªa del juego, lo que quiere el aficionado, proyectos a corto, medio y largo plazo, desarrollo de la academia, c¨®mo se maneja el presupuesto¡ todo. En Espa?a y otros lugares el entrenador s¨®lo es responsable de los resultados y muchas veces ni siquiera de los fichajes. Pero aqu¨ª, al contrario que en otros clubes de propietarios extranjeros y millonarios, el presidente naci¨® y vivi¨® con el Everton, es un fan¨¢tico. Por lo que mis decisiones siempre son respaldadas porque no son financieras, sino por el bien del club.
P. ?No le consume tanto trabajo?
R. No, yo adoro la profesi¨®n. Pero hay que tener suficiente energ¨ªa porque son 24 horas al d¨ªa construyendo. En el fondo, este trabajo debe de ser una obsesi¨®n y si no lo tomas como tal, el f¨²tbol te acabar¨¢ por dejar de lado. Es pasi¨®n, es obsesi¨®n.
P. ?Pero es capaz de disfrutar de las dem¨¢s cosas de la vida?
R. S¨ª, s¨ª, por supuesto¡ pero hay que priorizar y te queda poco tiempo para ello.
P. ?Deja dormir a sus ayudantes?
R. Entiendo que muy poca gente es como yo. Pero es que cuando quieres cambiar de 250 a 600 pases en un equipo hay mucho cambio y mucho trabajo. Aun as¨ª, intento dejarles un poco libres. Y todos siguen conmigo desde que empec¨¦.
¡°En Espa?a no se me conoce. Yo nac¨ª aqu¨ª como entrenador¡±
P. ?Eso es porque tambi¨¦n es un hombre de palabra?
R. S¨ª lo soy.
P. ?Por eso rechaz¨® al Celtic y ser el ayudante de Ferguson, entre otros trabajos?
R. Claro. Me educaron en creer en las relaciones humanas. Los tratos no se rompen. Con el Swansea nunca me pod¨ªa haber ido sin el permiso del presidente. Y lo mismo con el Wigan. Recuerdo que el d¨ªa que me fich¨®, el presi me dijo: ¡®Si bajas de categor¨ªa, seguir¨¢s siendo el t¨¦cnico. Y si vuelves a bajar, tambi¨¦n seguir¨¢s. Ser¨¢s entrenador por cuatro a?os y si fallas el fracaso ser¨¢ m¨ªo¡¯. ?C¨®mo voy a dejar tirado a alguien as¨ª?
P. Ocurre que en Inglaterra, sin embargo, los managers ya no duran tanto. ?Por qu¨¦?
R. Porque se ha perdido lealtad. Est¨¢ la influencia europea; el canal Sky Sports informa 24 horas al d¨ªa y ven lo que pasa en otros sitios. Y tambi¨¦n los due?os del extranjero, que quieren ¨¦xito pronto y no dan tiempo a demostrar una filosof¨ªa.
P. ?Rechazar¨ªa una oferta de un club as¨ª?
R. Cada cosa tiene su momento. Ahora no es lo que me va, pero eso no quiere decir que lo vaya a rechazar en un futuro.
P. ?Y Espa?a?
R. En Espa?a no se me conoce. Yo nac¨ª aqu¨ª como entrenador. He tenido un par de ofertas, pero s¨®lo te ofrecen un a?o o dos. Y a m¨ª me gustan los proyectos. Adem¨¢s, hay que ser muy valiente para ver c¨®mo trabajo y ofrecerme algo. Me gustar¨ªa tener esa experiencia, pero de momento me encanta la Premier.
P. ?Qu¨¦ le falta a la Premier para ser perfecta?
R. Es una competici¨®n honesta, donde se va de frente, los ¨¢rbitros dejan jugar, los jugadores no buscan el enga?o [bueno, como recurso pero no como estrategia], el aficionado respeta al jugador y se echa la culpa si su equipo pierde, hay una enorme variedad de estilos de juego, nunca nadie se da por vencido¡
P. ?Pero qu¨¦ le falta para ser perfecta?
R. Es curioso, pero no lo s¨¦.
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