Martin, no nos falles
En Noruega se vive de manera ambivalente el fichaje del joven Odegaard por el club madridista: tan importante resulta su ¨¦xito deportivo como que no pierda la cabeza
Es un acontecimiento nacional. El hito m¨¢s importante del f¨²tbol noruego en toda su historia. Martin Odegaard (la doble aa se pronuncia o) est¨¢ en boca de todos. Los medios de comunicaci¨®n no hablan de otra cosa. En el pa¨ªs de los fiordos, aunque muchos piensen lo contrario, el f¨²tbol es el deporte rey. Sus habitantes son ac¨¦rrimos seguidores de la Premier League ¡ªcon 30.000 desplazamientos a las islas brit¨¢nicas por temporada¡ª, aunque la opci¨®n preferida es la Liga espa?ola. En medio de este panorama, el Bar?a es el equipo que m¨¢s camisetas vende en Oslo. El fichaje del fen¨®meno adolescente por el Real Madrid tiene tintes de cambiar todos estos datos.
Sin embargo, tanto en la calle como en los medios de comunicaci¨®n, la gente est¨¢ dividida. Los hay que ven con buenos ojos el fichaje de la joven estrella. Jostein Flo, entrenador de Martin hasta la fecha, que se muestra encantado de haber contribuido a su desarrollo, es uno de ellos. En sus declaraciones a los medios noruegos ha repetido en varias ocasiones que para progresar es muy importante empezar as¨ª de temprano. Odegaard tiene 16 a?os.
Martin es poco m¨¢s que un ni?o que ha destacado en una liga con escasos profesionales, y en una selecci¨®n de segunda (o tercera) categor¨ªa
Pero los entusiastas no se mojan mucho m¨¢s. Los noruegos tienen muy arraigado en su cultura y en su educaci¨®n que nadie es mejor que nadie. En muchos casos, est¨¢ incluso muy mal visto destacar. Un punto de vista que choca frontalmente con lo que significa firmar por el Real Madrid de Florentino P¨¦rez, aquel que invent¨® los gal¨¢cticos porque las estrellas se le quedaban peque?as. De ah¨ª que muchos otros piensen que lo mejor hubiera sido esperar otro par de a?os antes de dar el gran salto.
Martin Odegaard es poco m¨¢s que un ni?o que ha destacado en una liga en la que los profesionales se pueden contar con los dedos de la mano, y con una selecci¨®n de segunda (o tercera) categor¨ªa. Su equipo hasta la fecha, el Stromsgodset, es el representante de Drammen, una peque?a ciudad industrial a una hora al norte de Oslo. Ahora habr¨¢ que verle cara a cara con algunos de los mejores futbolistas del mundo. Algo que puede suponer ilusi¨®n y v¨¦rtigo a lo desconocido a partes iguales. En su pa¨ªs, muchos describen a Odegaard con un dicho popular que reza: ¡°Tiene las piernas bien plantadas en el suelo¡±. No se refieren a t¨¦rminos futbol¨ªsticos, sino humanos.
Hasta hace muy pocos a?os, el mapa noruego era un punteo de granjas m¨¢s o menos alejadas entre s¨ª
Aunque nadie en el pa¨ªs n¨®rdico duda del extraordinario talento de Martin, todos asumen que va al Madrid a aprender y a desarrollarse como jugador, y aplauden la posibilidad de que su futura experiencia nutra al resto de la selecci¨®n.
Algunos de los mejores momentos de Odegaard.
Una buena forma de comprender c¨®mo ven los noruegos este fichaje es imaginarse c¨®mo era su mundo hasta hace muy pocos a?os. El mapa era un punteo de granjas m¨¢s o menos alejadas entre s¨ª. Cuando un granjero ve¨ªa a alguien acercase a su puerta, experimentaba dos sentimientos encontrados: la excitaci¨®n por una novedad que rompiese con su rutina y la incertidumbre temerosa de no saber qu¨¦ querr¨ªa el nuevo visitante. As¨ª es con el fichaje de Martin. Tan importante es su ¨¦xito deportivo como que siga siendo lo que es: un buen chaval.
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