Kubala, Lora y las palmas por sevillanas
Kubala lleg¨® al cargo de seleccionador como un redentor. Despert¨® alg¨²n recelo que no fuera nacido en Espa?a, pero su larga y excelsa campa?a como jugador aqu¨ª y su car¨¢cter de s¨ªmbolo anticomunista compensaron el prejuicio. Lleg¨® tras la calamitosa peripecia que nos dej¨® sin acudir al Mundial de M¨¦xico-70. Su primer partido fue el ¨²ltimo de aquella fase, una jornada patri¨®tica, un 6-0 sobre Finlandia en La L¨ªnea, frente al Pe?¨®n. Ese d¨ªa a¨²n jug¨® Gento, pr¨®ximo ya a los 36 a?os.
El segundo partido fue un amistoso contra Alemania, en Sevilla. Hab¨ªa sido subcampeona del mundo en 1966 y por supuesto se hab¨ªa clasificado para M¨¦xico-70. Un coco. Pero Kubala trataba de irradiar optimismo. Acu?¨® la expresi¨®n Club Espa?a, como el equipo de todos. Su frase favorita antes de los partidos ser¨ªa:
¡ªChicos bien, moral ¨®ptima.
Kubala hizo de la convocatoria un alarde. Cit¨® a 21 para la A (por la ¨¦poca lo suyo era citar a 16) y a 27 sub 23, con vistas a un amistoso con Italia. Con todos hizo un espectacular t¨®tum revolutum de partidillos y entrenamientos.
Entre las novedades estaba Lora, el siete del Sevilla. No era extremo, como significaba el n¨²mero en la ¨¦poca, sino mediocampista. Ese a?o el Sevilla iba bien gracias a un entrenador alem¨¢n, Max Merkel, M¨ªster L¨¢tigo, y sus sistemas de preparaci¨®n f¨ªsica que entonces sonaban a campo de concentraci¨®n: pesas, balones medicinales, trepar las gradas cargando sacos de arena... A Lora, un chico de La Puebla del R¨ªo que hab¨ªa pasado su adolescencia trabajando el campo en plan duro, aquello no le asustaba. Al rev¨¦s: le puso como una moto.
En las casas de toda Espa?a asistimos admirados al juego de la selecci¨®n al tiempo que descubrimos las palmas por sevillanas
Lo que nadie esperaba era que llegara as¨ª como as¨ª a la selecci¨®n. Como el partido era en Sevilla, enseguida empez¨® el run-r¨²n de que se trataba de un gui?o a la afici¨®n local. Cuando por unas razones o por otras empezaron a caer de la lista jugadores de tron¨ªo, la sospecha se convirti¨® en pol¨¦mica. Luis, por ejemplo, fue descartado. El domingo 8, el Atl¨¦tico se enfrent¨® al Slovan de Bratislava, campe¨®n de Recopa, en homenaje a San Rom¨¢n. Luis marc¨® un gran gol y Kubala, presente, tuvo que escuchar una bronca.
Tampoco los madridistas estaban felices. Vel¨¢zquez cay¨® por una fiebre que muchos no se creyeron. Pirri estaba tocado. De Gento se pensaba que con sus 43 partidos, a s¨®lo 3 de los 46 de Zamora, entonces el r¨¦cord, merec¨ªa estar... Esos d¨ªas coincide que pasa Garrincha por Espa?a y se vuelca en elogios a Gento.
Para m¨¢s INRI, en un partidillo contra el Plus Ultra Kubala hab¨ªa alineado a Lora de extremo derecha. Hizo poco. Al final le dijo:
¡ªTe he visto algo despistadillo.
¡ªM¨ªster, es que yo no juego como extremo. Llevo el siete pero juego en la media.
¡ª?Ah...!
Aquello trascendi¨®, porque alg¨²n testigo lo cont¨®. ?Kubala ni siquiera sab¨ªa de qu¨¦ jugaba Lora, pero estaba decidido a alinearlo!
Pueblo, diario madrile?o de la tarde que era el de mayor venta en Espa?a, abri¨® su cuadernillo de deportes y espect¨¢culos con un titular llamativo en la informaci¨®n de su reportero, el c¨¦lebre Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa. LORA, UN IMPUESTO DE LUJO.
Los alemanes llegaron a Sevilla, vacunados de viruela, por una epidemia en Westfalia. Arrastran 104 periodistas. Les faltan Overath, lesionado, y Beckenbauer, a cuyo hijo de tres a?os se le ha declarado una enfermedad muy grave. Asisten a una capea en la finca El Toru?o, de Salvador Guardiola, donde torean Diego Puerta y Jaime Maraver. Pero la atenci¨®n en la v¨ªspera est¨¢ en Kubala, que suelta ese d¨ªa una frase que quedar¨¢:
Lora jugar¨ªa catorce partidos con la selecci¨®n. El ¨²ltimo acab¨® en bronca.?Pero aquel partido queda en el recuerdo
¡ªPara jugar en la selecci¨®n hay que querer, saber y poder.
Eso es gasolina al fuego. Luis se quejar¨¢ en la ¨²ltima de AS: "Yo quiero, s¨¦ y puedo".
El partido es a las 20:30. La alineaci¨®n de Alemania a¨²n impresiona: Manglitz; Vogts, Schutz, Weber, Schnellinger; Netzer, Haller; Libuda, M¨¹ller, Seeler y Grabowski.
Kubala opone a estos: Ir¨ªbar; Sol, Gallego, Costas, Eladio; Lora, Uriarte; Amancio, G¨¢rate, Arieta II y Rojo. Adem¨¢s de Lora, debutan Sol, Costas y Arieta II. Una renovaci¨®n en toda regla. No hemos ganado a Alemania desde 1935. Hace fr¨ªo en Sevilla, un fr¨ªo extra?o.
Pero el partido es una delicia. Espa?a muestra juego y energ¨ªa y el mejor es Lora, que se mete a Netzer en el bolsillo y adem¨¢s alimenta el ataque. Da tantos balones a Amancio, al que ten¨ªa m¨¢s cerca, que ¨¦ste acaba por decirle:
¡ªA todos, Lorita, rep¨¢rtela entre todos, que me asfixias.
En las casas de toda Espa?a asistimos admirados al juego de la selecci¨®n al tiempo que descubrimos las palmas por sevillanas, esa manera de cortar el ritmo tan de all¨ª, tan inimitable, que pone un fondo sonoro de felicidad y belleza al partido. Palmas de Sevilla en homenaje a Espa?a y a Lora, y dos golazos de otro debutante, el vasco Arieta II, uno de ellos en jugada ensayada con dos compa?eros del Athletic, Uriarte, que salt¨® sobre el bal¨®n, y Rojo, que se la toc¨® en corto para que ¨¦l reventara la escuadra. Arieta II hizo gran pareja con G¨¢rate. Se conoc¨ªan bien. La esposa del primero y la hermana del segundo eran ¨ªntimas.
Espa?a gana 2-0. Tambi¨¦n participan Ufarte (desde el 70', por G¨¢rate) y otro debutante, Melo (desde el 85', por Sol). Al final, Sch?n, seleccionador alem¨¢n, dice que no entiende c¨®mo Espa?a no va a estar en el Mundial. Todos los alemanes lo dicen.
El seleccionador estaba decidido a alinear al sevillista... sin siquiera saber de qu¨¦ jugaba
En Espa?a s¨®lo se habla de Lora, de las palmas por sevillanas y del jugador n¨²mero doce, el p¨²blico de Sevilla. Esa era expresi¨®n acu?ada por Jos¨¦ Antonio Bl¨¢zquez, periodista sevillano, tiempo atr¨¢s. Pero tom¨® car¨¢cter nacional ese d¨ªa, por la televisi¨®n.
Pueblo y Garc¨ªa rectificaron. El titular fue: LORA, UN IMPUESTO... ?DE LUJO!
Lora recuerda aquello con cari?o. Debutar en la selecci¨®n le produjo una ganancia de 100.000 pesetas, cuando su ficha anual era de 200.000.
¡ªYo creo que el Sevilla me lo hab¨ªa puesto por poner, sin pensar que llegar¨ªa... Me compr¨¦ un coche, un 600, que me cost¨® 72.000. A¨²n me sobr¨® dinero.
Lora jugar¨ªa catorce partidos con la selecci¨®n. El ¨²ltimo acab¨® en bronca. Fue contra Yugoslavia, en Las Palmas, de clasificaci¨®n para Alemania 74. Espa?a ganaba 1-0 en el descanso y ¨¦l entr¨® en la segunda parte. La idea era amarrar. Pero Yugoslavia dio la vuelta con dos goles de Bajevic, en el 52' y el 61', y en el 70' Kubala quit¨® a Lora para meter a Ufarte. Desde casa, todo el mundo lo vio como un desprecio a un jugador que hab¨ªa llegado a concitar gran cari?o.
¡ªA m¨ª tambi¨¦n me sent¨® mal y le dije no s¨¦ cu¨¢ntas cosas...
Y claro, ah¨ª se acab¨® el Lora internacional. Pero aquel partido queda en el recuerdo, con las palmas por sevillanas. Su camiseta con el siete la guarda un buen amigo en Gines.
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