Ocho goles, tres penaltis y un t¨ªtulo
Est¨¢ perdido en el recuerdo, salvo para unos poqu¨ªsimos, pero quiz¨¢ no haya habido nunca un Atl¨¦tico-Valencia como el del 23 de abril de 1950. Era la ¨²ltima jornada de Liga. Tres equipos llegaban con posibilidades de ser campeones: ellos dos y el Deportivo de La Coru?a, que ese d¨ªa jugaba en San Mam¨¦s. El Atl¨¦tico (32 puntos en 25 jornadas) ser¨ªa campe¨®n si ganaba o empataba. El Valencia (30 puntos) s¨®lo ser¨ªa campe¨®n si ganaba y el Depor (31) no pasaba del empate en San Mam¨¦s. Ganando los dos visitantes, ser¨ªa campe¨®n el Depor.
Fue tremendo. Se jug¨® en el viejo Metropolitano, situado al final de la bajada de Reina Victoria, a la derecha. M¨¢s o menos en el rect¨¢ngulo que ahora forman las calles Juan XIII, Santiago Rusi?ol, Conde de la Cimera y Beatriz de Bobadilla. Ah¨ª se vivi¨® mucho f¨²tbol, mucha emoci¨®n. Pero pocas tardes como esa.
A¨²n vive uno de los protagonistas de aquel partido, Antonio P¨¦rez Balada, por nombre futbol¨ªstico P¨¦rez a secas. Jug¨® con el Valencia, aunque hab¨ªa sido antes jugador del Atl¨¦tico, en a?os de posguerra reciente, cuando se llamaba Atl¨¦tico Aviaci¨®n.
Quiz¨¢ no haya habido nunca un Atl¨¦tico-Valencia como el del 23 de abril de 1950, en la ¨²ltima jornada. Fue tremendo
-Mi mujer ten¨ªa un problema de huesos. El clima de Madrid no le iba bien. Yo habl¨¦ con Juan Touz¨®n, el presidente, y le dije que nos ten¨ªamos que ir. ?l fue impecable: 'Lo primero es lo primero.' Me dej¨® salir y nos fuimos a Valencia."
Uno de sus ¨²ltimos partidos como atl¨¦tico lo jug¨® en Par¨ªs, contra el Stade Fran?ais. Ah¨ª hab¨ªa un formidable portero, Marcel Domingo, que fichar¨ªan los rojiblancos y dar¨ªa grandes tardes en el equipo. Y tambi¨¦n vieron ah¨ª a Ben Barek, un superclase algo metido en a?os ya, pero que dej¨® una impronta colosal en el equipo.
Pero vuelvo al d¨ªa de autos. El Valencia se aloja en el Hotel Nacional, calle Arenal, junto a la Puerta del Sol. Lo entrena el m¨ªtico Quincoces, con motivos para sentirse seguro: gan¨® ?6-0! al Atl¨¦tico en Mestalla, final de la primera vuelta. Curioso: tras aquello, el Valencia era noveno y el Atl¨¦tico, und¨¦cimo. Pero hicieron una segunda vuelta espectacular, sobre todo el Atl¨¦tico, cuyo entrenador era Helenio Herrera, llamado a ser un revolucionario de los banquillos. La concentraci¨®n del Atl¨¦tico, en el Felipe II, de El Escorial, es un hervidero de visitantes en busca de una entrada.
El Atl¨¦tico inserta el domingo una nota en la prensa: "Agotadas las localidades y entradas para el partido Atl¨¦tico de Madrid-Valencia, no se abrir¨¢n las taquillas de la calle de la Beneficencia ni la del campo. Lo que se advierte al p¨²blico al objeto de evitarle que acuda a las citadas taquillas, y con ello, in¨²tiles molestias."
Tarde ventosa en Madrid, a ratos demasiado. Arbitra Arqu¨¦, aragon¨¦s. A la entrada se vende, a peseta, una gu¨ªa del partido. Las alineaciones son ¨¦stas:
Atl¨¦tico de Madrid: Domingo; Menc¨ªa, Lozano, Far¨ªas; Hern¨¢ndez, M¨²jica; Juncosa, Ben Barek, Silva, Carlsson y Escudero. Es la delantera de cristal, heredera de la delantera de seda. ?Por qu¨¦ de cristal? Porque por la ¨¦poca salieron unas medias de cristal, m¨¢s finas que las de seda. Domingo fue duda hasta ¨²ltima hora por fisura de peron¨¦, a la altura del tobillo. Le pusieron una inyecci¨®n de novoca¨ªna.
Juan Deportista, cr¨ªtico de ABC, lo narrar¨¢ despu¨¦s como "la media hora de juego m¨¢s angustioso que he presenciado"
Valencia: P¨¦rez; Asensi, Monz¨®, D¨ªaz; Santacatalina, Puchades; Gago, Fuertes, Igoa, Pasieguito y Segu¨ª. Puchades acaba de renovar por cinco a?os y un mill¨®n de pesetas. La noticia sale en prensa ese mismo domingo. Ha rechazado una oferta estratosf¨¦rica del Bar?a: "Gracias, pero no podr¨ªa jugar cada tarde mi partida de domin¨® en el casino de Sueca". El meta suplente del Valencia es I?aki Eizaguirre, portero de la Selecci¨®n durante diez a?os, que lo segu¨ªa siendo. P¨¦rez le hab¨ªa quitado el sitio en el Valencia, pero el seleccionador segu¨ªa contando con ¨¦l. Hasta le llevar¨ªa al Mundial de R¨ªo, ese verano, donde jugar¨ªa el primer partido para luego ceder el puesto a Ramallets.
El viento sopla fuerte contra la porter¨ªa del Valencia y el Atl¨¦tico aprieta. Ben Barek est¨¢ inspirado y fuerza dos paradones de P¨¦rez. Pero en la primera llegada del Valencia al ¨¢rea de Domingo, en el 5', Lozano derriba a Igoa. El propio Igoa transforma: 0-1
El Atleti se lanza empujado por el viento y bien movido por M¨²jica y Hern¨¢ndez. En el 10', falta lanzada por Mujica y cabezazo de Ben Barek: 1-1. El Valencia lo pasa mal hasta el descanso, agobiado por el viento y la moral del Atl¨¦tico. En el 40', una escapada de Juncosa acaba con el pase de la muerte a Ben Barek. 2-1.
En el intermedio, los ches est¨¢n afligidos: pierden 2-1, el Depor gana 0-2 en San Mam¨¦s y cuando salen al campo comprueban que el viento, que esperaban ahora a favor, se ha calmado. Peor a¨²n, en el 47' Juncosa hace otra escapada y le pone esta vez el gol en bandeja para Carlsson: 3-1. Y a¨²n m¨¢s: en el 51' Monz¨® derriba a Silva en el ¨¢rea y el penalti lo transforma M¨²jica en el 4-1.
La grada ya canta "?Alir¨®n, alir¨®n, el Atleti es campe¨®n¡!" cuando todo cambia bruscamente. Coinciden una entrada de Santacatalina a M¨²jica, que se retira lesionado (volver¨¢, mermado, de extremo izquierda, pasando Silva a la media y Escudero al eje del ataque) y el regreso del ventarr¨®n. Juan Deportista, cr¨ªtico de ABC, lo narrar¨¢ despu¨¦s como "la media hora de juego m¨¢s angustioso que he presenciado".
El Valencia, empujado por el viento y por Puchades, se lanza a una loca remontada. En el 63' Igoa hace el 4-2 y al instante se retira Domingo, que no siente el pie y se ve inseguro ante lo que llega. Le sustituye P¨¦rez Zabala, que nada m¨¢s salir, en el 65', encaja el 4-3, en c¨®rner lanzado por Gago y tras varios rebotes en un ¨¢rea que el meta no domina. El bal¨®n, rematado finalmente por Puchades, apenas ha atravesado la l¨ªnea cuando Far¨ªas lo despeja, en acrob¨¢tica chilena, pero Arqu¨¦ da el gol entre murmullos de la grada. A esas alturas ya sabe el banquillo del Valencia que en San Mam¨¦s campea un empate a dos, lo que da m¨¢s fe a los valencianistas. Sigue su ofensiva loca, con viento de popa y un P¨¦rez Zabala progresivamente m¨¢s nervioso.
Hay un rayo de esperanza para el Atl¨¦tico cuando en el 67' Juncosa cae en el ¨¢rea del Valencia en fuerte carga de Monz¨®. Arqu¨¦ da penalti, que los valencianistas protestan. Para sorpresa de todos, lo lanza el renqueante M¨²jica. Su disparo lo detiene P¨¦rez.
El Valencia renueva sus ataques. En el 77' llega el 4-4, avance de Segu¨ª por la derecha con cabezazo de Igoa. Quedan m¨¢s de diez minutos, el Atl¨¦tico est¨¢ muerto y el Valencia, a un solo gol del t¨ªtulo. Helenio Herrera, que ve a P¨¦rez Zabala hecho un flan, toma una decisi¨®n extrema: decide el regreso de Marcel Domingo, cosa que en la ¨¦poca (en la que no val¨ªa m¨¢s cambio que el del portero en caso de lesi¨®n) estaba permitida. P¨¦rez Zabala se va humillado.
Lo que queda es tremendo, con el viento inflando las velas del Valencia. Pero el Atleti resiste. El partido acaba con Gago corriendo hacia la porter¨ªa atl¨¦tica, con el bal¨®n controlado. Los valencianistas se quejar¨¢n despu¨¦s de eso y del segundo penalti. Pero el final es muy deportivo. Todos se abrazan. Extenuados, conscientes de haber participado de algo extraordinario. El Metropolitano aplaude por igual a los dos equipos.
En Nules, con 95 a?os cumplidos, P¨¦rez recuerda aquella tarde como si hubiera pasado ayer: "Arqu¨¦ nos hizo mil perrer¨ªas, pero la culpa de que no gan¨¢ramos no la tuvo ¨¦l. La tuvo Juncosa. ?Ten¨ªa usted que haberle visto! ?No hab¨ªa qui¨¦n le quitara la pelota!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.