Ingratas tablas

Como cabe esperar de un deporte que se juega con los pies y un esf¨¦rico, el f¨²tbol premia en ocasiones cuando no se merece. Algo de eso ocurri¨® en Riazor con dos contendientes que encontraron el gol en los momentos que menos lo enfocaron. Igual es lo l¨®gico entre quienes se debaten en la magra pelea por la permanencia que ocupa a la mitad de los equipos que conforman el campeonato. Ah¨ª siguen y previsiblemente seguir¨¢n Deportivo y Granada, en perenne constipado porque la manta corta del balompi¨¦ apenas les tapa. Igualaron en un partido con m¨¢s goles que f¨²tbol, resultado que no cubre expectativas: el Granada sigue colista y no gana un partido desde la cuarta jornada, el Deportivo, que aspiraba a aprovechar tropiezos ajenos y ganar distancia en la clasificaci¨®n respecto a la cola, no logra ni siquiera igualar la diferencia de goles respecto a su rival. A estas alturas ya ambos deben haber intuir que pocas cosas salen como se esperan.

El Deportivo tuvo el triunfo en la mano durante bastantes minutos, el Granada pudo llev¨¢rselo en una acci¨®n final en la que sembr¨® el p¨¢nico en el ¨¢rea local, pero nadie expuso argumentos de peso como para definirse como ganador en un partido alumbrado con luces cortas, abanicado a base de errores. Fueron los fallos los que le dieron vida, los que provocaron sus virajes. El primer volantazo casi ech¨® al Deportivo del sendero por el que esperaba transitar. Aletargado, con una falta de intensidad y de atenci¨®n inexplicable en un equipo que se juega media vida, los chicos de V¨ªctor Fern¨¢ndez invitaron al Granada a entrar hasta la cocina de Riazor. Le dieron una alegr¨ªa a Piti, que desde su posici¨®n predilecta de mediapunta pudo cantar gol por primera vez en diez meses, una belleza adem¨¢s porque extrajo toda la clase de su zurda para colocar una rosquita en la red, uno de esos remates que se sue?an desde la frontal. El paso del partido mostr¨® que a Piti no le sobra aliento, pero la zaga deportivista le dio tiempo y espacio para lucirse mientras lo tuvo.

El gol da?¨® al Deportivo, pero el Granada cometi¨® entonces su pecado porque no supo explotar la debilidad mental de su oponente, desacertado, alterado por la desventaja, apurado porque justo cuando esperaba ofrecer buenas noticias, con casi todo el plantel disponible por primera vez tras muchas jornadas, se encontr¨® con un gol en contra. Se anquilos¨® el Deportivo, expuesto una vez m¨¢s al burbujeo de Cavaleiro, futbolista que da su mejor rendimiento cuanto menos toca la pelota o trata de ayudar en la circulaci¨®n, cuando va al espacio. Se empe?¨® en participar y el equipo no s¨®lo se atranc¨® sino que perdi¨® colmillo, desdentado hasta que desde la grada, que al contrario que hace un par de temporadas ya no pasa una, brotaron los pitos. Surgi¨® entonces el orgullo y en esa tesitura siempre se encuentra a ?lex Berganti?os, autor de los dos mejores pases de un partido sin pasadores. El primero sirvi¨® para que naciese el primer empate, el segundo pudo ser la sentencia si Fari?a atina en su control. Berganti?os tuvo la pausa y la visi¨®n perpendicular de la que otros carecieron. Marc¨® Jos¨¦ Rodr¨ªguez y el Deportivo se comenz¨® a quitar una losa que acab¨® de sacar Lucas P¨¦rez, trabajador como se le supone, pero tambi¨¦n fino e intencionado. Diferente. Volvi¨® a marcar en su reaparici¨®n como titular tal y como lo hiciera en su debut ante el Valencia. Adelant¨® al Deportivo y castig¨® al Granada, que se cay¨® tras un mal control de El Arabi aprovechado por Sidnei para lanzarse hacia la meta como el delantero que un d¨ªa so?¨® ser. Grandull¨®n y contundente, el central brasile?o tiene alma de wing argentino.

Era la primera remontada en lo que va de campa?a para el Deportivo, pero el partido pronto se puso peligroso para sus intereses. Abel Resino expuso su munici¨®n sobre todo con Rochina tras el punta, que algo de talento no sobraba en el c¨¦sped. No apret¨® el Granada a Fabricio, pero flotaba una falta de contundencia que invit¨® a una nueva igualada. Pen¨® el Deportivo por no aprovechar sus opciones, una fabricada en solitario por Luis Fari?a, otra clar¨ªsima de Toch¨¦ tras una imprecisi¨®n de Oier a la salida de un c¨®rner. Y careci¨® de la prudencia para no cometer faltas que provocasen situaciones en su ¨¢rea. En la ¨²ltima de una larga lista de nuevo falt¨® fiereza en el juego a¨¦reo y tras dos toques de jugadores del Granada la pelota le cay¨® a Ib¨¢?ez, que remat¨® a la red. Lleg¨® entonces el desasosiego, Fari?a se expuls¨® al caer en una trampa que le tendi¨® Fran Rico y responderle con una leve bofetada que tumb¨® como si fuese un Tyson de Villa Fiorito al centrocampista gallego del Granada. ¡°El sistema nervioso est¨¢ disparado y tenemos que saber controlarlo¡±, glos¨® al final V¨ªctor Fern¨¢ndez. El error individual del argentino lo pagar¨¢ el colectivo porque la previsible sanci¨®n a su mejor futbolista le dejar¨¢ de nuevo sin ¨¦l justo cuando acaba de salir de su segunda lesi¨®n de la temporada, un desastre para el Deportivo porque si algo dej¨® claro el partido, es que a estos niveles, en la lucha por la permanencia, una m¨ªnima pizca de talento cunde como el mejor perfume.