Alcaraz neutraliza a Mandzukic y se?ala a Oblak
Un doblete del medio del L'Hospitalet anula los dos tantos del croata (2-2)
Hay partidos que se desarrollan en funci¨®n de lo que sucede a su alrededor. Algunos ganan ritmo porque desde las gradas se exige tensi¨®n, y otros en cambio se contagian de una cierta apat¨ªa externa que impide que la pelota se mueva con la velocidad y gracia que uno desea. Vamos, que en determinadas ocasiones es importante que las intenciones de unos y de otros se encuentren en alg¨²n momento. En el Calder¨®n se juntaron varios factores que resultaron determinantes para comprender el partido. De un lado la circunstancia de que se llevaba a cabo el segundo acto de una eliminatoria claramente definida del lado de los rojiblancos tras el 0-3 de la ida. Y del otro el hecho de que tras la expulsi¨®n del Frente Atl¨¦tico existe una especie de traves¨ªa en el desierto por la que circulan ahora gran parte de los aficionados. Quiz¨¢s un partido de Copa no sea el mejor ejemplo para valorar el avance de esa nueva adaptaci¨®n ni siquiera el resultado (2-2) pero si da muestras del delicado momento en el que encuentran unos y otros. El Atl¨¦tico jugar¨¢ en octavos con el Madrid.
ATL?TICO, 2-L'HOSPITALET, 2
Atl¨¦tico: Oblak; G¨¢mez, Gim¨¦nez, Lucas, P¨¦rez; Cebolla Rodr¨ªguez, Su¨¢rez, Sa¨²l, Koke (Carlos, m. 86); Mandzukic (Keita, 84) y Ra¨²l Jim¨¦nez. No utilizados: Moy¨¢, Ra¨²l Garc¨ªa, Nacho.
Hospitalet: Craviotto; Peque (Aleix Coch, m. 74), Agust¨ªn, Rodr¨ªguez, Merch¨¢n; Canario (Iu, m. 60), Alcaraz; Barreda, Bueno, Rub¨¦n Carreras (Eric Via, m. 80); M¨¦ndez. No utilizados: ?liver, Vivancos.
Goles: 1-0. M. 18. Mandzukic. 1-1. M. 67. Alcaraz. 2-1. M. 74. Mandzukic. 2-2. M. 84. Alcaraz.
?rbitro: Melero L¨®pez. Amonest¨® a Mandzukic, Cebolla Rodr¨ªguez, Jos¨¦ Rodr¨ªguez.
Vicente Calder¨®n. Unos 4.000 espectadores.
Con una entrada de poco m¨¢s de 4.000 espectadores, el sonido ambiente estuvo m¨¢s en las gargantas de los propios jugadores que en la grada. Si bien hubo c¨¢nticos a favor del equipo, de su entrenador, y una retah¨ªla de canciones habituales, no dio sensaci¨®n de que p¨²blico y equipo conectasen. Los cerca de 100 aficionados rojiblancos que contemplaron el partido desde el fondo sur volvieron a quedarse en silencio. Esta vez ni para enfrentarse con alg¨²n c¨¢ntico con el resto del estadio. Nada. Tampoco ayud¨® el desarrollo de un partido en el que Simeone dio descanso a su defensa titular, pero no a pesos pesados como Koke o Mandzukic. El croata estuvo acompa?ado en ataque por Ra¨²l Jim¨¦nez, por momentos excesivamente exaltado, mientras que al medio espa?ol lo proteg¨ªan Mario y Sa¨²l.
El Hospitalet trat¨® de armarse bien en defensa pero con ello perdi¨® toda posibilidad de luchar por poseer el bal¨®n. No es que el agobio de los rojiblancos fuera constante pero el hecho de que el guion lo marcase el conjunto de Simeone le apartaba bastante del desarrollo del a historia. No tuvo fortuna el conjunto de Kiko Ramirez cuando Mario remat¨® a porter¨ªa con la pierna izquierda y el rechazo le cay¨® a Mandzukic dentro del ¨¢rea, que solo y sin marca enga?¨® a Craviotto con un disparo raso.
A partir del gol el p¨²blico se fue enganchando progresivamente al partido con la consiguiente mejora en el desarrollo del juego del Atl¨¦tico. Los laterales, tanto G¨¢mez por la derecha como el canterano Iv¨¢n P¨¦rez por la izquierda, pisaron a menudo campo rival lo que estir¨® aun m¨¢s el campo a favor de los rojiblancos. Aunque la figura de Oblak fue por momentos testimonial, el portero esloveno se vio sorprendido por un buen disparo de Alcaraz desde fuera del ¨¢rea. El bal¨®n super¨® por alto al portero esloveno, que sigue sin dar muestras de poder poner en liza la titularidad de Moy¨¢. Con el gol se creci¨® el Hospitalet, que lleg¨® a disponer de m¨¢s oportunidades concentradas en un lapso de cinco minutos que en el resto del partido. Sin embargo, el marcador volvi¨® a moverse del lado rojiblanco. En un contragolpe el bal¨®n lleg¨® a Koke y este se lo puso en la cabeza a Mandzukic para que en un remate en plancha marcase su segundo gol. Pero la cosa iba de neutralizarse y Alcaraz, de nuevo con un gran golpeo desde fuera del ¨¢rea volvi¨® a superar a Oblak y a establecer el empate. De los tres protagonistas del partido, uno seguro que tratar¨¢ de olvidarlo lo antes posible. Y eso que no colecciona muchos.
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