Un mordisco a Luis Su¨¢rez
En muchos sentidos, son tiempos volc¨¢nicos para cierto periodismo, ardiente de morder con cualquier desmadre
Tras la lecci¨®n del Barcelona en Manchester del pasado martes, algunos medios brit¨¢nicos pasearon el partido por el fango y agitaron los fantasmas contra Luis Su¨¢rez. En una maniobra demencial, quisieron hacer creer que el uruguayo casi muerde de nuevo. ¡°Luis Su¨¢rez in fresh bite controversy? Surely not (?Pol¨¦mica por otro bocado fresco de Luis Su¨¢rez? Por supuesto que no¡±. As¨ª titulaba?The Telegraph en su edici¨®n digital. ¡°Has Luis Su¨¢rez been biting again? (?Ha mordido Luis Su¨¢rez otra vez?)¡±, apuntaba el Mirror, de los primeros en adulterar la llama. Son solo ejemplos, porque no fueron los ¨²nicos. Bast¨® el se?uelo para que el falso asunto corriera por las redes sociales, o qui¨¦n sabe si fueron las redes las que iluminaron a los medios. ?
No import¨® que las im¨¢genes exhibidas por los mismos medios certificaran sin duda que Su¨¢rez apenas agacha la barbilla tras ponerle Demichelis, zaguero del Manchester City, el antebrazo en la nuez. Se ha llegado a sostener que quiz¨¢ ese gesto con el ment¨®n obedeciera a un primer instinto de volver a las andadas. Como la cabeza de Su¨¢rez es de Su¨¢rez solo cabe la verdad, su acci¨®n, cristalina en este caso. De ser verificable lo del primer impulso estar¨ªamos ante un chico que, por ahora, ha logrado contenerse. Lo mismo dio, el ventilador de la porquer¨ªa ya estaba en marcha y m¨¢s de un medio habr¨¢ contabilizado suculentos pinchazos digitales. Otros muchos se habr¨¢n excitado al ver engordada su cuenta de seguidores tuiteros y dem¨¢s. Luis Su¨¢rez ya pag¨® con creces por sus horribles mordisqueos y tiene todo el derecho del mundo a que su imagen no se arrastre por el lodo sin m¨¢s ni m¨¢s. Enredar de forma intencionada y levantar a sabiendas falsas sospechas quiebra de ra¨ªz los m¨ªnimos c¨®digos ¨¦ticos. Y si alguien se los salta, al menos que sea desenmascarado, que no se le siga el juego, como se vio en la telara?a social y ciertos refugios medi¨¢ticos.
En muchos sentidos, son tiempos volc¨¢nicos para cierto periodismo, ardiente de morder con cualquier desmadre. Antes de la siguiente dentellada convendr¨ªa que se abriera de una vez un periodo de reflexi¨®n. Por mucha crisis que azote, no vale todo. Ni ahora, ni nunca. Esta vez, el mordisco se lo ha llevado el uruguayo. Nadie tendr¨¢ sanci¨®n por ello.
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