¡°Ya no somos invisibles¡±

¡°Ni?as, so?ad. So?ad y pelead, porque los sue?os se cumplen¡±. Miriam Blasco, Conchita Mart¨ªnez, Theresa Zabell y Carolina Mar¨ªn, que suman seis medallas ol¨ªmpicas y doce t¨ªtulos mundiales, se despiden con ese consejo tras analizar la explosi¨®n del deporte femenino en Espa?a. Las pioneras de Barcelona 92 (Blasco y Zabell), la leyenda de Wimbledon (Conchita) y la ¨²ltima espa?ola que ha conquistado el mundo (Mar¨ªn, campeona mundial de b¨¢dminton con 21 a?os) pasean por Reinas del esfuerzo, la exposici¨®n con las fotograf¨ªas de Efe de las estrellas del deporte femenino. Miran las fotos. Los gestos de esfuerzo, de dolor y de ¨¦xtasis. Se ven a ellas y hablan de lo que hay que hacer para que las ni?as de hoy lleguen a ocupar ma?ana los huecos vac¨ªos en las paredes.

¡°La explosi¨®n ha sido primero por entrega de las deportistas, pero tambi¨¦n porque ha habido una discriminaci¨®n positiva hacia el deporte femenino¡±, argumenta Blasco, la primera espa?ola en celebrar un oro ol¨ªmpico (yudo). ¡°Ha habido que ayudar porque las mujeres est¨¢bamos en inferioridad. Hab¨ªa discriminaci¨®n en premios, ayudas y portadas. Esas ayudas no han sido el clic que ha provocado la explosi¨®n, pero s¨ª la ayuda para que se diera el salto¡±, sigue la diputada del Partido Popular. ¡°Desde las pioneras de Barcelona, el reflejo ha sido constante, las ni?as han tenido la posibilidad de ver ejemplos de que se puede hacer. Ahora las ni?as quieren ser Mireia Belmonte, Amaya Valdemoro¡­ tienen referentes. Se ve con m¨¢s normalidad que hagan deporte. Que aumente la cantidad en la base ayuda a que luego haya un pico de campeonas¡±, subraya. ¡°Antes, hab¨ªa resultados e invisibilidad, ¨¦ramos invisibles. Por eso se tiene que seguir dando visibilidad a estos ¨¦xitos. Si se rompe algo de la cadena de resultados-apoyos-visibilidad, se rompe todo¡±.

La selecci¨®n femenina de waterpolo es campeona mundial, europea y plata ol¨ªmpica. La de baloncesto es campeona europea y subcampeona mundial. La de balonmano es bronce ol¨ªmpico. La de f¨²tbol se ha clasificado por primera vez para un Mundial. Belmonte, doble medallista ol¨ªmpica, perseguir¨¢ el oro R¨ªo 2016. Ruth Beitia es campeona europea y bronce mundial en salto de altura. En 2014 hay casi 200.000 licencias femeninas m¨¢s que en 2005. Las espa?olas brillan, asustan, ganan.

¡°Hace a?os, no hab¨ªa la posibilidad de destacar¡±, le contin¨²a Zabell, doble campeona ol¨ªmpica en vela y tambi¨¦n pol¨ªtica del PP. ¡°Muchas mujeres ni siquiera pod¨ªan participar en los Juegos, porque sus deportes no estaban en el programa, por lo que a su vez no ten¨ªan ayudas, lo que influ¨ªa en sus resultados. Seg¨²n esos deportes se han ido incluyendo en el programa ol¨ªmpico, hay tenido m¨¢s ayudas, y lo han cogido con ganas, tes¨®n, constancia¡­ hasta que todo ha explotado¡±, a?ade. ¡°Queda trabajar e invertir. Incluso haciendo las cosas bien, no siempre podremos estar entre los mejores. Es ley de vida: no siempre habr¨¢ un Nadal, una Belmonte o una Alabau¡­¡±.

¡°La explosi¨®n del deporte espa?ol se debe a la implicaci¨®n y el esfuerzo de las mujeres¡±, dice Mar¨ªn, que bailaba flamenco hasta que con ocho a?os una amiga se la llev¨® a jugar al b¨¢dminton. ¡°Ayuda tambi¨¦n que las ni?as tengan espejos. Ojal¨¢ el deporte masculino se una al femenino, que se hable del deporte en igualdad, sin distinciones entre masculino y femenino¡±.

¡°Lo que est¨¢ claro es que es m¨¢s dif¨ªcil conseguir ayuda para el deporte femenino que para el masculino¡±, lamenta Conchita, campeona de Wimbledon y triple medallista ol¨ªmpica. ¡°Cuando a las chicas les dan opciones, las aprovechan. Todo pasa por ese apoyo de muchas partes: instituciones, prensa, sponsors, fans¡­ hay que aprovechar el tir¨®n de estos ¨¦xitos para que se sumen m¨¢s ni?as al deporte. ?No hay que relajarse!¡±. Y entonces, piensa en las ni?as que a¨²n buscan su deporte, en las campeonas que est¨¢n por crecer, en las medallas por llegar: ¡°Empec¨¦ a los nueve a?os. Fue coger una raqueta¡­ y amor a primera vista. Eso es lo que unos padres tienen que apoyar a muerte¡±.