Eibar se reencuentra con la victoria ante un Celta que alarga su crisis
El conjunto gallego, que acumula 306 minutos sin ver puerta y encadena tres partidos sin ganar, fue v¨ªctima de su falta de acierto ante el Eibar (0-1)
De manera inopinada se ha ca¨ªdo el Celta. O al menos se ha quedado sin el ¨¢ngel que mostr¨® cuando el primer d¨ªa de noviembre logr¨® ganar al Barcelona en el Camp Nou. El mes que se presentaba dulce acaba amargo despu¨¦s de que dos partidos en Bala¨ªdos ante Granada y Eibar y una salida a Vallecas apenas le hayan reportado un punto al equipo vigu¨¦s. Se ha quedado sin punter¨ªa el Celta, derrotado y por tercera semana consecutiva sin gol, frustrado tras ejecutar quince saques de esquina e incluso lanzar un bal¨®n al larguero en el descuento que acab¨® por dar el triunfo al Eibar, todav¨ªa m¨¢s trabajador de lo que cabr¨ªa suponerle. Cada punto es oro para los vascos, que ya acumulan diecis¨¦is tesoros a mes y medio del ecuador liguero.
CELTA, 0-EIBAR, 1
Celta: Sergio Alvarez; Hugo Mallo (Charles, min.73), Cabral, Font¨¢s, Jonny (Planas, min.82); Radoja (Augusto Fern¨¢ndez, min.62), Krohn-Dehli, Alex L¨®pez; Nolito, Orellana y Larrivey.
Eibar: Irureta; B¨®veda, Ra¨²l Navas, Albentosa, Lillo; Capa (Angel, min.85), Boateng, Dani Garc¨ªa, Sa¨²l (Abraham, min.43); Arruabarrena y Manu del Moral (Errasti, min.80).
Goles: 0-1. M. 29. Manu del Moral.
?rbitro: P¨¦rez Montero (colegio andaluz). Amonest¨® a Larrivey, Alex L¨®pez, Augusto Fern¨¢ndez y Font¨¢s por parte del Celta de Vigo, y a Sa¨²l, Capa, Lillo y Manu del Moral por parte del Eibar.
El Celta cumpli¨® el mandato de su entrenador, al menos aquel sobre el que puso el foco en sus declaraciones previas al partido. Berizzo quer¨ªa rescatar la mejor versi¨®n de su equipo, la del que presiona, recupera y empuja para darle ritmo a la circulaci¨®n de la pelota, el Celta fluido y con continuidad que hace grande el campo y lo puebla de espacios. Volvi¨® ese estilo, regres¨® el mejor Orellana, que oper¨® desde la cal como un mediapunta, activo, referencial para sus compa?eros que siempre encontraron una soluci¨®n en el chileno, h¨¢bil en la combinaci¨®n, pero tambi¨¦n en los centros al ¨¢rea. Uno de ellos, monumental, puso el bal¨®n en la cabeza de Nolito para que detuviese Irureta, que estuvo espl¨¦ndido toda la noche. Iba un cuarto de hora de partido y para entonces el Celta era un torrente. Las v¨ªas de agua ahogaban al Eibar, que a duras penas pod¨ªa dar tres pases seguidos. Pero en cuanto los dio hizo da?o.
Sufri¨® el equipo de Garitano, supo hacerlo adem¨¢s sin apenas cometer faltas que propiciaran otra v¨ªa de llegada a su meta. Se mantuvo en pie y sin lograr nunca el control del juego supo apa?¨¢rselas para hacerse respetar. Fue punzante en las opciones que se fabric¨® y encontr¨® un gol que seguramente fue inmerecido por f¨²tbol, pero no por insistencia o probabilidades porque en media hora, aun superado como estuvo por el rival, tuvo hasta cuatro opciones claras para marcar. Emboc¨® la ¨²ltima, justo despu¨¦s de que Sergio sacase un bal¨®n imposible a Manu del Moral en una parada de portero de balonmano. Apenas a treinta segundos de ese lance, mientras Bala¨ªdos paladeaba la haza?a de su portero, se tom¨® la revancha el delantero tras un buen pase de Arruabarrena, que se cans¨® de trabajar sin bal¨®n, pero supo que hacer las pocas veces que contact¨® con ¨¦l.
El Celta fue un martillo pil¨®n, percuti¨® y percuti¨® para encerrar al Eibar
El gol visitante invit¨® a poner el foco sobre aquello que no funcionaba en el Celta. Ayud¨® a reparar en que Radoja ha bajado el nivel, lastrado por una pubalgia, o en que la producci¨®n de Nolito ha disminuido de manera alarmante, como si su estreno con la selecci¨®n hubiera sido una meta, una inflexi¨®n tras la que decae su excelente inicio de campa?a. Enmara?ado, sin su lucidez habitual, el equipo de Berizzo echa de menos la mejor versi¨®n del expansivo futbolista de Sanl¨²car. Tambi¨¦n la a?ora Larrivey, obviamente. Se trata de un d¨²o que firma 12 de los 17 goles que lleva el equipo, el punto final para rubricar todo el trabajo colectivo, que una vez m¨¢s fue mucho, que no decay¨®. El Celta fue un martillo pil¨®n, percuti¨® y percuti¨® para encerrar al Eibar, que tras el descanso ni siquiera encontr¨® el resuello para realizar alguna de esas productivas excursiones de la primera parte.
Berizzo es uno de esos t¨¦cnicos a los que le gusta madurar los cambios. Y la gente tiene prisa, m¨¢s cuando pierde. Bala¨ªdos clam¨® durante bastantes minutos para que metiese m¨¢s madera en la caldera. Pidi¨® por Charles, delantero titular la temporada pasada y al que s¨®lo cabe discutir su plaza por el gran rendimiento que ha ofrecido Larrivey desde su llegada a Vigo este verano. Parece que s¨®lo hay sitio para uno y ese es, por ahora, el argentino. Pero perdidos, y con un rival que para entonces ya llevaba largo tiempo romo, el cambio de sistema estaba cantado. Se fue un lateral, Hugo Mallo, y son¨® la corneta. Ya no ten¨ªa la claridad del inicio el Celta, pero s¨ª el empuje. Se agrup¨® el Eibar en torno a sus herc¨²leos centrales y su solvente portero, pareci¨® por momentos permeable porque en el esfuerzo final volvi¨® a conceder llegadas y, sobre el pitido final, Boateng desvi¨® con el muslo al larguero un zapatazo de Krohn-Dehli. Pero el Celta se ha quedado sin gol.
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