El Espanyol juega a contracorriente

Ya no se debate el Espanyol con el estilo, sino que ha entendido que por la v¨ªa del pragmatismo se diluyen los miedos y los fantasmas al tiempo que se alcanza antes el resultado exigido y, de paso, la comuni¨®n con una grada destemplada desde el principio del curso porque apenas se daba pie con bola. Pero el aficionado del Espanyol gusta del jolgorio ¨Cas¨ª lo expresaron esta semana al aceptar de buen grado la invitaci¨®n del club a animar y no a insultar al rival ni al Bar?a por defecto- y tiene callo para los sobresaltos, acostumbrado como est¨¢ a pasear por la cornisa. No hubo mejor ejemplo que frente al Granada, equipo que ofreci¨® m¨¢s y mejor f¨²tbol de remate tuerto hasta que el Espanyol dijo lo contrario a falta de media hora, equipo de juego a contracorriente. Y con eso y el remate oportuno de Stuani sobre la bocina le vali¨® para el triunfo, para alejarse de la zona de la quema.

No hay equipo de Caparr¨®s que no priorice la defensa sobre el ataque, el estar abrigados atr¨¢s para luego salir a la contra. T¨¢ctica que le va de perilla a C¨®rdoba, espigado delantero de pasado blanquiazul que devora metros con zancadas de sprinter. Aunque le at¨® en corto ?lvaro, por lo que el Granada, que evidenci¨® tener m¨¢s recursos que el rival porque acept¨® la racaner¨ªa y los metros que le ofreci¨® el Espanyol, adelant¨® las l¨ªneas y actu¨® de surtidor desde los costados. Si bien no hay mejor portero en el juego a¨¦reo que Casilla, la insistencia dio sus frutos, sus oportunidades. La tuvo Murillo en un c¨®rner y tambi¨¦n Piti tras un rechazo, ambas ocasiones escupidas por el portero. Pero la m¨¢s clara la disfrut¨® El Arabi, que se despeg¨® de Arbilla con un simple paso hacia atr¨¢s y que remat¨® a contrapi¨¦ de Casilla, estupendo en la correcci¨®n. Incluso Piti aprovech¨® un terrible despeje de Fuentes para montar el contragolpe y plantarse ante el meta, de nuevo estupendo porque sac¨® las piernas a tiempo. Suficientes ocasiones para festejar un gol negado; suficientes errores que valieron una condena.

No propuso de inicio el Espanyol nada mejor, o m¨¢s bien nada, fiado a su enclenque ejercicio defensivo para buscar el pelotazo al generoso pecho de Caicedo. Pero al delantero le encimaron bien y no ofreci¨® soluci¨®n alguna. S¨®lo Lucas V¨¢zquez se rebel¨® al tedio, empecinado en recibir por cualquier parte del campo, bien en la banda o por dentro. Aunque, convencido como est¨¢ el Espanyol de su ¡®cl¨¢sica¡¯ propuesta, sac¨® r¨¦dito para sorpresa general. Fue Salva Sevilla quien lanz¨® un centro a Sergio Garc¨ªa, control con apuros e intervencionismo de Caicedo que la engatill¨® a gol, ya dentro del ¨¢rea.

El tanto no pareci¨® un acicate, abrigados ambos equipos en su casa y citados en el ring de la medular, donde V¨ªctor S¨¢nchez y sobre todo Ca?as corrieron por cuatro, desprendidos en las ayudas y confortables con el juego de choque. A¨²n as¨ª, el Espanyol empez¨® a jugar, sobre todo porque conect¨® de una vez por todas con Sergio Garc¨ªa, que solt¨® un zurdazo despu¨¦s descartado por el larguero. Era el momento del Espanyol pero tambi¨¦n el momento de Riki, que sali¨® al c¨¦sped para sacudir al Granada. Resulta que un centro suyo, mal defendido por la zaga blanquiazul y por Casilla, lo caz¨® de refil¨®n El Arabi para instaurar el empate. Las tablas, sin embargo, agitaron al fin al equipo blanquiazul, por m¨¢s que pareciera que el gafe del remate era contagioso; Sergio Garc¨ªa marr¨® una ocasi¨®n ante Roberto como despu¨¦s le imitar¨ªa Arbilla, r¨¦mora agrandada con un remate de cabeza torcido de Salva Sevilla cuando ten¨ªa toda la porter¨ªa para ¨¦l. Ocurri¨®, sin embargo, que Juan Carlos se pas¨® de frenada y vio la segunda amarilla, excusa perfecta para que el Espanyol estirara las l¨ªneas y, ya en el descuento, Lucas V¨¢zquez sacara un centro que encontr¨® a Stuani, cazagoles del ¨¢rea, que envi¨® el bal¨®n a la red y al Espanyol a la zona confortable.