Nadal progresa entre volandas
En un duelo marcado por el fuerte viento, el n¨²mero tres del mundo derrota a Almagro (6-4 y 6-2) en su estreno en Miami con un ejercicio de solidez, golpeo y dinamismo
La inc¨®gnita se resuelve r¨¢pido. Rafael Nadal recorre el cemento de Miami como una centella, de un lado a otro, como si fuese un galgo circundando el can¨®dromo. Sin cepo alguno que le frene. El ganador de 14 grandes pulveriza el interrogante de inmediato, cuando acude a por la pelota y embiste como hac¨ªa tiempo que no lo hac¨ªa. Crece. Mejora. Progresa Nadal, que doblega a Nicol¨¢s Almagro (6-4 y 6-2) en la segunda ronda de Miami con suficiencia y entra en ebullici¨®n sin acusar el esguince (leve) que se produjo el pasado lunes, durante un entrenamiento. Crece y avanza el balear, emergente y s¨®lido, m¨¢s cerca de dar ese estir¨®n definitivo que busca desde hace tanto tiempo. Se medir¨¢ ahora a Fernando Verdasco, verdugo del australiano James Duckworth (4-6, 6-2 y 6-1).
Desencadenado, profundo, intimidatorio. En el arranque, Almagro no atiende a la estad¨ªstica, que habla de tan s¨®lo un triunfo en las 11 ocasiones en las que han coincidido con Nadal por el camino. Prefiere agarrarse a ese ¨²ltimo careo en Barcelona, el a?o pasado, cuando derrib¨® a su adversario sobre el tapiz rojizo de la arcilla. Parece ir a lomos del viento que se cuela en el Stadium de Crandon Park. Sirve primero y lleva la iniciativa, pega y aturde al rey de la tierra, al que de inicio le cuesta un mundo elevar la bola y concederle trayectoria. Y eso que la pisada con el pie izquierdo, ese que le jug¨® una mala pasada nada m¨¢s pisar Florida, no parece presentar mayor problema que el hormigueo derivado de la torcedura.
Al n¨²mero tres le cuesta, la pelota zigzaguea en el aire por capricho de la corriente y tropieza contra la red en los dos primeros juegos. Le cuesta porque cede en los intercambios, porque Almagro se desplaza por el asfalto con fluidez y decisi¨®n, incisivo. Le cuesta ofrecer la r¨¦plica, pero poco a poco le coge el pulso al murciano y tambi¨¦n a los remolinos, revoltosos a lo largo de todo el partido. Coge el hilo y se entona, toma ahora la iniciativa y firma un break que no descompone a su rival, soberbio hasta que le dura la bater¨ªa, poderoso en el golpeo de derecha y que dibuja alg¨²n que otro rev¨¦s envenenado.
La bola describe trayectorias alt¨ªsimas y combadas, c¨®mo si temiese que la cinta de la red tuviera espinas y pudiera hacerle un escarnio. Las par¨¢bolas dibujan un escenario complicado, en el que Nadal, con el piloto autom¨¢tico activado, tiene un punto m¨¢s de tino ¡ª13 errores no forzados en el primer parcial, por los 17 de su oponente¡ª. El manacorense doma a las r¨¢fagas y cumple con su servicio, salva tres puntos de break y contemporiza para desconectar a Almagro y adjudicarse el primer set con un paralelo liftado, con un derechazo ganador que hace que el p¨²blico se remueva en los asientos pese al calor (30?) y la humedad (57%) en Cayo Vizca¨ªno. Tremendo.
Crece y avanza el balear, emergente, m¨¢s cerca de ese estir¨®n definitivo que busca desde hace tanto tiempo
No parece que Almagro haya estado casi un a?o alejado de las pistas. No hay rastro de esos problemas en su hombro izquierdo ni de la fascitis plantar que le oblig¨® a pasar por el quir¨®fano. No. Se defiende como un jabato. Quiere demostrar que el 74? puesto que ocupa en el ranking de la ATP es s¨®lo un accidente pasajero, consecuencia de fuerza mayor. Pero Nadal, cada vez m¨¢s inspirado, cada vez m¨¢s entero, es un muro. El n¨²mero tres gestiona mejor los espacios y se acomoda muy bien de cara a la pelota. Eso enerva a Almagro, que empieza a errar en el segundo set, masculla y maldice.
Si hab¨ªa alguna duda de c¨®mo iba a reaccionar tras el contratiempo del pasado lunes con su tobillo izquierdo, Nadal responde desde la velocidad y el dinamismo, rapid¨ªsimo, con apoyos s¨®lidos y sprints que desdibujan progresivamente a Almagro. Piernas, piernas y m¨¢s piernas por parte del balear. Y frente a la demostraci¨®n del correcaminos ¡ª15 winners y s¨®lo cinco errores no forzados en el segundo parcial¡ª, ante ese nuevo mensaje de optimismo que env¨ªa Nadal con su ejercicio de superioridad, con esos retazos del pasado, el murciano se desespera e inclina la rodilla. No hay otra opci¨®n.
V?DEO: El impresionante punto de Nadal para sellar el primer set.
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