Novak Djokovic, el fiero
El serbio se cita con Federer por el t¨ªtulo tras enfrentarse al p¨²blico londinense
![J. J. MATEO](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1228d29c-d423-4ecf-9105-891d7df471c3.jpg?auth=14375061413b532409017eb7f95b809eefda00aea8a00c97eb448c5d0cf243ab&width=100&height=100&smart=true)
![Djokovic, en su partido con Nishikori.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2SLG2DPAENYZSUHF2FKQFP5CDA.jpg?auth=18bb926d9deb58f01763ffcc1cea9ea376a19b629b03f689df4899c686dc179d&width=414)
Esta es la historia de Novak Djokovic el fiero, que jugar¨¢ hoy (19.00, Tdp y C+ HD) la final de la Copa de Maestros contra el suizo Roger Federer, que neutraliz¨® cuatro puntos de partido en contra para ganar 4-6, 7-5 y 7-6 a su compatriota Stan Wawrinka, achicado en los momentos decisivos hasta el punto de competir tres de esos peloteos con extra?os saques-volea. Entre las tinieblas de la pista del 02 Arena de Londres, el serbio se est¨¢ zampando a Kei Nishikori (6-1, break y saque) hasta que el p¨²blico empieza a volcarse con el japon¨¦s porque ha pagado una entrada car¨ªsima y no quiere un partido de una sola direcci¨®n. Y Nole que entrega su ventaja con una doble falta. Y el n¨²mero uno que empieza a dirigirle aspavientos al p¨²blico, que ha gritado entre los dos saques. Y el campe¨®n de siete grandes que acaba ganando 6-1, 3-6 y 6-0 pese a que su contrario tiene las dos primeras bolas de breaken el parcial decisivo... y que luego se despide con otro gesto de enfado. En lugar de firmar como siempre en la c¨¢mara, el ritual del ganador, deja un grueso punto amarillo, la marca de su mosqueo.
Hubo gente que se pas¨® de la raya. No suelo reaccionar a eso, pero en este caso lo hice Novak Djokovic
?¡°Hubo gente entre el p¨²blico que se pas¨® de la raya, que me provoc¨®. Normalmente no reacciono a eso, pero en este caso lo hice. No puedo culparles, porque el p¨²blico tiene derecho a hacer lo que quiera¡±, explica luego el campe¨®n defensor, que busca su cuarta corona de maestro y que intenta convertirse en el primer tenista desde 1987 (Ivan Lendl) que es capaz de ganar la Copa de Maestros tres a?os seguidos. ¡°Perd¨ª la concentraci¨®n y perd¨ª el break por eso. Deber¨ªa hacer las cosas mejor: por eso me puse en la situaci¨®n de perder el set y casi de perder el partido¡±, fotograf¨ªa sobre sus dificultades para sellar la victoria, que vinieron acompa?adas por los venablos de costumbre en serbio. ¡°La verdad es que simplemente estoy exhausto¡±, a?ade. ¡°Despu¨¦s de tres partidos muy emotivos, especialmente el que me llev¨® a confirmar que mantendr¨ªa el n¨²mero uno mundial al final de temporada, me sent¨ªa un poco vac¨ªo¡±, cierra el n¨²mero uno.
Djokovic, de 27 a?os, llega al partido decisivo acunado por sus 31 victorias seguidas bajo techo, un registro impresionante. Con viento a favor, su tenis fluye con una precisi¨®n quir¨²rgica y desarmante, porque a¨²n sin la est¨¦tica de Federer es capaz de producir pelotas devastadoras con poqu¨ªsimo esfuerzo. Nishikori, sin embargo, descubri¨® a un Nole muy distinto del que gan¨® en el Masters 1.000 de Par¨ªs-Bercy, y del que ha gobernado con autoridad a su paso por Londres, el torneo de los campeones. Un Djokovic en el que siguen habitando los demonios de siempre, listos para desencadenarse y convertir la precisi¨®n en imprecisi¨®n, el pulso firme en tembloroso y la calma inalterable en nervios desatados. Ocurri¨® en el segundo y el tercer set, y seguramente supuso un alivio para el resto del circuito. Este Djokovic cibern¨¦tico, que hasta semifinales no cedi¨® m¨¢s de nueve juegos en tres partidos, sigue siendo humano... si le aprietan los rivales.
A Nishikori, seg¨²n las estad¨ªsticas el mejor tenista del curso en los finales apretados, la faena acab¨® vini¨¦ndole grande. ¡°Pens¨¦ que lo ten¨ªa¡±, dijo sobre su remontada del segundo set y sus dos bolas de break en el arranque del tercero; ¡°pero empec¨¦ a pensar demasiado que estaba jugando contra el n¨²mero uno del mundo... y cuando juega bien, nadie le puede parar¡±.
Un aviso para Federer, que sufri¨® de lo lindo ante Wawrinka y a los 33 a?os tendr¨¢ menos horas de recuperaci¨®n. El suizo domina 19-17 el cara a cara y busca un triunfo bals¨¢mico: justificaci¨®n suficiente de un 2014 sin t¨ªtulos grandes, lanzadera inmejorable para afrontar el reto de ganar la Copa Davis ante Francia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![J. J. MATEO](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1228d29c-d423-4ecf-9105-891d7df471c3.jpg?auth=14375061413b532409017eb7f95b809eefda00aea8a00c97eb448c5d0cf243ab&width=100&height=100&smart=true)