Biosca, el basti¨®n del equipo de las Cinco Copas

¡°Roser me voy a dar una vuelta¡±. Y Gustau Biosca, solo, enfilaba las calles que en suave descenso enlazan el barrio de Sarri¨¤ con el de Les Corts, se daba una vuelta por los aleda?os del Camp Nou y derramaba unas lagrimitas. ¡°Eso me hac¨ªa feliz¡±. Recordaba as¨ª sus viejos tiempos, los de aquel equipo que, con la llegada de Kubala, dej¨® peque?o el viejo campo de Les Corts y propici¨® la construcci¨®n del actual estadio del Barcelona. Aquella escuadra entr¨® en el imaginario blaugrana y cre¨® una imagen de marca, la del equipo de las Cinco Copas. A sus 86 a?os, era el ¨²nico superviviente de un once en el que se alineaba como defensa central junto a Ramallets, Mart¨ªn, Seguer, Gonzalvo III, Bosch, Basora, C¨¦sar, Kubala, Vila y Manch¨®n.

Naci¨® en L'Hospitalet de Llobregat, un 29 de febrero de 1928. A los nueve a?os se march¨® a Sevilla, ciudad a la que fue destinado su padre, que trabajaba en Campsa. All¨ª estuvieron tres a?os y se aficion¨® al flamenco. La familia regres¨® a Barcelona, empez¨® a despuntar en las categor¨ªas inferiores del club y en 1947 debut¨® con el primer equipo. Su calidad no pas¨® desapercibida para el Real Madrid. ¡°Me hicieron una oferta. Me daban seis o siete veces m¨¢s de lo que ganaba. Una noche, al regresar a casa, se lo expliqu¨¦ a mi padre mientras cenaba. En mi casa casi siempre se cenaba sopa. Me mir¨® con una mirada que no olvidar¨¦ nunca. Y me dijo: ¡°Si haces eso, no comer¨¢s nunca m¨¢s en esta mesa¡±. Me di cuenta de cu¨¢nta raz¨®n llevaba. Me hizo entender lo que representaba el Barcelona¡±, explic¨® hace unos a?os en una entrevista a Justo Molinero, en la que tambi¨¦n confes¨® que, cuando era adolescente, hab¨ªa simpatizado con el Espanyol, probablemente debido a que viv¨ªa muy cerca del antiguo campo de Sarri¨¤.

Jug¨® toda su carrera en el Barcelona, hasta que en 1958, con solo 30 a?os, tuvo que retirarse prematuramente a causa de la lesi¨®n que sufri¨® en 1957, en Atocha, y de la que trat¨® de recuperarse en el Condal, el filial del Barcelona. Disput¨® 187 partidos con la camiseta azulgrana, con la que gan¨® dos Ligas, cuatro Copas de Espa?a, una Copa Eva Duarte, una Copa Latina y una Copa de Ferias. Fue tambi¨¦n 11 veces internacional con la selecci¨®n espa?ola. En el vestuario azulgrana se form¨® un tr¨ªo muy especial: el Cabez¨®n (Kubala), el Pelucas (C¨¦sar) y el Gitano (Biosca). ¡°La amistad es lo m¨¢s sagrado y trabajar juntos, defender los mismos colores jug¨¢ndote la pierna, que vinieran a ayudarte cuando lo necesitabas o te dijeran las frases adecuadas, eso, nos un¨ªa much¨ªsimo¡±, relataba el central, famoso por su contundencia y fuerza f¨ªsica, pero al mismo tiempo poseedor de una t¨¦cnica exquisita, algo raro en aquellos tiempos. Extravertido y bromista, le obligaba al masajista, ?ngel Mur padre, a que le pusiera un esparadrapo en la ceja para que todo el mundo viera que se hab¨ªa lesionado.

Expeditivo y t¨¦cnico, estuvo ocho a?os en el club y disput¨® 187 encuentros de azulgrana

Su idilio con Lola Flores le convirti¨® en uno de los primeros futbolistas medi¨¢ticos cuando todav¨ªa no se hab¨ªa acu?ado la expresi¨®n. ¡°El flamenco se me meti¨® en la sangre. Do?a Lola Flores ¡ªdec¨ªa con ¨¦nfasis¡ª era una gran se?ora del cante y de la vida. Y, cosas de la vida, me llevaron a conocer a Manolo Caracol ¡ªque tambi¨¦n fue compa?ero sentimental de Lola¡ª. Me gusta el cante jondo y escuch¨¢ndole en petit comit¨¦ se me hab¨ªan llegado a saltar las l¨¢grimas¡±, contaba. Hasta que un d¨ªa cort¨® por lo sano. Se cas¨® con Roser y tuvieron cuatro hijos. ¡°Fue el mejor gol de mi vida. Roser es una mujer muy bondadosa, con mucho coraz¨®n. Si no hubiera sido por ella, mi matrimonio se hubiera roto¡±, confesaba.

Tras concluir su etapa como jugador, dirigi¨® a varios equipos ¡ªPontevedra, Atl¨¦tico Espa?ol de M¨¦xico, Sant Andreu, Valladolid, Sabadell, Racing de Ferrol y Terrassa¡ª, fue ayudante de Kubala en la selecci¨®n espa?ola y responsable t¨¦cnico de la sub-21. Entre 1993 y 2000 fue directivo del Barcelona y encargado de las relaciones con los jugadores. En abril de 1993, con motivo del homenaje que se tribut¨® a Kubala en el estadio ol¨ªmpico de Montju?c, el delantero h¨²ngaro acab¨® sollozando de emoci¨®n en el hombro de su compa?ero de toda la vida. ¡°Llevo 12 d¨ªas en que s¨®lo me falta acostarme con ¨¦l. A veces, los hermanos te los dan; a ¨¦ste lo he escogido yo¡±, brome¨® el Gitano.