Dos versiones de un gran Madrid
La pegada de Bale con el 4-3-3 y el control de Isco con el 4-4-2 a?aden valor al l¨ªder
Los problemas f¨ªsicos que apartaron a Bale de la competici¨®n en el ¨²ltimo mes han permitido descubrir a los aficionados un grado de sofisticaci¨®n inesperado en el Real Madrid. Ahora el equipo es capaz de hacer algo infrecuente en el f¨²tbol. Interpretar dos versiones como quien se desdobla en dos personalidades. Una, con cuatro centrocampistas, en un esquema de 4-4-2. Otra, con tres, en un esquema de 4-3-3. Dos estilos. Dos soluciones que los futbolistas aplican con solvencia. Dos opciones que animan el debate, pues para jugar con dos delanteros hace falta sacrificar a una de las tres figuras estrat¨¦gicas: Cristiano, Benzema o Bale.
El debate, de origen t¨¢ctico, ha derivado en un fervor comparativo: el Madrid con o sin Gareth Bale. El asunto cobra una dimensi¨®n especial pues el gal¨¦s, uno de los mejores goleadores de la d¨¦cada, supuso el pago del traspaso m¨¢s elevado de la historia (100 millones de euros de club a club) y todos los empleados en Chamart¨ªn saben que goza del respaldo f¨¦rreo del presidente Florentino P¨¦rez.
El equipo encaja un gol por partido de media con el gal¨¦s en el campo y 0,4 sin ¨¦l
Las estad¨ªsticas desde la temporada pasada en todas las competiciones ofrecen indicios interesantes. La primera es probablemente una coincidencia aleatoria: que el Madrid ha perdido ocho partidos desde el verano de 2013 y en todos estaba Bale. La segunda es que el equipo es un bombardero, sea cual sea la alineaci¨®n. La tercera, que el Madrid remata m¨¢s con Bale: 14 veces por partido contra 11 en el curso pasado, y 20 contra 18 en el presente. El frenes¨ª de tiros que inspira el gal¨¦s se tradujo en m¨¢s goles por partido en la temporada anterior (2,8 frente a 2,3), pero este a?o la tendencia se invierte. Este Madrid ha marcado m¨¢s cuando no est¨¢ Bale (3 frente a 4 goles por partido). La cuarta conclusi¨®n es que el Madrid es m¨¢s vulnerable con Bale. El Madrid duplica los goles encajados cuando el gal¨¦s est¨¢ en el campo: 0,6 a 0,9 en la temporada anterior, y 0,4 a 1 en la temporada presente. Puesto que normalmente juega como tercer delantero en un esquema de 4-3-3, cabe pensar que este desfase no debe atribuirse al futbolista sino al sistema t¨¢ctico que es preciso establecer para darle cabida en la alineaci¨®n junto a Cristiano y Benzema.
La discusi¨®n se extiende entre el p¨²blico, donde Isco Alarc¨®n ¡ªel hombre sacrificado para que Bale sea titular¡ª goza de la condici¨®n de ¨ªdolo espont¨¢neo. El debate externo es nuevo. Dentro del club, en cambio, la pol¨¦mica y la b¨²squeda de opciones se alienta desde hace un a?o. La insistencia de los t¨¦cnicos en transformar los h¨¢bitos de Isco ha dado frutos. Isco hace cosas de centrocampista, como robar un promedio de un bal¨®n cada 14 minutos. Esto no ha sucedido con Bale, que sigue ejerciendo de delantero puro, a tenor de la estad¨ªstica: roba un bal¨®n cada 62 minutos.
Bale se dedica a meter goles y lo hace de maravilla. Lo demostr¨® el s¨¢bado abriendo el marcador ante el Rayo (minuto ocho) y justificando una vez m¨¢s su obstinaci¨®n en permanecer concentrado en el ataque. Es su naturaleza. Nadie paga 100 millones de euros para que roben balones.
El entrenador, Carlo Ancelotti, siempre pens¨® que el modelo m¨¢s competitivo no puede incluir a tres puntas. El t¨¦cnico, sin embargo, parece resignado a asumir riesgos y compensar los goles en contra con potencia ofensiva. Son los futbolistas con m¨¢s experiencia del vestuario quienes se han mostrado m¨¢s conservadores. Xabi Alonso fue el primero en manifestarle a Ancelotti su inquietud, el a?o pasado. Le han seguido Cristiano y Sergio Ramos en la b¨²squeda de f¨®rmulas para equilibrar defensivamente al equipo con el 4-3-3.
¡°Con el 4-4-2 estamos m¨¢s arropados y se defiende un poco mejor¡±, dice Ramos
¡°Con el 4-3-3 no hay una descompensaci¨®n muy grande¡±, dijo Ramos el s¨¢bado, tras el 5-1 al Rayo. ¡°Pero s¨ª que es cierto que con el 4-4-2 estamos m¨¢s arropados y se defiende un poco mejor. Luego hay veces que tienes que dar m¨¢s importancia al tema ofensivo e intentar defender de la mejor manera posible con la ayuda de Kroos y de Modric¡±.
Ramos admiti¨® que el equipo se blinda m¨¢s con el 4-4-2 y se declar¨® favorable a tener m¨¢s control del bal¨®n, lo que equivale a quitar un delantero. Le falt¨® poco para confesarse isquista. ¡°?Bale o Isco? El debate siempre estar¨¢ ah¨ª¡±, apunt¨®. ¡°Lo bueno es tener esa variedad que hemos visto en el ¨²ltimo mes. Hemos demostrado que tambi¨¦n sabemos jugar muy bien al f¨²tbol. A m¨ª siempre me ha gustado tener el dominio y el control del bal¨®n, y en ese aspecto tenemos jugadores que lo aportan y otros que quiz¨¢s podemos vincularlos m¨¢s al contragolpe, como es el caso de Bale, de Cristiano por la banda, o de Di Mar¨ªa la temporada pasada. Pero lo positivo es tener variedad¡±.
Alonso fue el primero en advertir a Ancelotti del peligro de un 4-3-3 con Bale
Paco J¨¦mez, el entrenador del Rayo, se admir¨® ante su polifac¨¦tico rival. ¡°El Madrid ha encontrado lo que le faltaba, la versi¨®n de posesi¨®n¡±, dijo. ¡°Aparece con jugadores como Isco, Kroos, Modric o James. Poder utilizar una u otra cosa dependiendo de lo que necesite har¨¢ grande al Madrid¡±.
Accidentalmente, Gareth Bale ha expuesto una deslumbrante dualidad estil¨ªstica.
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