Bale sella una tregua
Rumbo al Camp Nou, dos goles del gal¨¦s apaciguan al Madrid ante un Levante muy flojo
Con el eco de los truenos recientes y rumbo al cl¨¢sico, nada mejor que el Levante como receta, equipo que pas¨® en tanga por el Bernab¨¦u. No dijo ni palabra, por su notable deficiencia y porque el Madrid le planch¨® en una buena primera media hora sellada por Bale. Una respuesta m¨¢s que aceptable en estos tiempos de zozobra, con una hinchada suspicaz, un presidente al quite de la prensa, un entrenador contrariado y algunos futbolistas marcados. Ancelotti se lo hizo pagar a alguno, como a Iker Casillas, tan fall¨®n como el resto ante el Schalke, pero su presencia pone en combusti¨®n a la grada. Tambi¨¦n la de Bale, pero el mensaje presidencial fue rotundo, un flotador, y el gal¨¦s brind¨® dos goles al palco. Uno queriendo y otro sin querer, para mosqueo de Cristiano, que lleva tiempo con el gesto torcido y estuvo en el pre¨¢mbulo de ambos tantos. El destino se decant¨® por Bale, al que hizo un gui?o en una jornada se?alada para el brit¨¢nico. Poca huella m¨¢s dej¨® el choque, porque este Madrid no est¨¢ para mucha fiesta. Veremos en Barcelona.
Arranc¨® bien el Madrid, con soltura y br¨ªo. Modric bendijo los cambios de Ancelotti, no as¨ª Lucas Silva, irrelevante como aguador de Kroos, que por fin tuvo un respiro, y Keylor Navas, al que tan poco exigi¨® su exequipo que su papel como titular fue el mismo que de suplente: ?no toc¨® un solo bal¨®n con las manos!
Con Modric el bal¨®n tiene marcha y, en caso necesario, ventila rivales y quiebra l¨ªneas
Orientado hacia el costado derecho, Modric puso en liza a Bale y Carvajal, protagonistas de lo mejor del Madrid. Entre los tres, con Benzema en la ¨®rbita, abrieron un considerable boquete en la zaga visitante. Con el croata al mando, el bal¨®n tiene marcha y en caso necesario, Modric es de los que ventila rivales y quiebra las l¨ªneas, un jugador bisagra. El observatorio del balc¨¢nico es fundamental en este equipo. Bien que lo agradeci¨® Bale, enchufado todo el primer tiempo, con fragor y tino en ataque y m¨¢s obediente que de costumbre para, al menos, ocupar un espacio cuando el equipo debe remar hacia atr¨¢s. En esa faceta, habr¨¢ que medirle en otras batallas porque el Levante casi nada le hizo recular.
No se demor¨® el Madrid en despejar la tormenta y a los cinco minutos Cristiano ya hab¨ªa estrellado una pelota en el poste derecho de Mari?o. El Madrid jugaba contra s¨ª mismo. Enfrente, un adversario sin cuerpo, fl¨¢cido para defender y con urticaria al bal¨®n, un artefacto en sus pies. Acorralado el Levante, era cuesti¨®n de tiempo, las sacudidas blancas eran constantes, con Cristiano anclado en el ¨¢rea, como empieza a ser costumbre. No le va jugar de espaldas, pero el f¨²tbol moderno ya no requiere arietes boya y como rematador es pura dinamita. En la segunda carga, tambi¨¦n tuvo foco CR, cuya chilena desvi¨® Ramis bajo el larguero. El rechace deriv¨® en Bale, que machac¨® la red con la derecha. Luego, con los o¨ªdos tapados, pate¨® un bander¨ªn de c¨®rner. Una explosi¨®n de rabia pocas veces vista en este gal¨¦s que aparenta vivir en un sat¨¦lite.
REAL MADRID, 2-LEVANTE, 0
Real Madrid: Navas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Modric (Illarramendi, m. 77), Lucas Silva, Isco (Jes¨¦, m. 70); Bale, Benzema (Chicharito, m. 83), Cristiano. No utilizados: Casillas, Varane, Kroos, Nacho.
Levante: Mari?o; Iv¨¢n, Ramis, David Navarro, To?o; Xumetra (El Zar, m. 60), Simao, Camarasa, Morales (Rub¨¦n Garc¨ªa, m. 60); Kalu Uche (V¨ªctor, m. 76), Barral. No utilizados: Jes¨²s, Jos¨¦ Mari, Juanfran, Sissoko.
Goles: 1-0. M. 18. Bale. 2-0. M. 40. Bale.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a Modric y Sergio Ramos.
Estadio Santiago Bernab¨¦u, unos 75.000 espectadores.
Nadie mejor que Bale, que llevaba nueve partidos sin marcar y asistir, para sofocar a una hinchada que hace tiempo le tom¨® la matr¨ªcula. Otra decepci¨®n no solo le hubiera puesto en jaque a ¨¦l, sino al presidente, su gran valedor p¨²blico. Sosegada la gente, el Madrid a¨²n tuvo un rato de buen juego, din¨¢mico, imaginativo y firme. Tan metido estaba el Madrid y ausente su contrario, que Keylor Navas tard¨® casi media hora en tocar la pelota. Y fue en una acci¨®n ya invalidada. Solo el Madrid estaba en la partida, as¨ª que Modric pill¨® en la Luna a los chicos del Levante. Ejecut¨® con picard¨ªa una falta hacia Carvajal y el pase atr¨¢s del lateral fue golpeado por CR. Por el camino estaba Bale, que quiso quitar el pie, pero el bal¨®n le sopl¨® el tobillo izquierdo. Era su d¨ªa, no el del portugu¨¦s. Embrujos del f¨²tbol.
De Bale a Bale y poco m¨¢s. El encuentro decay¨® en el segundo acto, de ritmo m¨¢s cansino, menos vivaz. El Madrid nunca sinti¨® v¨¦rtigo porque el Levante no se permiti¨® un riesgo ni a tiros. El tedio pudo con Modric, de vuelta tras una larga lesi¨®n, que se apag¨® con el tiempo. Tampoco espabil¨® Lucas Silva e Isco pas¨® de puntillas. Bale, misi¨®n cumplida y CR, sin sonre¨ªr. Espeso el juego, con demasiados toques blancos y la pelota pesadota, por fortuna irrumpi¨® Benzema, que estuvo a punto de hacer el gol del siglo. O de merecer semejante etiqueta. CR le asisti¨® desde la derecha, la pelota se le qued¨® atr¨¢s y, para asombro mundial, Karim no se rindi¨® y se sac¨® de la chistera un espuelazo que puso el bal¨®n en el larguero. Un remate para el museo. L¨¢stima que no fuera gol, porque sea quien sea el autor maravillas as¨ª lo merecen. Por unos cent¨ªmetros bien pudo pasar al archivo de los tesoros del f¨²tbol. Lo que ser¨¢ f¨¢cil de olvidar es el partido en s¨ª. Bale, quiz¨¢, s¨ª lo recuerde. Se gan¨® una tregua para s¨ª mismo y otra para todo este Madrid que tiene cita en Barcelona el pr¨®ximo domingo.
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