Lucas Silva, el alumno aplicado

Alemania, escenario de alto calibre futbol¨ªstico, ha dejado una profunda cicatriz en la carrera del joven Asier Illarramendi. El curso pasado, el centrocampista vasco padeci¨® lo indecible en la volc¨¢nica noche de Dortmund, frente al Borussia, cuando el t¨¦cnico Carlo Ancelotti decidi¨® alinearlo como titular en la vuelta de los cuartos y el medio no estuvo a la altura. Desbordado por la atm¨®sfera y los rivales, vivi¨® una aut¨¦ntica pesadilla que a¨²n le persigue. Aquel d¨ªa, Illarramendi perdi¨® la confianza de Carlo Ancelotti, que percibe en ¨¦l un buen remiendo para citas de menor calado que las continentales, pero adivina lagunas impropias en un jugador al que, considera, a¨²n le falta un punto de cocci¨®n.

El medio se desenvuelve como buen observador, como un int¨¦rprete avezado del juego

Anoche, El Palomo, como es conocido en el vestuario blanco, presenci¨® el duelo frente al Schalke desde el banquillo. S¨®lo dispuso de seis minutos residuales, al final. Ancelotti ten¨ªa dos opciones: ofrecerle una rev¨¢lida y darle una espaldarazo, desmarc¨¢ndose de la opini¨®n general de la grada del Bernab¨¦u, o bien enviarle un nuevo mensaje entre l¨ªneas. Y al t¨¦cnico italiano, al que los 40 millones de euros que pag¨® su presidente por el jugador hace dos a?os no le condicionan lo m¨¢s m¨ªnimo, no le tembl¨® el pulso. Illarra, sentado en la banqueta. Otra vez. "Puse a Lucas porque era el m¨¢s fresco f¨ªsicamente¡±, adujo el preparador. ¡°No jug¨® el domingo y su condici¨®n f¨ªsica hab¨ªa mejorado".

No era una velada que invitase a las florituras. El aroma a azufre de la cuenca del Rhur, el c¨¦sped picado de Gelsenkirchen y la posibilidad de sobreexponer a un reci¨¦n llegado no impidieron que el entrenador transalpino se decantase por Lucas Silva, que ya disput¨® unos minutos el pasado s¨¢bado contra el Deportivo en la Liga, pero que todav¨ªa no hab¨ªa hecho su premiere en la Champions. Reclutado en el mercado de invierno del Cruzeiro, a cambio de 14 millones, el brasile?o es un alumno aplicado, de esos a los que no les gusta armar bulla y acatan sin rechistar el discurso del profesor.

Desde que puso el pie en Chamart¨ªn, como parche ante la ca¨ªda de Modric y los reiterados problemas de Khedira, el centrocampista se desenvuelve como buen observador, como un int¨¦rprete avezado pese a que s¨®lo acumula 22 primaveras y acaba de aterrizar en un marco tan complejo y ciclot¨ªmico como el de Chamart¨ªn. Bien asesorado, durante sus primeras semanas en el Madrid se ha ce?ido a cumplir ¨®rdenes y a intentar ganarse el respeto de un vestuario muy jerarquizado, que echa en falta un buen escudero para que Kroos tenga m¨¢s libertad de maniobra y no tenga que recorrer tantos kil¨®metros cada partido.

Opt¨® por una demostraci¨®n pr¨¢ctica para evitar los fantasmas que a¨²n acechan a Illarra

Por eso ayer, sobre el maltrecho verde del Veltins Arena, el brasile?o se ci?¨® a las exigencias del guion. Ning¨²n adorno, cero aderezos, ninguna acci¨®n por la que pudiera ganarse el reproche de sus nuevos compa?eros o de su t¨¦cnico. Desde el interior derecho, opt¨® por una demostraci¨®n pr¨¢ctica y minimalista para evitar los fantasmas que todav¨ªa acechan la mente de Illarramendi. En la l¨ªnea general del Madrid, cumpli¨® con un juego pulcro y sin aditivos, nada de osad¨ªas. Y eso que comenz¨® la noche con una falta peligrosa sobre H?ger, en la frontal del ¨¢rea. Despu¨¦s se atrevi¨® con un disparo lejano y a partir de ah¨ª, ocho robos y una secuencia prolongada de pases al primer o segundo toque, no m¨¢s: de los 57 que firm¨®, 52 llegaron a su destinatario. Un 91% de efectividad, al igual que Isco. S¨®lo Kroos, el jefe de operaciones, metr¨®nomo del Madrid, rubric¨® un rendimiento superior en ese apartado con un 94% de acierto.

"Demostr¨® orden y personalidad en el campo, jugando con sencillez y con ideas buenas", destac¨® tras el encuentro Ancelotti; "me ha sorprendido porque no es f¨¢cil jugar en este club por primera vez como ¨¦l lo ha hecho con 22 a?os. Tiene una personalidad bastante sorprendente¡±. Y tambi¨¦n una buena capacidad de adaptaci¨®n. "Me siento integrado", confes¨® el protagonista despu¨¦s de pasar por la ducha. Y lo agradece el Madrid.