El ocaso amarillo

Hace dos semanas, el t¨¦cnico Byron Scott decidi¨® dar un golpe de efecto a los entrenamientos de pretemporada de los Lakers llamando a un excompa?ero, el legendario James Worthy, para que impartiera una clase magistral a sus chicos. El gran socio de Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar en el equipo del Showtime, ganador de tres anillos junto a Scott (1985, 87 y 88), siete veces all-star y miembro del Sal¨®n de la Fama, lleg¨® para instruir y, sobre todo, para motivar a un grupo alejado del fulgor de sus mejores d¨ªas, que presenta una trayectoria decadente y acumula motivos para la depresi¨®n. Los problemas no dejan de crecer.

Julius Randle, rookie de los Lakers y principal esperanza de un equipo menguante, se fractur¨® la tibia de la pierna derecha ante los Rockets en su primer encuentro en la NBA. El ala-p¨ªvot, de 19 a?os, elegido por la franquicia angelina en la s¨¦ptima posici¨®n del ¨²ltimo draft, abandon¨® el Staples Center en camilla ante el estupor de una afici¨®n que no gana para disgustos despu¨¦s de que hace unos d¨ªas se conociera tambi¨¦n la baja de Steve Nash para toda la temporada por sus dolencias en la espalda.

La pasada campa?a, los Lakers, el segundo equipo m¨¢s laureado de la NBA con 16 t¨ªtulos y 15 subcampeonatos, concluyeron en el pen¨²ltimo puesto de la Conferencia Oeste con 27 victorias y 55 derrotas, la segunda peor marca de su historia, ligeramente superior a la de la temporada 1957-1958, con la franquicia en Mine¨¢polis, cuando sumaron s¨®lo 19 triunfos y 53 derrotas. Tras la debacle, Byron Scott sustituye en el cargo de Mike D¡¯Antoni, que renunci¨® al puesto el 30 de abril; pero, sin m¨²sculo econ¨®mico en el mercado, el equipo apenas ha tenido margen para reforzarse.

Condicionado por el salario de Kobe Bryant ¡ªque en noviembre de 2013 aun de baja por baja por la rotura del tal¨®n de Aquiles prolong¨® su contrato con la franquicia angelina por dos a?os a raz¨®n de 48,5 millones de d¨®lares (unos 38 millones de euros), como homenaje a sus cinco anillos¡ª, los Lakers que ya fueron incapaces de retener en su d¨ªa a Dwight Howard, tampoco pudieron atraer un a?o despu¨¦s a las grandes piezas del mercado de agentes libres. No lleg¨® el ut¨®pico fichaje de LeBron James ni tampoco el m¨¢s factible de Carmelo Anthony. Se march¨® Pau Gasol y los refuerzos fueron finalmente Jeremy Lin, Carlos Boozer y Ed Davis, adem¨¢s de los rookies Julius Randle, ahora lesionado, y Jordan Clarkson. Una plantilla defensivamente d¨¦bil con roles duplicados y demasiadas inc¨®gnitas. Pocos argumentos a priori para aspirar a grandes cotas y para corregir un desorden estructural que signific¨® la marcha de Phil Jackson en 2011. El mayor punto de inflexi¨®n en la enciclopedia reciente de los amarillos.

Desde que los Lakers se afincaron en Los ?ngeles s¨®lo han faltado en cinco ocasiones a su cita con los playoffs: dos veces en los a?os setenta por el efecto de la retirada de Wilt Chamberlain, otra en los noventa tras el adi¨®s de Magic, una m¨¢s en 2005 despu¨¦s de la salida de Shaquille O¡¯Neal y la del a?o pasado tras una deriva imparable.

En 2011, los angelinos firmaron un hist¨®rico acuerdo televisivo con Time Warner por valor de 5.000 millones de d¨®lares (unos 4.000 millones de euros) y 20 a?os de duraci¨®n. Pero la solvencia econ¨®mica no vino acompa?ada del ¨¦xito deportivo. Mike Brown patin¨® en el banquillo a las primeras de cambio y las lesiones apenas dieron tregua a lo que parec¨ªa un quinteto may¨²sculo: Steve Nash, Kobe Bryany, Metta World Peace, Pau Gasol y Dwight Howard. Despu¨¦s, con Mike D¡¯Antoni se consolid¨® el naufragio.

Comenz¨® entonces a marchitarse el proyecto y adem¨¢s muri¨® su arquitecto. En la primavera de 2013, a los 80 a?os, falleci¨® Jerry Buss, art¨ªfice de 10 de los 16 anillos del equipo amarillo, cuyos derechos adquiri¨® en 1979 por 67,5 millones de d¨®lares. La franquicia qued¨® entonces en manos de dos de sus seis hijos: Jim, que era Jefe de Operaciones, y Jeanie, que gestionaba el ¨¢rea comercial y es novia de Phil Jackson desde 1.999. Ambos fueron perdiendo el rumbo de un equipo extra?o en continente y contenido que no encuentra la salida del laberinto.