Dos grandes pasando la ITV

En un sistema de competici¨®n como el actual, donde la clasificaci¨®n tiene una importancia relativa pues los playoffs de junio ofrecen una posible redenci¨®n de los pecados cometidos anteriormente, los partidos entre los dos grandes rivales tiene m¨¢s significado como punto de revisi¨®n que de definici¨®n. Es una especie de doble ITV anual donde miden fuerzas, mandan recados y dejan sensaciones a la espera que lleguen los enfrentamientos donde se deciden los t¨ªtulos. En esta primera toma de contacto liguera, el Barcelona sale fortalecido no s¨®lo por la victoria, sino porque durante todo el partido dio la sensaci¨®n de tener las cosas m¨¢s claras, las ideas m¨¢s frescas, la convicci¨®n en su juego m¨¢s afianzada. No jug¨® un partido para el recuerdo, ni mucho menos, pero s¨ª tuvo m¨¢s energ¨ªa, supo leer en todo momento las claves del partido, las fallas que mostraba la defensa madridista, la zona del campo donde su superioridad era manifiesta. Estas se produjeron generalmente en las cercan¨ªas del aro, donde hizo sangre a la endeble resistencia blanca y el mal partido de todo su arsenal interior. Viendo la tripleta que tiene en la enfermer¨ªa, Navarro, Oleson y Abrines, no es descabellado pensar que su potencial va m¨¢s all¨¢ de lo mostrado, lo que resulta otro elemento que incide sobre una posible superioridad actual en recursos y potenciales con respecto al Real Madrid.

Vive momentos confusos el equipo dirigido por Pablo Laso. En unos pocos meses parece haberse esfumado el aura que acompa?¨® al equipo durante casi toda la temporada pasada. De un equipo s¨®lido, fiable, con una rotaci¨®n que sab¨ªamos de memoria, una defensa expeditiva y fulgurantes transiciones, se ha pasado en un abrir y cerrar de ojos a un colectivo desnortado, donde Laso prueba y prueba sin dar con la tecla, con unos cuantos fichajes sobre los que siguen existiendo sospechas sobre su idoneidad y un ¨¢nimo general que se encuentra a a?os luz de otros tiempos muy recientes. Tan lejos queda que ni siquiera la justificaci¨®n de estar en los meses de preparaci¨®n parece suficiente. El giro de casi 180 grados parece excesivo, ni siquiera argument¨¢ndolo con la ausencia de t¨ªtulos con los que termin¨® el curso pasado.

El partido fue de m¨¢s a menos, con el Barcelona mandando casi siempre con claridad, por encima de que el debate no pudiese darse por cerrado hasta los ¨²ltimos minutos. Su superioridad debajo de los tableros fue enorme y resulto a la postre definitiva. Tomic, Pleiss o Doellman produjeron todo lo que no hicieron Bourousis, Felipe, Mejri y Ay¨®n, con el que Laso cont¨® muy poco. Con esto y el juego generado por sus dos bases, Marcelinho y Satoransky, que una y otra vez se aprovecharon de la endeblez defensiva de los bases madridistas, fue suficiente para vivir una tarde relativamente tranquila. Ni siquiera le hizo falta punter¨ªa en sus lanzadores, circunstancia hasta cierto punto l¨®gica cuando tienes lesionados a tus mejores ca?oneros. Estas ausencias propiciaron el debut de Jackson, al que se le vieron m¨¢s maneras que nervios en su primera participaci¨®n como azulgrana.

Pocas noticias buenas trajo el partido para los blancos, que se vuelven a Madrid con una nueva derrota y m¨¢s dudas si cabe que con las que se presentaron en el Palau. Muchos jugadores fuera de foco, el efecto Sergio Rodr¨ªguez inutilizado y cierta sensaci¨®n de disgusto general, representado en caras y alg¨²n reproche. Tampoco el calendario les va a dar tregua, pues el futuro m¨¢s cercano se presenta con un par de duras ascensiones esta misma semana. El martes ante Unicaja, l¨ªder en cabeza de la Liga, y el viernes en Belgrado, lugar nada amistoso, volver¨¢n a ser exigidos. Pero por encima de lo puntual, resulta m¨¢s preocupante observar que lo que cost¨® tanto crear, parece, al menos por ahora, desmantelado y de aquel equipo vigoroso y entusiasmante s¨®lo queda el recuerdo. En resumen, que la ITV dej¨® muchas m¨¢s reparaciones pendientes para blancos que para azulgranas.

Los azulgrana salen fortalecidos por tener las ideas m¨¢s claras y mayor convicci¨®n