El Parma huele m¨¢s a tristeza que a f¨²tbol
El equipo italiano vuelve a jugar tres semanas despu¨¦s, pero los 152.977 euros de la taquilla ser¨¢n tambi¨¦n embargados
Las bufandas de Antonio Cassano (¡°Fantantonio 99¡±)se vend¨ªan ayer a un euro fuera del estadio Tardini. Y no porque es temporada de primavera. ¡°Hasta hace una semanas las vend¨ªa a diez¡±, dice resignado Diego, 53 a?os, que ha heredado de su padre el puesto de camisetas y bufandas. Es una imagen m¨¢s de la deriva a la que ha llegado el hist¨®rico club italiano. Un club en venta en el que ya no funciona ni la tintorer¨ªa ni el comedor de la ciudad deportiva y en el que todo est¨¢ en venta o de rebajas.
¡°Es igual de triste que cuando descubres que Pap¨¢ Noel no existe¡±, dice un abonado del club
Volvi¨® el f¨²tbol ayer a Parma, en un domingo con sol primaveral. El estadio, cerrado con candados hasta el s¨¢bado, amaneci¨® ayer con las puertas abiertas y con familias con ni?os que acced¨ªan sin hacer cola. Los carteles de ¡°cerrado por robo¡± estaban tirados en el suelo. Nadie avis¨®, sin embargo, a los aficionados de que el dinero de la taquilla no ir¨¢ a las cajas del club sino que ser¨¢ embargado ¡ªigual que las furgonetas, los coches m¨¦dicos, los banquillos del vestuario, las m¨¢quinas del gimnasio¡ª y destinado a uno de los acreedores del estadio (hay tres). ¡°A m¨ª me lo ha dicho el vecino esta ma?ana cuando sal¨ªa de casa, lo ha le¨ªdo en los peri¨®dicos¡±, cuenta Luca, que llega a las taquillas en bicicleta. Es un medio de transporte como otro en la ciudad. Un carril bici rodea la entrada principal del estadio y muchas est¨¢n atadas a las puertas del Tardini. Eran los ¨²nicos candados que se ve¨ªan ayer.
¡°Mientras siga habiendo una peque?a esperanza, yo me aferro a ella y por eso vengo al f¨²tbol¡±, asegura Luca. Ha pagado 15 euros para ver el Parma-Atalanta. Era la m¨¢s barata, la m¨¢s cara costaba 100. Alessia, Andrea y Mattia no tienen m¨¢s de 25 a?os y han hecho una hora de coche para llegar al Tardini. ¡°Estamos aqu¨ª porque el equipo necesita apoyo. Es un domingo raro, vuelve el f¨²tbol s¨ª, pero el Parma est¨¢ al borde de la quiebra¡ es todo bastante surrealista pero hab¨ªa que estar aqu¨ª hoy¡±, afirman los tres antes de irse por un trozo de pizza.
Unas diez furgonetas de la Polic¨ªa dejan sitio en la plaza del estadio para que llegue el autocar del equipo. El Parma no jugaba desde hace tres semanas. Aplaz¨® el partido contra el Udinese porque no hab¨ªa dinero para abrir el campo (los jugadores se negaron a jugar a puerta cerrada) y no viaj¨® a G¨¦nova el domingo pasado porque la plantilla se plant¨®. No se sent¨ªan tutelados por las instituciones. Ayer el fondo de los ultras recibi¨® a los jugadores con aplausos y dos pancartas. ¡°FIGC e Lega fallite con noi¡± (Federaci¨®n y Lega Calcio, a la ruina con nosotros) y ¡°Manenti, vattene¡± (Manenti, vete). Manenti es el ¨²ltimo de los cinco presidentes que ha desfilado por el club en los ¨²ltimos siete meses y que lleva tres semanas prometiendo el dinero de las n¨®minas.
¡°Ni siquiera cuando quebr¨® Parmalat est¨¢bamos en una situaci¨®n as¨ª. Los jugadores tienen su culpa, debieron denunciar la situaci¨®n en noviembre cuando el primer impago¡±, cuenta Giovanni, 70 a?os y abonado desde 50. Lleva su bolsa con el bocadillo en la mano. No le importa siquiera c¨®mo acabar¨¢ el encuentro. Est¨¢ desencantado. Igual que Cristian y Juri, de 36 a?os, y siguen al equipo desde hace 20. Tienen un abono en el fondo de los ultras por el que han pagado 100 euros. Cristian, que lleva una bandera bajo el brazo, estuvo en la final de la UEFA que el Parma gan¨® en 1995, tambi¨¦n estaba en Mosc¨² cuando el Parma fue eliminado en las semifinales de 2005. ¡°Hab¨ªa comprado ya las entradas para ir a G¨¦nova¡±, dice. Dinero que perdi¨® ya que el equipo no fue a G¨¦nova la semana pasada.
¡°Me da una tristeza todo esto¡ soy hincha del Parma desde peque?ito, he crecido viendo a un equipo que ahora, de un d¨ªa para otro, va a desaparecer. Bajar a Segunda o Tercera por los malos resultados lo ver¨ªa normal. Pero bajar ahora, darte cuenta de todo lo que hay detr¨¢s, de que todo ha acabado es como cuando te dicen que Pap¨¢ Noel no existe¡±, relata Juri al lado del puesto de bufandas de Diego, que lleva desde finales de los a?os 60 en el negocio. ¡°Desde peque?o ayudo a mi padre, ahora estoy solo. Hace tiempo que en Parma no vendemos nada. Las competiciones internacionales son las que te ayudan a ganar dinero, sin ellas, aqu¨ª nadie compra nada¡±, asegura. La ma?ana del partido ha conseguido vender algunas bufandas de Cassano (que abandon¨® el club a finales de enero, harto de los impagos), y las rebaj¨® a un euro. Se r¨ªe cuando Cristian dice que se siente traicionado. ¡°?Chicos, hace tiempo que he dejado de creer en el f¨²tbol!¡±.
Ya no funciona ni la tintorer¨ªa ni el comedor de la ciudad deportiva
No es el ¨²nico. Roberto Donadoni, t¨¦cnico del Parma, tambi¨¦n ha dejado de creer. Dice que el equipo juega solo por dignidad. Dice tambi¨¦n que la carga psicol¨®gica pesa como una roca. El partido acab¨® 0-0; con lo rom¨¢ntico que hubiese sido un final de cuento de hadas. No hubo lleno ni mucho menos (unos 10.448 espectadores, 9.580 de ellos abonados) en un campo, con capacidad para 20.000, que hace algo m¨¢s de 20 a?os fue teatro de las gestas de Crespo, Asprilla, Zola, Chiesa y compa?¨ªa. Ayer el equipo jug¨® gracias al dinero de las multas deportivas de los 20 clubes de Primera. El ¨²nico que vot¨® en contra del plan para salvar el Parma fue el Cesena. En el puesto de Diego, al lado del estadio, la bufanda del Cesena se vend¨ªa a precio normal y con este aviso escrito a mano: ¡°Para limpiarse el c--o¡±.
Nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ el domingo que viene. ¡°Hoy hemos jugado gratis, no necesitamos limosna sino que se respete nuestra dignidad. ?El pr¨®ximo partido? No hay que esperarse nada¡±, resumi¨® Donadoni.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.