Busquets lidera la transici¨®n
Con molestias en el soleo, marca su segundo gol en 73 partidos
La vida te cambia en un segundo y el bal¨®n, en los pies de Busquets, no dura mucho m¨¢s y crece y cobra sentido en un giro de cintura cada vez que se ofrece al compa?ero, y deja pasar el cuero. En ese tiempo se orienta el juego de La Roja, la toca el mediocentro de Badia y juega Espa?a. O al menos as¨ª suele ser, as¨ª ocurri¨® ayer en el Colombino. Tan f¨¢cil o tan complicado, seg¨²n se mire. En la cuna del f¨²tbol, el 5 de Espa?a jug¨® tanto que hasta marc¨® un gol, su segundo gol con Espa?a, el segundo del partido, el que lo mat¨® todo, el que sentenci¨® a la Bielorrusia de Zygmantovich, ese que siendo jugador, disfrut¨® la noche que el Racing le meti¨® cinco al Barcelona de Cruyff en El Sardinero. De portero, en el Bar?a, jug¨® aquel d¨ªa Carlos Busquets, el padre de Sergio. Ayer, el tipo llamado a ser uno de los l¨ªderes de la otra transici¨®n espa?ola no dio opci¨®n a los bielorrusos.
En esta concentraci¨®n, ausente Iniesta, Busquets ha empezado a ejercer de tercer capit¨¢n del equipo de Del Bosque en los actos oficiales: 73 encuentros internacionales ¡ªdebut¨® el 1 de abril de 2009 en Turqu¨ªa¡ª y una personalidad poderosa de puertas adentro dan para eso y para m¨¢s. Adem¨¢s, por su puesto en el campo, ordena y manda, as¨ª que de su jerarqu¨ªa nadie duda, muy al contrario, se agradece en el grupo, que le respeta dentro y fuera del terreno de juego. No hay nada impostado, nada es forzado, as¨ª que se siente c¨®modo en el papel, especialmente al pedir el bal¨®n.
En 45 minutos ejemplares logr¨® que lo complicado volviera a parecer f¨¢cil
Ayer las toc¨® todas. Y en un equipo tan ordenado como lo fue Espa?a en el Colombino, resulta dif¨ªcil que Busquets juegue mal. Cuando recibe ya ha visto el pase y si la gente est¨¢ en su sitio es dif¨ªcil que el bal¨®n tarde m¨¢s de un toque en salir de su pie. El segundo suficiente para descolocar a una muralla como la bielorrusa. A Busquets le buscaron todos sus compa?eros y todos le encontraron, porque nunca perdi¨® el sitio. Y cuando eso ocurre, la pelota circula. Vive Busi del equipo en la misma medida que el equipo se alimenta de ¨¦l y as¨ª ocurri¨® ayer, de nuevo, un pase tras otro pase, un golpe de cintura tras otro. En 45 minutos ejemplares, Busquets gui¨® al equipo a un aseado ejercicio futbol¨ªstico donde lo complicado, por simple, volvi¨® a parecer demasiado f¨¢cil. Estuvo en todas, mirando al frente y en la recuperaci¨®n, y a su trantr¨¢n camin¨® un equipo en fase de reconstrucci¨®n.
Dicen que Del Bosque, tras el adi¨®s de Xavi, no busca un l¨ªder en el equipo, porque sabe d¨®nde est¨¢, qui¨¦n es. Cabal, Busquets maneja los c¨®digos del viejo f¨²tbol, ajeno a cualquier cosa que le distraiga de su profesi¨®n. Veterano entre los mayores, joven entre los nuevos, comprometido hasta las cejas, Busquets jug¨® ayer con molestias en el s¨®leo, como ha jugado mil veces con golpes por todo el cuerpo. Busi, que no se achanta ni se lamenta, no alimenta portadas. Juega al f¨²tbol r¨¢pido y con eso le basta. A ¨¦l y a su equipo, a veces el Bar?a, a veces Espa?a. Como ayer, en el Colombino, cuando en medio tiempo ¡ªfue sustituido por Bruno en el descanso¡ª lider¨®, siempre tan discreto, la transici¨®n de un equipo que le busca y le encuentra como silencioso referente. Los l¨ªderes no necesitan m¨¢s de un segundo para demostrar que lo son.
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