El Madrid, contra los Ultras Sur

El 17 de septiembre de 1980, el Castilla y el West Ham se enfrentaron en el Santiago Bernab¨¦u en el partido de ida de la primera eliminatoria de la Recopa. Aquel d¨ªa, los hooligans del equipo ingl¨¦s arrasaron con todo lo que encontraron a su paso y protagonizaron una secuencia de altercados que, por t¨¦trica imitaci¨®n, se convirti¨® en la g¨¦nesis de los Ultras Sur del Real Madrid. Antes y despu¨¦s del encuentro hubo violentos incidentes en los aleda?os del estadio y un hincha ingl¨¦s muri¨® tras ser accidentalmente atropellado por un autob¨²s. Durante el partido, volaron asientos y los radicales del West Ham orinaron desde el primer anfiteatro sobre los aficionados de la grada de preferencia. La Comisi¨®n de Disciplina de la UEFA decidi¨® sancionar al conjunto brit¨¢nico por la conducta de sus hinchas con la clausura de su campo por dos partidos en competiciones europeas, oblig¨¢ndoles a jugar la vuelta fuera de Londres. La pe?a Las Banderas, el grupo m¨¢s joven de seguidores madridistas de la ¨¦poca, se radicaliz¨® tras aquel episodio y comenz¨® a marcar territorio frente a las aficiones rivales. Durante la final de Copa de 1982 en Valladolid, donde el Real Madrid venci¨® al Sporting, los rebeldes de Las Banderas la liaron en las gradas de Zorrilla, y los pe?istas tradicionales se hartaron de tenerles a su lado y les expulsaron. De ese grup¨²sculo nacieron los Ultras Sur, que se autoafirm¨® en torno a la simbolog¨ªa nazi y la ideolog¨ªa de extrema derecha.

Hace un a?o, tres d¨¦cadas despu¨¦s de su nacimiento y tras acumular un amplio historial delictivo, una multitudinaria trifulca entre las dos facciones de la pe?a radical en el bar Drakkar, sede oficial de los ultras, fue el origen del intento de disoluci¨®n del grupo por parte del presidente, Florentino P¨¦rez. Tras aquel episodio y ante el recrudecimiento de los actos violentos, el club retir¨® los privilegios a los aficionados del Fondo Sur y los abonos concedidos a precios especiales, y puso en marcha la denominada Grada Joven de animaci¨®n en la ubicaci¨®n hist¨®rica de los ultras. Esta temporada, el grupo de seguidores que integra a miembros de hasta 20 pe?as del club fue trasladado al sector central del tercer y el cuarto anfiteatro. En busca de la catarsis, el Madrid expuls¨® a los hinchas con antecedentes, cerca de medio centenar, y dispers¨® a unos 200 miembros del antiguo Fondo Sur por todo el estadio, evitando que se agrupen en m¨¢s de tres localidades juntas. En la nueva Grada de animaci¨®n a¨²n se mantienen eso s¨ª un importante reducto de ¡®veteranos¡¯ de Ultras Sur, ¡®retirados¡¯ de actividades violentas, y algunas pe?as habituales del Fondo Sur como Orgullo Vikingo.

El Madrid, tiene actualizado el fichero de sus aficionados potencialmente peligrosos y controla sus movimientos en los desplazamientos del equipo en Espa?a y en Europa, haciendo part¨ªcipe de los mismos a la Comisi¨®n Antiviolencia, la UEFA y los departamentos de seguridad de los conjuntos rivales. A comienzos de esta temporada, el club envi¨® a sus socios un documento donde se detallaba los s¨ªmbolos y banderas ¡°que por su simbolog¨ªa son motivo de sanci¨®n por los estamentos nacionales e internacionales¡±. El texto informaba a los socios de que el intento de introducci¨®n de estos elementos ¡°podr¨¢ significar la apertura de un expediente que podr¨¢ significar la expulsi¨®n como socio del club". Se incluyen en la lista las banderas preconstitucionales y con simbolog¨ªa nazi y pancartas con lemas racistas o xen¨®fobos.

La facci¨®n m¨¢s violenta de los Ultras Sur se mantiene en pie de guerra contra Florentino P¨¦rez desde que emprendiera estas medidas. Hace dos meses colgaron pancartas con insultos y lemas pidiendo la dimisi¨®n del presidente del Real Madrid en varios puentes de la M-30 y otros puntos estrat¨¦gicos de la ciudad. Tambi¨¦n han profanado varias veces con pintadas la sepultura de su esposa. Al menos medio centenar de miembros de este ala violenta de los Ultras Sur tiene prohibido el acceso al estadio Santiago Bernab¨¦u desde hace un a?o. Alguno de estos radicales est¨¢n fichados por la Polic¨ªa por su pertenencia a grupos neonazis como los Hammerskin y han sido detenidos en varias ocasiones por asociaci¨®n il¨ªcita, agresiones racistas y ataques a grupos antifascistas.