Tuktamisheva salta m¨¢s y mejor
La rusa impone su madurez y gana la final del Grand Prix de Barcelona de patinaje por su excelente ejecuci¨®n


Venci¨® la madurez. El patinaje de una deportista que, a sus 17 a?os, ya compite como toda una mujer. Nada que ver con las caritas angelicales y ani?adas de sus colegas rusas. Elizaveta Tuktamisheva marca las diferencias de pies a cabeza, empezando por su melena morena. Le imprime genio. Y con esa fuerza que la caracteriza salt¨® a la pista en el Centre de Convencions de Barcelona (CCIB) para convertirse en la reina del desierto. Nada mejor que una brillante paradoja como esta para meterse al p¨²blico en el bolsillo con una danza con tintes ¨¢rabes y deslumbrar en esta final del Grand Prix.
Con su animada puesta en escena logr¨® la victoria por delante de la ¨²ltima joya rusa: Elena Radionova. Tiene 15 a?os, una frescura que enamora y una t¨¦cnica admirable. Todav¨ªa es una nena. Y eso la ayuda en la ejecuci¨®n. Le ocurr¨ªa a Juia Lipnitskaia hasta que este verano las hormonas revolucionaron su cuerpo. Cumplidos los 16 la arroll¨® la pubertad. Y la mitad de sus saltos este s¨¢bado acabaron por los suelos. Una l¨¢stima. Nadie borda las piruetas como ella, con una elasticidad incre¨ªble. Venci¨® el patinaje de la mujer, no el de las ni?as, aunque encandile por igual.
Tuktamisheva hab¨ªa sido la mejor el jueves, con un programa corto que ejecut¨® a la perfecci¨®n. Y volvi¨® a serlo dos d¨ªas despu¨¦s. La rusa gan¨® la medalla de oro merced a un programa libre (136,06 puntos y un total de 203,58) tan correcto o m¨¢s que aquel, en el que destac¨® por sus saltos. Salta m¨¢s y mejor que nadie. Es impecable su colocaci¨®n y la posici¨®n del cuerpo. Le sobra energ¨ªa. Por eso clav¨® cada uno de los triples incluidos en su programa. Nadie, ni siquiera ella misma, se acordaba ya de que estuvo tres meses sin ponerse los patines por una fractura en el pie sufrida el pasado marzo.
Antes que ella hab¨ªa saltado a la pista de hielo la sensaci¨®n rusa en los Juegos de Sochi, Lipnitskaia. All¨ª gan¨® el oro por equipos. Y empez¨® a saber lo que era competir bajo una bandera, entrar el circuito profesional y lidiar con la presi¨®n. Gan¨® el Europeo y fue segunda en el Mundial. Pero empez¨® a crecer. Y perdi¨® su centro de gravedad. El eje sobre el que ejecutaba los saltos est¨¢ hoy distorsionado. Sigue busc¨¢ndose. Y lo hace a base de ca¨ªdas. Como en Barcelona, donde termin¨® sentada en el hielo tras su tercer fallo en el programa libre. Una ca¨ªda inicial, en una combinaci¨®n que ya no pudo completar, alter¨® toda la presentaci¨®n. Trat¨® de improvisar, pero ya no pudo salvarlo. Pese a la magia que desprende con sus piruetas y sus giros, con una velocidad y una elasticidad que da envidia. Dif¨ªcil ver en una nota de resultados tantos contrastes: obtuvo casi tantas veces la peor puntuaci¨®n (un -3) por sus ca¨ªdas y errores, como otras tantas le concedieron los jueces la puntuaci¨®n m¨¢s alta (3), entusiasmados con su talento. Y sum¨® 111,18 puntos (177,79 en total), una nota insuficiente para subirse al podio.
Tambi¨¦n dio envidia Radionova, a quien todav¨ªa no le ha sorprendido la pubertad. No cometi¨® ni un error. Correct¨ªsima en los saltos y en las combinaciones, derroch¨® dulzura y hizo gala de su excelente t¨¦cnica. Escal¨® posiciones y se hizo con la plata con un 134,85 de puntuaci¨®n (198,74 en total) en el programa libre. El bronce fue para la estadounidense Ashley Wagner (129,26, un total de 189,50), que rompi¨® la hegemon¨ªa de las rusas y alter¨® las quinielas con una gran coreograf¨ªa inspirada en la banda sonora de Moulin Rouge.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
