Un altar para Valero
Qatar engulle a Polonia(29-31) y se convierte en el primer pa¨ªs asi¨¢tico que disputar¨¢ la final de un Mundial de balonmano
De acuerdo. Pr¨¢cticamente todo es postizo, fruto de una millonada y de una ambici¨®n desmedida por lanzar un mensaje al mundo. Un pabell¨®n de cinco estrellas perdido en el desierto; una ciudad volcada con un deporte al que hasta hace unos d¨ªas ni siquiera pon¨ªa en el mapa; aficionados de importaci¨®n, que lo mismo se ponen la camiseta granate que inmediatamente despu¨¦s una roja; y una serie de jugadores multinacionales, de Francia, Cuba, Bosnia o Espa?a, qu¨¦ m¨¢s da, balbuceando un himno completamente ajeno a ellos, por orden del de arriba, del emir, que para eso pone la pasta.
Polonia, 29-Qatar, 31
Polonia: Szmal; Daszek (3), Rojewski (1), Michal Jurecki (9), Grabarczyk (-), Jurkiewicz (5) y Krajewski (-) -equipo inicial- Wyszomirski (ps), Orzechowski (-), Bielecki (1), Wisniewski (2), Bartosz Jurecki (3, 2p), Maslowski (-), Syprzak (2), Szyba (3) y Chrapkowski (-).
Catar: Stojanovic; Memisevic (2), Markovic (5, 1p), Mallash (6), Capote (6), Hassab Alla (5) y Fern¨¢ndez (1) -equipo inicial- Saric (ps), Mabrouk (-), Roine (3), Al-Karbi (-), Damjanovic (-), Benali (1), Madadi (-), Hamdoon (2) y Zakkar (-).
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 7-5, 9-7, 10-10, 11-13 y 13-16 (Descanso) 14-18, 16-21, 19-22, 19-23, 23-26 y 29-31 (Final).
?rbitros: Stojkovic y Nikolic (SRB). Excluyeron por dos minutos a Grabarczyk, Michal Jurecki, Rojewski y Bartosz Jurecki (2) por Polonia; y a Mabrouk y Hassab Alla por Catar.
Lleno en el Lusail Hall de Doha ante 15.300 espectadores.
Efectivamente, todo es muy sui g¨¦neris. Pero lo que nadie puede negar es que lo que ha conseguido Valero Rivera es una obra descomunal, a la altura de la magnanimidad del objetivo de Qatar, el primer equipo asi¨¢tico que luchar¨¢ por la Copa del Mundo. De la mano del entrenador espa?ol, la selecci¨®n del emirato ha alcanzado la final del Mundial, de su Mundial, de un torneo en el que s¨ªmbolos como Alemania, Suecia, Croacia o Dinamarca han ca¨ªdo a la cuneta sin remedio mientras ella, novel en esto del balonmano, aspira a encumbrarse e ir abriendo senda en el escenario deportivo que desde hace tiempo figura en su punto de mira, al precio que sea.
Qatar tumb¨® a Polonia (29-31), engullida poco a poco por la anaconda a la que ha dado vida Valero. Y eso que comenz¨® mandando el hu¨¦sped europeo, rocoso y fuerte, descompuesto conforme avanz¨® el duelo y la anfitriona materializ¨® el plan de su t¨¦cnico. Dispone de buenos medios el espa?ol, de laterales inmensos como Markovic ¨Cmejor goleador del campeonato, con 60 tantos en ocho encuentros¨C, Capote o Roine, y de un portero de lujo como Saric, pero el ¨¦xito lleva su sello. ?l ha moldeado un equipo con una primera l¨ªnea poderosa y extremos punzantes, con jugadores que han crecido de forma asombrosa con su m¨¦todo. Caso del asturiano Borja Vidal, un mastodonte que hasta hace nada jugaba al baloncesto y ahora guerrea en los seis metros como si fuese un pivote desde su infancia.
Polonia estuvo muy tierna y Qatar, bajo la permisividad arbitral y parapetada en un colosal Saric ¨Crecibi¨® otra vez el MVP del partido, el cuarto¨C, se la zamp¨®. Valero, que rode¨® la pista como un torero para saludar al p¨²blico, repite una y otra vez que est¨¢ en deuda con el emirato por el proyecto y la disposici¨®n que le ha ofrecido. ¡°Estoy feliz por el pa¨ªs, por el gobierno, por los jugadores, por la gente. Hoy ha sido un d¨ªa incre¨ªble para nosotros¡±, afirm¨® Valero; ¡°la clave de nuestro ¨¦xito es que hemos podido trabajar como un equipo, no como una selecci¨®n. Debo mucho a este pa¨ªs¡±. Pues a ¨¦l le deben un altar.
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