Federer sue?a despierto

Las victorias cicatrizan todas las heridas. Una semana despu¨¦s de enfrentarse en la Copa de Maestros y encerrarse en un gimnasio a discutir sus diferencias, Roger Federer y Stan Wawrinka dejaron este s¨¢bado a su selecci¨®n a un punto de celebrar la Copa Davis porque ganaron 6-3, 7-5 y 6-4 en el dobles a Julien Benneteau y Richard Gasquet (Francia, 1-Suiza, 2). Del ¡°?beb¨¦ llor¨®n!¡± que le grit¨® el s¨¢bado alguien del banquillo de Federer a Wawrinka al abrazo ante la red tras la victoria en Lille. De la pol¨¦mica que rode¨® a los cuatro puntos de partido que super¨® el n¨²mero dos ante el cuatro a su victoria coral, con el dolorido Federer estir¨¢ndose en la red y el implacable Wawrinka rematando desde la l¨ªnea de fondo. Del viaje separados hasta Lille (Federer en avi¨®n privado; Wawrinka en tren) a su arrolladora propuesta ante los ojos at¨®nitos de Fran?ois Hollande, el presidente franc¨¦s, que entre alg¨²n silbido vio c¨®mo la pareja local, que nunca hab¨ªa jugado en la Davis, se hundi¨® en una tarde horrible.

Me siento al ciento por ciento. No tengo dolores¡±, dice el campe¨®n de 17 grandes

¡°A Stan le he visto muy fuerte mentalmente, porque tuvo la mejor preparaci¨®n posible para la final: mucho estr¨¦s y mucha tensi¨®n ante Federer, en las semifinales de Londres, lo que le prepar¨® perfectamente para lo que se iba a encontrar aqu¨ª¡±, valor¨® Marc Rosset, el tenista suizo que gan¨® el oro ol¨ªmpico en los Juegos de Barcelona 1992. ¡°Contra Federer, jug¨® con coraje, agresivo, con bravura, y traslad¨® eso a sus partidos de Lille¡±, a?adi¨® antes de analizar c¨®mo el campe¨®n de 17 grandes ha sido capaz de domar sus dolores de espalda, que le maniataron en la primera jornada, para jugar sin aparentes problemas ayer. ¡°El partido contra Monfils le sirvi¨® de entrenamiento¡±, cont¨® Rosset. ¡°Eso le ha ayudado en el dobles, donde hay menos intercambios de golpes. No tiene que correr tanto. Es un tenis menos f¨ªsico. Su problema fue resbalar sobre la tierra hacia el lado del rev¨¦s¡±, a?adi¨®. ¡°Estos d¨ªas han sido muy dif¨ªciles para Roger. Se lesiona, no puede jugar la final de la Copa de Maestros, y le surgen muchas dudas, porque llega hasta aqu¨ª sin saber si podr¨¢ jugar o no. Mentalmente fue muy duro sentir el dolor el domingo por la noche, entrenarse hora y media en cuatro d¨ªas, pisar la pista para competir sin tener sensibilidad. Muchos otros habr¨ªan dicho: ¡®No estoy listo¡¯. ?l demostr¨® por qu¨¦ es un campe¨®n, y jug¨® aunque no fuera ni el 50% de Federer¡±.

Le ha ayudado que en el dobles no tiene que correr tanto¡±, opina Marc Rosset

¡°La espalda est¨¢ bien. Me siento al ciento por ciento¡±, dijo el n¨²mero dos, contra el que cargaron el juego los franceses, que lograron una buena cosecha de errores de su raqueta en el inicio del segundo set. ¡°El dobles es un test apropiado porque tienes que sacar y volear, ser explosivo todo el tiempo, y ha salido bien. No tengo dolores¡±, a?adi¨® el suizo, que salv¨® cinco bolas de break con Wawrinka. ¡°Stan ejecut¨® el plan y yo intent¨¦ seguirle¡±.

Suiza manda 1-2 en la final. Ese marcador solo se ha remontado dos veces desde 1990. Los visitantes est¨¢n donde quer¨ªan. Con Federer disminuido, decidieron arriesgar a que jugara para poder permitirse, en caso de victoria, que caiga este domingo en el primer partido, contra Tsonga: siempre les quedar¨¢ la bala final, Wawrinka contra Monfils. Los franceses, por su parte, viven un infierno: no es solo que vayan por detr¨¢s en el marcador, sino que en el d¨ªa D y en la hora H su seleccionador decidi¨® hacer un experimento y juntar a Benneteau y Gasquet, que nunca hab¨ªan jugado la Davis, obligando de paso a que el primero cambiara de lado de la pista, que es como decirle a un violinista que esa noche tocar¨¢ la guitarra.

As¨ª, Suiza puede ganar este domingo la Davis. La cita es en Lille, con casi 27.500 espectadores y un invitado especial: Federer, de 33 a?os, tiene la oportunidad de dejar una huella m¨¢s en la historia.

Hoy. (13.00) J. W. Tsonga-R. Federer. G. Monfils-S. Wawrinka.