El Eibar muestra su mejor cara en Ipurua

Bajo la lluvia, el Eibar se lav¨® la cara. Se quit¨® esos chorretones que a veces se le quieren ver de equipo especulativo o directo, de esp¨ªritu minero, avieso en los goles y aferrado a su bombonera de Ipurua, a pesar de que hasta ayer solo hab¨ªa vencido en el partido inaugural frente a la Real Sociedad. Bajo la lluvia intensa se le vio con la cara limpia y perfumada de goles frente a un Almer¨ªa que aguant¨® igual de mal el chaparr¨®n armero que el que ca¨ªa del cielo. Cinco goles recogi¨® Rub¨¦n en su porter¨ªa desde que Piovaccari dejara a los tres minutos alojado el bal¨®n en la esquina de las agujas, all¨ª quieto entre la red y el hierro que la hilvana a la tierra.

M¨¢s que psicol¨®gico, fue un gol revelador: se fragu¨® en la zona menos practicable del campo, donde hab¨ªa m¨¢s barro y fue el fruto de la determinaci¨®n con la que el italiano pele¨® el bal¨®n con Trujillo. Cuerpo a cuerpo, hombro con hombro, Piovaccari se zaf¨® del central almeriense como quien se sacude la ceniza de un puro, luego carrera en horizontal y zurdazo seco (era lo ¨²nico seco que hab¨ªa en el campo). Era el exceso de confianza de Trujillo frente al exceso de ambici¨®n de Piovaccari. Y era todo un s¨ªntoma de la distinta actitud sobre el terreno de juego. El Eibar como pez en el agua, porque el campo, estaba perfectamente practicable (salvo en esa zona) y el Almer¨ªa ahogado en su propia red. Hab¨ªa apostado Francisco por delanteros r¨¢pidos como Thievy, Welligton y Zongo, asistidos por Hemed, pero el Eibar est¨¢ tan armado en defensa que corriendo es dif¨ªcil sorprenderle.

Dos goles m¨¢s en media hora, uno de Sa¨²l (que tropez¨® en V¨¦lez y enga?¨® a Rub¨¦n) y un cabezazo de Albentosa en el ¨¢rea peque?a tras un c¨®rner, convert¨ªan la lluvia en vendaval. A la contra y a bal¨®n parado, el Eibar hab¨ªa destrozado al Almer¨ªa que solo resucit¨® cuando, poco despu¨¦s, Soriano relev¨® a Thievy y le dio, con su inteligencia, la profundidad que el franc¨¦s con su velocidad no produc¨ªa. Incluso al borde del descanso, se reanim¨® el conjunto andaluz con el gol de Soriano que le devolv¨ªa al partido y le difuminaba las ojeras que se apreciaban en su mirada.

Un paso atr¨¢s del Eibar, acerc¨® al Almer¨ªa a la porter¨ªa de Irureta, amenazada por un disparo soberbio de Soriano que roz¨® el larguero. Pero en un campo tan ingl¨¦s, el c¨®rner pertenece al santoral del f¨²tbol. Y Ra¨²l Navas volvi¨® a meter la cabeza tras una salida en falso de Rub¨¦n. Capa hizo el quinto tras un quiebro de Manu del Moral, sin tocar el bal¨®n, que el delantero vizca¨ªno llev¨® a la escuadra con un gran disparo. El ¨²nico error defensivo del Eibar lo aprovech¨® Edgar para hacer el 5-2. Pero hubo m¨¢s. Hubo un disparo de Corona al larguero y una mano dentro del ¨¢rea de Lillo que el ¨¢rbitro no vio, como no hab¨ªa visto el c¨²mulo de agarrones en los c¨®rners. Le cegaba la lluvia. La misma que lavaba la cara del Eibar y le hac¨ªa justicia porque nunca la ha tenido sucia.