La vida del Bar?a empieza en la Copa
El hilo conductor azulgrana contin¨²a siendo Messi pero el juego ha variado con el tiempo
La Copa tiene un efecto terap¨¦utico en el Bar?a, rey de la competici¨®n despu¨¦s de ganar 26 t¨ªtulos en 36 finales, el ¨²ltimo en 2012. Cruyff levant¨® el dream team a partir del trofeo conquistado contra el Madrid de la Quinta del Buitre en Mestalla en 1990, el mismo d¨ªa que se discut¨ªa sobre la continuidad del entrenador holand¨¦s, y la hist¨®rica etapa de Guardiola empez¨® y acab¨® con la conquista del torneo en dos duelos con el Athletic. Ahora el protagonista es Luis Enrique, finalista en el a?o de su debut como entrenador del Barcelona, un club ahora mismo m¨¢s necesitado de t¨ªtulos que de protagonizar grandes partidos, un m¨¦rito que hoy corresponde a equipos como el Villarreal.
El estilo ya no es una cuesti¨®n innegociable en el Camp Nou. Hay consenso en que se impone entregarse a Messi. Y el f¨²tbol se articula alrededor del argentino y de sus dos socios en la delantera, Luis Su¨¢rez y Neymar. El tr¨ªo tard¨® tres minutos en resolver una eliminatoria de d¨ªas. La acci¨®n retrat¨® la mec¨¢nica de juego del Bar?a: el cambio de orientaci¨®n de Mascherano, la intervenci¨®n de Su¨¢rez, la asistencia profunda de Messi para el desmarque de Neymar y el alley-oop del brasile?o ante la salida de Asenjo. As¨ª de abrupto, vertical y disuasorio se ha vuelto el Barcelona por m¨¢s que todav¨ªa sea capaz de ligar 51 pases consecutivos en dos minutos y nueve segundos cuando el contrario despuebla el medio campo como pas¨® con el Manchester City de Pellegrini.
Entregados a Messi, fiados a su pegada, condicionados por el tanto de Neymar, que se reencontr¨® con el gol ¡ª26 en 33 partidos¡ª despu¨¦s de tres jornadas a cero, a los azulgrana les cost¨® jugar a f¨²tbol en el Madrigal. El partido solo interes¨® al Villarreal, un equipo bien hecho y con muy buenos futbolistas, ambiciosos y alegres, organizados colectivamente a partir del bal¨®n, faceta que en su d¨ªa domin¨® de forma magistral un Bar?a que prefiere el espacio desde la llegada de Luis Enrique.
El estilo ya no es una cuesti¨®n innegociable en el Camp Nou; hay consenso en que se impone entregarse a Messi.
El equipo de Marcelino precis¨® de cinco ocasiones para contar el gol del empate mientras que la efectividad del Bar?a qued¨® constatada en su primer tiro, el toque sutil de Neymar a pase de Neymar. No tiene suerte el Villarreal en sus duelos con el Barcelona, ni fuera ni en casa, soprendido por sus goles en propia porter¨ªa o por un tanto de ¨²ltima hora de Sandro.
Los azulgrana se remitieron constantemente al marcador y al signo de la eliminatoria, como si no les importara el encuentro, confundidos con la pelota, excesivamente defensivos, faltos de toque y de agresividad, a merced del bonito y est¨¦ril Villarreal. La lesi¨®n de Busquets aument¨® la desorientaci¨®n del Barcelona, un equipo todav¨ªa poco fiable y en plena transici¨®n, en la cancha y en la vida, siempre pendiente de la apariciones de Messi.
Al 10, sin embargo, le cuesta asociarse con los dos volantes, a veces sacrificados y en otras extraviados, con muy poco peso en el equipo y en el encuentro, relegados a la condici¨®n de secundarios despu¨¦s de haber peleado por el Bal¨®n de Oro precisamente con el propio Messi. La falta de control y de gobierno, la poca posesi¨®n del cuero, obligaron a intervenir a Luis Enrique en favor de Xavi, un futbolista capaz de juntar las l¨ªneas, de pautar la contienda, de domar a un rival que perdi¨® encanto para ganar dureza, expresada en la entrada de Pina a Neymar. Fern¨¢ndez Borbal¨¢n no dud¨® en expulsar al pivote del Villarreal.
La superioridad num¨¦rica ayud¨® al Barcelona a enfriar la contienda para despu¨¦s rematarla con un gol de Luis Su¨¢rez ¡ªel sexto en los ¨²ltimos seis encuentros¡ª, espl¨¦ndido en ganar la espalda a V¨ªctor Ru¨ªz despu¨¦s del pase al hueco de Mascherano, y un segundo tanto de Neymar. La final se presenta como el mejor argumento para el presidente Bartomeu camino de las elecciones estivales. La junta precisa de una cierta estabilidad y el comod¨ªn de la Copa le ayudar¨¢ a competir por la Liga, a la espera el d¨ªa 22 del Madrid, y a disputar la Champions, cuya continuidad est¨¢ bien encarrilada despu¨¦s de ganar en el Etihad Stadium en la ida de los octavos de final por 1-2.
Luis Enrique disputar¨¢ su primera final como entrenador del Bar?a mientras que para siete jugadores ser¨¢ la quinta desde 2009: Alves, Busquets, Iniesta, Pedro, Piqu¨¦, Xavi y Messi. El hilo conductor azulgrana contin¨²a siendo el 10. El juego, sin embargo, ha variado sustancialmente con el tiempo. Ahora sobresalen Neymar y Luis Su¨¢rez y, por otra parte, Mascherano tiene m¨¢s importancia que cualquier volante, incluido Xavi, m¨¢s importante como gestor del vestuario que de partidos. Nace un nuevo Bar?a en otra Copa.
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