Mal Madrid, peor Cristiano
El C¨®rdoba merece la victoria, pero sucumbe ante un equipo blanco impotente Ronaldo es expulsado por patear con sa?a a Edimar
El ¨²nico Madrid que hubo en El Arc¨¢ngel fue el C¨®rdoba, que se gan¨® todos los honores. Gole¨® a su imponente rival en actitud y aptitud, pero perdi¨® por uno de esos milagros que depara el f¨²tbol, tan escurridizo a veces. Un juego en el que, en ocasiones, el resultado es una ganga inmerecida. Un c¨®rner y un penalti ya a punto de bajar el tel¨®n, le permitieron al peor Madrid en meses cantar un bingo tan inmerecido como inesperado. Hasta el gol de Bale, nadie simboliz¨® mejor la insuficiencia visitante que Cristiano Ronaldo, el p¨®ster de la impotencia. Con el f¨²tbol en curso no dijo ni mu, pero a diez minutos del final, el portugu¨¦s pate¨® con sa?a a Edimar y fue expulsado. Si el gesto fue reprochable, lo de su salida del campo no tuvo nombre. Lejos del arrepentimiento, CR tuvo otro brote de vedetismo extremo y se fue del campo mientras sacaba brillo al escudo de la FIFA que distingue al Madrid como campe¨®n del Mundial de Clubes. Un brillo que el luso y sus compa?eros no esparcieron sobre el c¨¦sped. Mal el Madrid, peor a¨²n su estrella. El estrellato es otra cosa, la humildad debiera ser esencial.
C¨®rdoba, 1-Real Madrid, 2
C¨®rdoba: Juan Carlos; Gunino, Pantic, Crespo, Edimar; Deivid, Rossi; Beb¨¦, Fede Cartabia, Ghilas, Florin (Fede Vico, min.79).
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Coentrao, min.71); Kroos, Khedira (Illaramendi, min.63), James Rodr¨ªguez (Jes¨¦, min.79); Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.
Goles: 1-0, M.02: Ghilas, de penalti. 1-1, M.26: Benzema. 1-2, M.88: Bale, de penalti.
Arbitro: Alejandro Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez (Comit¨¦ Las Palmas). Expuls¨® con roja directa al visitante Cristiano Ronaldo (m.82) y por doble amarilla al local Fede Cartabia (m.60 y m.87). Adem¨¢s, amonest¨® por parte del C¨®rdoba a Rossi (m.56) y por el Real Madrid a Sergio Ramos (m.1), Khedira (m.62) y Carvajal (m.74).
Aforo lleno en el Nuevo Arc¨¢ngel de C¨®rdoba (m¨¢s de 21.000 espectadores).
En C¨®rdoba, el supuesto Madrid fet¨¦n fue un cero, un p¨¢ramo. La nader¨ªa absoluta, ni chiribitas, puro fogueo ante un Juan Carlos al que solo tir¨® de la hamaca a bal¨®n parado. Aburguesado, el l¨ªder no tuvo una pizca de f¨²tbol, compiti¨® mal y se pase¨® a ratos. Por mucha que sea la brecha entre su rango el del C¨®rdoba, todo partido exige unos m¨ªnimos. Algo de ¨¢nimo, por ejemplo, el que tuvo el loable conjunto andaluz desde su traca inici¨¢tica. Un discutible penalti de Sergio Ramos, extraviado en los ¨²ltimos tiempos, en el primer minuto. El centro de Bebe dio en una mano del madridista, pero m¨¢s bien pareci¨® de rebote. Los brazos de Ramos cubr¨ªan su tronco, sin molinillos. Lo denunci¨® un asistente, no el ¨¢rbitro, y el argelino Ghilas anot¨® de maravilla.
Un gol casi desde el calentamiento al que el Madrid apenas ofreci¨® respuesta hasta que Bale compr¨® loter¨ªa y expi¨® a Cristiano en el ocaso del encuentro. Mientras, el equipo estuvo momificado, sin gancho, fl¨¢cido en todos los asaltos con los blanquiverdes. El grupo de Djukic impuso su entusiasmo, con el ¡°s¨ª se puede¡± grabado a fuego, con el alma en cada disputa. Lo contrario que su oponente, tan chato para todo, desconectados unos de otros todos sus futbolistas, sin nadie inspirado. Ramos y Varane con la caraja, los laterales contenidos, Khedira dispersado y con la cabeza lejos de Madrid, Kroos bajo de dep¨®sito, James a la sombra y Cristiano y Bale fuera de foco, dimitidos, solo activados con la pelota detenida. Tan solo Benzema, tantas veces se?alado por su aparente aflicci¨®n, se dejaba ver. El caso de James result¨® significativo. Khedira no es Isco, ausente por molestias, pero el colombiano s¨ª tiene duende. Sin el malague?o, y con Modric a¨²n convaleciente, el Madrid precisaba como nunca a un James ilustrado. No fue as¨ª, y el cafetero se perdi¨® en el barbecho general. Nadie borr¨® la huella de Isco y la rutilante BBC se sinti¨® aislada.
Con j¨²bilo y mucho orden t¨¢ctico, el conjunto local fue un equipo con suelas desgastadas, firme para no conceder m¨¢s que un par de ocasiones y sin complejos para dar la lata a la zaga madridista. Al Madrid le cay¨® del cielo un gol de Bezema tras una pelota peinada por Bale despu¨¦s de un c¨®rner ejecutado por James. Ning¨²n otro dictado tuvo el l¨ªder, que las pas¨® canutas con los acelerones de Bebe, el forcejeo perpetuo de Andone, las embestidas de Ghilas y las sutilezas de Cartabia. Todos estuvieron a un pelo del gol, sobre todo Andone, que remat¨® al larguero tras una pifia de Varane. No hab¨ªa rastro del Madrid, al que los cambios en nada mejoraron.
El gigante era el C¨®rdoba, a¨²n m¨¢s aliviado tras la expulsi¨®n del cortocircuitado Ronaldo. 43 a?os esperando el regreso del Madrid y ten¨ªa el para¨ªso a la vista. Entonces, Bale tuvo una falta a favor, lo que ya de por s¨ª es motivo de inquietud para cualquiera, lo mismo da que el gal¨¦s haya estado ausente. Su disparo se estrell¨® en el codo de Cartabia, incrustado en la alambrada de la barrera. Al contrario que Ramos, el cordobesista cubri¨® parte del per¨ªmetro de su cuerpo con el brazo. Penalti y expulsi¨®n. Bale alivi¨® al Madrid en un d¨ªa espantoso y redimi¨® a Cristiano. La ley de los grandes, pero salves al C¨®rdoba.
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