Balas de fogueo en el Deportivo

M¨¢s le vale al Deportivo que en mayo no se tenga que acordar de los dos puntos que se dejo ayer en Almer¨ªa porque, sin duda, los echar¨¢ en falta. Empat¨® un partido que fue suyo, en el que dispar¨® mucho, pero con balas de fogueo. Tan superior se vio que acab¨® ansioso, prisionero de la necesidad y la cercan¨ªa de la victoria porque adem¨¢s, cuando mayor era su dominio, se encontr¨® con la expulsi¨®n de Thievy y una superioridad num¨¦rica que no supo explotar. A¨²n as¨ª antes hab¨ªa tenido tiempo para pasarlo mal y permitir alguna ocasi¨®n clara de gol al rival, lo que no deja de ser un mal s¨ªntoma.

Pudo marcar de inicio Hemed, tambi¨¦n Dos Santos, porque el Deportivo comenz¨® tan ambicioso como contemplativo en defensa, despistado para abrigarse de la estrategia rival. Se ajust¨® de inmediato a partir de la pelota, de su control. Se la quit¨® al Almer¨ªa y lo convirti¨® en un equipo vulnerable al que someti¨® a un intenso bombardeo en cuanto anclado a ?lex Berganti?os control¨® el medio campo y zanj¨® el ida y vuelta.

Hasta 25 veces remat¨® el equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez, que por momentos propin¨® a su rival una monumental tunda futbol¨ªstica, pero sin punter¨ªa, con una carencia alarmante de recursos para definir all¨ª donde mandan los buenos. Porque tampoco puede afirmarse que el meta Juli¨¢n salvase el partido al Almer¨ªa. Y ese es otro mal s¨ªntoma para el Deportivo, que con todo y m¨¢s all¨¢ de sus desastres en las ¨¢reas dej¨® la sensaci¨®n de estar muy por encima de un rival directo, que festej¨® el empate a cero y mantener la media goleadora favorable como una gran victoria en una jornada en la que al menos tanto gallegos como andaluces consiguieron alejarse un punto de los puestos de descenso.

Al Deportivo le queda mal cuerpo porque fue superior cuando el partido le exig¨ªa m¨¢s y se top¨® con sus carencias cuando la inferioridad num¨¦rica del rival le demandaba soluciones que no supo encontrar. Se diluy¨® en su propia impotencia, en la de Oriol Riera, un delantero con movimientos y trazas de manual, un nueve que lo hace todo por el libro, pero que se est¨¢ encontrando con un muro ante la porter¨ªa rival. Se equivoca en la definici¨®n para echar por la borda todo lo bueno que hace antes de ella porque ayuda, se desmarca, trabaja para bajar balones y sacar al equipo hacia delante con tanta pulcritud que hasta enternece y casi se disculpa el borr¨®n final en el remate. Riera marra, pero ayer se evidenci¨® en medio de la bacanal de remates deportivistas que no estar¨ªa mal que tras ¨¦l jugase un pasador. Y Lucas P¨¦rez, demasiado concreto, siempre con la porter¨ªa en la mira, no lo es.

El Almer¨ªa se aturdi¨® ante la exhibici¨®n de juego del rival. Perdi¨® el hilo porque se convirti¨® en un equipo largo y desconectado y acab¨® sumido en protestas al ¨¢rbitro por dos expulsiones que no parecieron injustas y que en el caso de Thievy, muy revolucionado y proclive a soltar brazos en los saltos, incluso pudo haber llegado antes. Por el camino se fue al limbo un penalti de Dubarbier al despejar con el codo un centro al ¨¢rea. Pag¨® con el mal tr¨ªo arbitral sus limitaciones el equipo local, pero tuvo oficio para entender el partido y sufrirlo. Con diez sobre el campo se ech¨® atr¨¢s y encontr¨® salida en Edgar y Hemed. Al tiempo convirti¨® su defensa en un jerogl¨ªfico indescifrable para el Deportivo, que se ator¨® y baj¨® el ritmo de circulaci¨®n de la pelota justo cuando m¨¢s veloz ten¨ªa que rodar, cuando menos aliento ten¨ªa adem¨¢s para conducirla. Acab¨® con todo su armamento (tampoco le sobra) V¨ªctor Fern¨¢ndez en el c¨¦sped, pero jam¨¢s encontr¨® la munici¨®n.