El enigma Luis Enrique

Aunque no camina como Gary Cooper, Luis Enrique parece estar a gusto con el papel de Solo ante el peligro que ha decidido representar en el Bar?a. ¡°Yo soy el l¨ªder¡±, proclam¨® nada m¨¢s llegar al Camp Nou, y desde entonces nadie le ha llevado la contraria, ni siquiera Cruyff, como si el barcelonismo temiera la c¨®lera del asturiano, expectantes algunos, preocupados muchos, ocupados la mayor¨ªa, sobre todo desde la derrota del Bernab¨¦u. El cl¨¢sico rompi¨® el encanto azulgrana con Luis Enrique. La evoluci¨®n futbol¨ªstica del equipo, elogiada pr¨¢cticamente de forma un¨¢nime, pas¨® a ser considerada una regresi¨®n, e incluso una involuci¨®n, expresada en un carrusel de rotaciones que acabaron con la fallida alineaci¨®n del s¨¢bado en el Estadio de Los Juegos Mediterr¨¢neos.

Hasta la derrota en Madrid, mientras el Bar?a fue l¨ªder, hab¨ªa bula con Luis Enrique, incluso despu¨¦s de perder en Par¨ªs. Le vitoreaba la afici¨®n y la directiva hab¨ªa invertido casi 160 millones de euros en fichajes, se desestim¨® la incorporaci¨®n de Kroos, se asumi¨® la contrataci¨®n del lesionado Vermaelen y del desconocido Douglas y hasta se consinti¨® la cesi¨®n del repescado Deulofeu. No hab¨ªa mejor s¨ªmbolo para representar el cambio que Rakitic. El croata, sin embargo, fue relegado a la suplencia en Chamart¨ªn, despu¨¦s de la irrupci¨®n de Xavi, y reaparecieron las dudas en el Camp Nou. Xavi, el jugador que marc¨® el estilo del equipo en su ¨¦poca gloriosa, no s¨®lo hab¨ªa descartado el traspaso a Qatar sino que estaba dispuesto a competir por ser titular en el Barcelona.

Las sombras sobre la gesti¨®n del plantel se agrandaron cuando Mathieu se mostr¨® sorprendido en unas declaraciones a RTL por actuar de lateral zurdo y no de central en el choque de Madrid, confesi¨®n que llev¨® a decir al entrenador: ¡°Apaga y v¨¢monos¡±. El cruce de declaraciones invit¨® a preguntar por el trabajo de campo que se hac¨ªa en los entrenamientos de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. No qued¨® muy claro entonces, y todav¨ªa permanece la inc¨®gnita, si Luis Enrique est¨¢ m¨¢s empe?ado en sorprender al rival con la alineaci¨®n que en perfeccionar el plan de juego de su propio equipo, incluso ante rivales como el Madrid.

¡°Va a triunfar, pero para todo en la vida hace falta tiempo¡±, asegura el exazulgrana Pep Guardiola

Tampoco se sabe muy bien si la suplencia de Piqu¨¦ obedece a motivos t¨¢cticos, t¨¦cnicos, de baja forma o de indisciplina, o un poco de todo, tal que hubiera sido elegido como el ejemplo a evitar por sus compa?eros si quieren tener oportunidades en el Bar?a. El vestuario contin¨²a vertebrado alrededor de la vieja guardia, depositaria de las esencias futbol¨ªsticas, porque a¨²n no se sabe muy bien cu¨¢les son los representantes del f¨²tbol que quiere implantar Luis Enrique. Los cambios continuos en el once no solo impiden interpretar al t¨¦cnico sino que confunden al futbolista, generan desconfianza, impiden la regularidad, abonan el desconcierto. No saben los jugadores por qu¨¦ entran y salen del equipo, falto de trazo, homogeneidad y consistencia, de estabilidad y seguridad, a expensas de los ataques de entrenador.

Hay preocupaci¨®n en el plantel porque el t¨¦cnico no se explica de forma razonable, ni siquiera cuando se le ha requerido, y algunos directivos est¨¢n desconcertados porque ¡°llevamos cuatro partidos sin tocarla [la pelota]¡±. No se sabe muy bien qu¨¦ pretende Luis Enrique, ¡°salvo que aspire a que el Bar?a sean once Luis Enriques, como comentan los impacientes, ansiosos de desvelar la personalidad del nuevo Bar?a. Quiz¨¢ porque es consciente de su situaci¨®n, Guardiola ha acudido en defensa de Luis Enrique: ¡°Va a triunfar, pero para todo en la vida hace falta tiempo. El f¨²tbol es un proceso; no todo consiste en llegar y ser campe¨®n en noviembre. Lleva su tiempo, cuesta, a veces un poquito m¨¢s. Las cosas no siempre van rodadas. Espero no encontr¨¢rmelo en Europa¡±. No es un apoyo interesado, pues ya se sabe del distanciamiento de Guardiola con el actual Bar?a, as¨ª que las palabras del hoy responsable del Bayern M¨²nich pueden ser el mejor est¨ªmulo para Luis Enrique en su caminar solo por el Camp Nou, dispuesto al ¨¦xito o al fracaso, nunca a quedarse a mitad de camino, justo donde se encuentra su Bar?a. Nadie descifr¨® a¨²n el enigma Luis Enrique.