¡°A lo mejor en mi carrera me falt¨® tener esa pizca de suerte¡±

Sergio Garc¨ªa (Bon Pastor, Barcelona; 1983) es el ¨²ltimo gran h¨¦roe del Espanyol que esta noche (22:00 horas, La Sexta) recibe en el Power8 al Athletic en las semifinales de la Copa del Rey (1-1, en la ida). Tras un viaje futbol¨ªstico que comenz¨® en la Masia y pas¨® por el Levante, el Zaragoza y el Betis, encontr¨® su casa en el Espanyol. ¡°Soy el capit¨¢n, con todo lo que eso significa aqu¨ª, despu¨¦s de que Dani Jarque haya llevado el brazalete. Me siento muy querido, y disfruto con que la gente se sienta orgullosa de m¨ª¡±, afirma. Y se le nota. En la ciudad deportiva, Sergio tarda cerca de 10 minutos en hacer el trayecto de 50 metros que separa la zona de los jugadores y el bar. Aut¨®grafos y fotos. Sonrisas y abrazos. Hasta una se?ora le recuerda que ella tambi¨¦n es del Bon Pastor y charlan unos minutos sobre la gente conocida del barrio. Al 9 no le molesta. Es su hora. ?l lo sabe, no lo disimula y lo disfruta.

Pregunta. ?Cree que a usted el reconocimiento le lleg¨® tarde en su carrera?

Respuesta. No sabr¨ªa decir si es que me lleg¨® tarde o no. Muchas veces en mi carrera he estado bien y es verdad que hubo tambi¨¦n otras ocasiones en las que no. A todo el mundo le gusta que le reconozcan, pero tambi¨¦n te lo tienes que ganar. La gente te reconoce cuando te ve bien.

P. ?Hizo en alg¨²n momento un cambio de chip?

R. Cuando te vas haciendo m¨¢s maduro, vas viendo y analizando otras cosas. A lo mejor ahora cuido m¨¢s que antes mi alimentaci¨®n. Cuando pasan los a?os, todas estas cosas te ayudan. La alimentaci¨®n tambi¨¦n es fundamental. Pero fue algo que se fue dando solo. No fue que de un d¨ªa para otro me dije: ¡°Me voy a cuidar¡±.

¡°Cuido m¨¢s mi alimentaci¨®n. Cuando pasan los a?os, todas estas cosas te ayudan¡±

P. ?Se plante¨® alguna vez por qu¨¦ no le sal¨ªan las cosas como ahora?

R. A lo mejor en alg¨²n momento de mi carrera me falt¨® tener esa pizca de suerte. Siempre se te pasa por la cabeza qu¨¦ hubiese pasado si hubiese contado con esa suerte. Pero, son cosas que pasan en el f¨²tbol y no hay que intentar buscar excusas. Mal jugador no era, eso lo ten¨ªa muy claro. Siempre he contado con el reconocimiento de mis compa?eros y eso, para m¨ª, es muy importante.

P. ?Qu¨¦ compa?ero le dijo algo que le haya sorprendido?

R. Hubo varios, pero, por ejemplo, Xavi en un partido con la selecci¨®n catalana me dijo que yo era un grand¨ªsimo jugador y que si segu¨ªa as¨ª pod¨ªa volver a la Roja. Me divierte jugar mientras con la catalana porque me junto con los buenos, tenemos la pelota, me lo paso muy bien.

P. Su padre tambi¨¦n le inst¨® a volver a la selecci¨®n.

¡°Xavi me dijo que era un grand¨ªsimo jugador y que si segu¨ªa as¨ª pod¨ªa volver a la Roja¡±

R. Me dijo que trabajara y me esforzara, para que pueda estar ah¨ª. Me pidi¨® que hiciera las cosas como yo s¨¦. ?l no me va a enga?ar, siempre ha estado muy presente en toda mi carrera. Antes ven¨ªa a todos los entrenamientos y me correg¨ªa cosas.

P. ?Es de esos padres pesados con los hijos?

R. No, para nada. Siempre ha buscado las mejores palabras para decirme las cosas y jam¨¢s me ha metido mucha ca?a. Yo de peque?o lo segu¨ªa a todas partes. Era futbolista y no me perd¨ªa ni uno de sus partidos. Estuvo una temporada en el Barcelona, con 18 a?os, y despu¨¦s jug¨® casi toda la vida en el San Gabriel. Mucha gente que lo vio jugar todav¨ªa me dice: ¡®Tu padre era mejor que t¨²¡¯.

P. Ahora parece que Xavi y su padre ten¨ªan raz¨®n, ?ve cerca, de nuevo, a la selecci¨®n?

R. Siempre he tenido la ilusi¨®n de volver [jug¨® en la Eurocopa de 2008]. Y nunca he perdido la esperanza. S¨¦ que hay momentos en los que no estuve en buena forma, pero cuando me encuentro bien, estoy pendiente de la lista. No le voy a enga?ar, me gustar¨ªa poder estar en la selecci¨®n. Pero primero, me tienen que salir bien las cosas en el Espanyol. Eso lo tengo claro.

¡°Si el Athletic juega al 100%, nosotros tenemos que jugar al 200% como en la ida¡±

P. ?C¨®mo se le dice no a 20 millones de euros [en el mercado de invierno tuvo una oferta por tres temporadas del club chino Hebei Fortune que dirige Antic]?

R. Cuando te ofrecen tanto dinero te lo tienes que pensar. El dinero es muy goloso, pero yo lo ten¨ªa claro: no me quer¨ªa ir a mitad de temporada. El equipo me necesita y yo estoy en un buen momento. Quiero volver a la selecci¨®n, aunque la posibilidad sea m¨ªnima, y el Espanyol est¨¢ a un paso de pasar a la final de la Copa. Son cosas que no s¨¦ si me pueden volver a ocurrir. No todos los a?os este equipo tiene la posibilidad de jugar una final y yo quiero estar ah¨ª. Este no iba a ser el a?o en el que yo no estuviera.

P. ?Qu¨¦ tiene que hacer el Espanyol para llegar a la final de la Copa?

R. Si el Athletic juega al 100%, nosotros tenemos que jugar al 200%. Como hicimos en San Mam¨¦s, en la ida, meter intensidad y velocidad.

P. ?Quiere una final contra el Bar?a?

¡°Me gusta que el entrenador sea cercano, como Ancelotti o Sergio¡±

R. Me da igual, en serio. Lo primero es el partido contra el Athletic y luego ya veremos.

P. ?Usted se siente muy lejos de jugadores como Messi o Cristiano Ronaldo?

R. Ellos est¨¢n por encima de todos.

P. Pero en un partido en el barrio, ?les tendr¨ªa miedo?

R. Tanto Messi como Cristiano son grand¨ªsimos futbolistas. A m¨ª me salen bien las cosas, pero ellos est¨¢n un escal¨®n por encima. Tienen una virtud: sabes lo que le van a hacer al defensor, pero se lo hacen de todas maneras. El defensa sabe que Cristiano se va a ir por potencia y, a¨²n as¨ª, se le va igual.

P. ?Con qui¨¦n le gustar¨ªa sentarse a hablar de f¨²tbol?

R. Por la manera de ser y por lo que veo a trav¨¦s de la prensa, con Ancelotti. Y no porque ahora est¨¦ en el Madrid. La gente habla muy bien de ¨¦l. Me gusta que el entrenador sea cercano al jugador y que le diga las cosas claras; ese t¨¦cnico que ayuda al futbolista y no el que s¨®lo le dice: ¡®Vas a jugar¡¯. Por ejemplo, nuestro m¨ªster, Sergio, es muy cercano. Eso el jugador lo agradece.

P. ?Por qu¨¦ pantalla del Candy Crush va?

R. Espero que se abran m¨¢s pantallas. Voy por la ochocientas y pico. El pesado de Capdevila me persigue: ¡®Sergio, p¨¢same esta pantalla que no puedo¡¯.