El bal¨®n ten¨ªa trampa

La evoluci¨®n estrat¨¦gica y tecnol¨®gica en el f¨²tbol americano es constante. El entrenador se comunica con el quarterback en el terreno de juego por medio de un micr¨®fono, se estudia qu¨¦ materiales de equipaci¨®n son mejores para combinar la protecci¨®n con la agilidad del jugador, y se analizan datos estad¨ªsticos para elaborar las t¨¢cticas de ataque y defensa.

Pero, aun as¨ª, se conserva un elemento supuestamente intangible: el quarterback lanza una pelota, y otro jugador la recibe y corre con el objetivo de llegar a la l¨ªnea final del terreno para anotar. Esta intangibilidad, sin embargo, tambi¨¦n est¨¢ medida al detalle. Lo evidencia una cifra muy precisa: 0,14 kilos por cent¨ªmetro cuadrado.

Ese es el origen de la pol¨¦mica que sacude a los New England Patriots, que el pr¨®ximo domingo juegan la Super Bowl contra los Seattle Seahawks. Una investigaci¨®n preliminar ha determinado que los Patriots usaron pelotas menos infladas de lo permitido en el partido que les dio acceso a la final de la liga de f¨²tbol americano (NFL). El entrenador del equipo de Boston, Bill Belichick, y su estrella, Tom Brady, han dicho desconocer que las pelotas estaban deshinchadas.

La diferencia de aire puede resultar clave: una pelota m¨¢s blanda es m¨¢s f¨¢cil de lanzar y de agarrar

El caso, que los medios han bautizado como deflate-gate, ha abierto un amplio debate en la NFL y en su entorno que versa desde an¨¢lisis cient¨ªficos y meteorol¨®gicos hasta el alcance del juego sucio. El reglamento establece que las pelotas deben estar infladas entre 12,5 y 13,5 libras por pulgada cuadrada, lo que equivale a entre 0,88 y 0,95 kilos por cent¨ªmetro cuadrado; y supone un peso de unos 400 gramos. Seg¨²n la cadena televisiva ESPN, que destap¨® el esc¨¢ndalo, 11 de las 12 pelotas suministradas estaban infladas 2 libras por pulgada cuadrada por debajo de lo permitido, equivalente a 0,14 kilos por cent¨ªmetro cuadrado.

Esa diferencia de aire puede ser clave: una pelota m¨¢s blanda es m¨¢s f¨¢cil de lanzar y de agarrar por el jugador que la recibe. Sobre todo si se juega en un ambiente h¨²medo y lluvioso como sucedi¨® la noche del domingo 18 en la aplastante victoria de los Patriots sobre los Indianapolis Colts (45-7) en la final de conferencia AFC. Seg¨²n la investigaci¨®n preliminar, la NFL ha hallado evidencia de que se usaron pelotas desinfladas, pero solo en la primera parte del encuentro. El resultado en la primera parte fue de 17-7 y en la segunda de 28-0.

Mientras investiga lo sucedido, la liga ha avanzado que efectuar¨¢ una revisi¨®n general sobre la cadena de custodia de los balones en un partido. Actualmente, cada equipo suministra el conjunto de balones que usa en las jugadas de ataque, y el equipo local suministra otros de reserva. Los ¨¢rbitros inspeccionan las pelotas dos horas y cuarto antes del inicio del partido para determinar si cumplen los requisitos de presi¨®n de aire y de peso. Pero tras ser aprobados, los balones pasan a ser vigilados por unos auxiliares de cada equipo, por lo que te¨®ricamente no ser¨ªa dif¨ªcil alterarlos.

En 2007, los Patriots fueron multados por grabar las se?ales defensivas de un rival, algo prohibido por la NFL

El reglamento fija una multa de hasta 25.000 d¨®lares por modificar las pelotas y puede acarrear un acto disciplinario. En numerosas comparecencias de prensa en los ¨²ltimos d¨ªas, los Patriots han negado cualquier irregularidad. ¡°Seguimos todas las reglas¡±, dijo Belichick al anunciar los resultados de una investigaci¨®n interna del club.

Una de las posibles explicaciones que ha dado el entrenador es que las condiciones atmosf¨¦ricas en el exterior pueden afectar a la presi¨®n del aire del bal¨®n, sobre todo si est¨¢ hinchado en la franja baja de los l¨ªmites establecidos por la NFL. A la espera de las conclusiones de la investigaci¨®n, la desconfianza con los Patriots y su entrenador existe. En especial, porque en 2007 el equipo fue multado por grabar las se?ales defensivas de un rival, algo prohibido por la NFL.