El c¨®ctel de Djokovic

En el desierto de Palm Springs, un arrebato de furia. ?Zas, zas! Novak Djokovic, n¨²mero uno del mundo, estrella con violencia su raqueta contra el asfalto y la parte. Es la v¨ªa de escape al tortuoso ejercicio psicol¨®gico al que le somete Roger Federer, un jovenzuelo de 33 a?os que le lleva al l¨ªmite. La escena supone un punto de inflexi¨®n definitivo. El serbio se templa, corrige el rumbo y vence por 6-3, 5-7 y 6-2. Reedita el triunfo del a?o pasado en Indian Wells, tambi¨¦n contra el suizo. Es su cuarta corona en el torneo californiano ¡ªya se hab¨ªa adjudicado las de 2008, 2011 y 2014¡ª, su 21? t¨ªtulo de un Masters 1.000 ¡ªs¨®lo Lendl (22), el propio Federer (23) y Nadal (27) suman m¨¢s que ¨¦l¡ª, el 50? de su carrera. Es, igualmente, una exhibici¨®n de fuerza. A d¨ªa de hoy, ¨¦l es rey, el hombre a batir. Ya lo demostr¨® en enero, al conquistar el primer grande en Australia.

Se desliza sobre el asfalto como s¨®lo ¨¦l sabe, como un patinador sobre el hielo, con esos dos zancos que le permiten abarcar toda la pista

Cuando eleva la bola y arma el brazo, prende la mecha del espect¨¢culo. Una pirotecnia est¨¦tica de golpes deliciosos. Djokovic se desliza sobre el asfalto como s¨®lo ¨¦l sabe, como un patinador sobre el hielo, con esos dos zancos que le permiten abarcar la pista como si actuase sobre un palmo. Ataca con su rev¨¦s a dos manos y recibe la r¨¦plica a una sola, marca de la casa, del eterno Federer. No cede ninguno. A cada proposici¨®n le sucede una respuesta a¨²n m¨¢s contundente. El duelo, lo saben, es hoy d¨ªa una cuesti¨®n jer¨¢rquica. El uno, 27 a?os, otea desde la cima; el otro, camino de los 34, estuvo all¨ª arriba y reclama todav¨ªa porciones de gloria para alimentar el mito.

El equilibrio, de repente, se rompe. El suizo, cuatro veces ganador en Indian Wells, sufre un chispazo. Sirve y falla, se atasca ante el juego en largo de Nole. Salva tres bolas de break, pero despu¨¦s se vuelve a atragantar y al final cede para marcar el punto de inflexi¨®n en el parcial. El serbio es un muro, todo fiabilidad. Pega como un peso pesado desde el fondo de la pista y resuelve sin paliativos desde el servicio (19/19, efectividad m¨¢xima). Comete nueve errores no forzados, por los 17 de Federer, encasquillado en este momento, inusualmente desacertado. No resiste a la velocidad de crucero que impone su rival, certero e implacable, que por algo es ¨¦l quien ocupa el trono del tenis.

Resuelve Djokovic el primer set en poco m¨¢s de media hora. Est¨¢ dispuesto a dar un nuevo golpe sobre la mesa, a subrayar que ¨¦l es el que manda. No quiere que se repita la escena de Dub¨¢i, de hace menos de un mes; all¨ª cedi¨® ante el maestro (6-3 y 7-5). Ahora no. Gobierna con mano de hierro, implacable y autoritario. Busca las l¨ªneas y exhibe una derecha cruzada que zanja los peloteos. Al primer servicio de Federer en la segunda manga amaga con el break; al segundo del helv¨¦tico, llega el hachazo balc¨¢nico. Djokovic se siente poderoso.

Progresa como una tanqueta, poco a poco pero firme, y se defiende como un acorazado. A la que le toca achicar agua, cumple. Por eso salva tres bolas de break y anula la bravata del suizo, siempre elegante y estiloso, pero demasiado err¨¢tico en esta ocasi¨®n. Combina raquetazos definitivos y escorzos acad¨¦micos con varios reveses a la red. Flaquea, pero no se rinde. Cuando parece que m¨¢s lejos lo tiene, m¨¢s se acerca. Con 4-3 en contra se levanta y se rebela. Recupera el juego que ha mostrado en los d¨ªas previos y consigue que titubee Djokovic. El serbio comete una doble falta muy inoportuna y se confirma el break. Acto seguido, su adversario cierra un juego el blanco y tensa la cuerda, a ver si se rompe y Nole cae. T¨² eres el rey, yo la leyenda, parece decirle. Es la combusti¨®n frente al hielo serbio.

Consigue Federer llevar la segunda manga al tie break y sube la adrenalina. El suizo, entonces, se quita por unos instantes el frac y se pone el mono de sufridor. Se le van dos voleas, pero despu¨¦s regala un punto precioso. Djokovic se cortocircuita por momentos y comete una doble falta, sucedida de otra que le inclina el terreno y le hace patinar. Enfrente, el genio no perdona y equilibra el partido, aunque despu¨¦s acusa el esfuerzo. En el tercer set, a las primeras de cambio, pierde el servicio. No se inmuta. Se repone y se lo rompe a continuaci¨®n a Djokovic, que poco a poco ha ido perdiendo la paciencia y explota con un arrebato. Golpea la raqueta contra el cemento y la rompe.

No es para menos. El test psicol¨®gico al que est¨¢ siendo sometido es tortuoso y extenuante. Entra en el laberinto de las dudas, pero respira, coge aire y se mantiene sereno. Frena la insurrecci¨®n que procede del otro lado de la red con movimientos pl¨¢sticos y derechas decisivas. Divisa la victoria y la agarra con fuerza. Furia y temple, temple y furia, ese extra?o c¨®ctel que a veces tan bien funciona. Si no, que se lo pregunten a ¨¦l, que sella el duelo, se golpea el pecho con el pu?o derecho y lanza besos a la grada. El desierto, otra vez, es su territorio.

Halep, suma y sigue

Simona Halep, n¨²mero tres del mundo, venci¨® por primera vez en el torneo de Indian Wells. La rumana, que est¨¢ firmando un gran arranque de temporada, bati¨® en la final (2-6, 7-5, 6-4) a la serbia Jelena Jankovic.

Es el tercer t¨ªtulo que conquista Halep en 2015, despu¨¦s de los logrados en Dub¨¢i y Shenzhen; suma 11 en la categor¨ªa WTA. La rumana alcanz¨® la final sin necesidad de disputar las semifinales, ya que Serena Williams renunci¨® por una lesi¨®n en su rodilla derecha.

S¨ª dej¨® por el camino a la espa?ola Carla Su¨¢rez, que brill¨® en el torneo y este lunes se encaram¨® al 12? posici¨®n del r¨¢nking, la mejor en toda su carrera. Pese a que su actuaci¨®n fue m¨¢s discreta (cay¨® en la tercera ronda ante la checa Karolina Pliskova), Garbi?e Muguruza tambi¨¦n ascendi¨® en la lista. Del 22? puesto al 19?. Al igual que la canaria, es su mejor registro.