Abran paso a Carla Su¨¢rez

Es la recompensa al talento, a la constancia. A muchos a?os de porqu¨¦s, de inc¨®gnitas y no pocos sinsabores, porque a muchos les costaba entender porque una jugadora con tanto ingenio no consegu¨ªa dar el gran salto, dar ese paso que discierne una buena trayectoria de una que marca y deja huella. Carla Su¨¢rez dobleg¨® a la alemana Andrea Petkovic por un doble 6-3 y accedi¨® a la final del Masters de Miami, en la que se medir¨¢?(s¨¢bado, 19.00, Teledeporte) a la n¨²mero uno, Serena Williams, que venci¨® en la otra semifinal a la rumana Simona Halep, coronada hace dos semanas en Indian Wells. Un triunfo que traza una l¨ªnea, un antes y un despu¨¦s en el tenis femenino espa?ol, puesto que desde 2001, cuando Arantxa S¨¢nchez Vicario y Conchita Mart¨ªnez figuraban en el top-10, una representante nacional no estaba entre las mejores.

Atr¨¢s quedan aquellos tiempos en los que Carla se refugiaba a casi un metro de la l¨ªnea de fondo, en los que a sus golpes les faltaban fuelle y en los que esperaba. Ahora es ella la que manda, la que gobierna, la que dicta y la que progresivamente somete. Tiene una derecha de hierro, precisa y potente, pero es que ahora adem¨¢s le acompa?a la mente. El primet set, en este sentido, supuso un ejercicio de autocontrol. Carla se mostr¨® imperturbable y serena, centrad¨ªsima de principio a fin. Ni siquiera se fue en aquellos momentos en el que Petkovic forz¨® su rev¨¦s a una mano, poco afinado. No. Ahora act¨²a al ritmo constante del metr¨®nomo. Mirada fija, paso al frente y un traqueteo de golpes que termin¨® por desesperar a la alemana.

Petkovic, todo nervio, fibrosa, espigada y de rostro enjuto, sostuvo su a duras penas su primer servicio, pero en el segundo ya cedi¨® el break y los aspavientos empezaron a ser una constante para ella. Uno, dos, tres y hasta cuatro golpes en su propio muslo. ¡°?Andreaaaaa!¡±, grita la alemana, dominada ahora por su gen balc¨¢nico, cuando desperdicia una bola clara para adjudicarse un juego y seguir enganchada al set. Al otro lado, Carla permanece impert¨¦rrita, encadenando una sucesi¨®n de golpes milim¨¦tricos, fr¨ªa y constante, haciendo gala de esa madurez que ha alcanzado en este 2015 y que le ha conducido al c¨¦nit de su carrera. La canaria se impone y exten¨²a poco a poco a la alemana, un portento f¨ªsico que se desinfla poco a poco y entrega la primera manga.

¡°Tienes muchos m¨¢s recursos y m¨¢s tenis. Si te intenta apretar el rev¨¦s, m¨¢s apoyos y m¨¢s aceleraci¨®n¡±, recomienda Xavi Bud¨®, el t¨¦cnico que tutela a Carla desde los 18 a?os; ¡°sigue con la palanca en el saque y con el cortado que le resbale y le entre al cuerpo. Ella te tiene mucho respeto y se est¨¢ viendo inferior. Tienes mucha m¨¢s mano y muchos m¨¢s recursos. De cabeza est¨¢s perfecta¡±, prolonga el preparador que ha pulido poco a poco a la canaria, inmensa tambi¨¦n en el segundo set. Petkovic, guerrera, en un momento dulce esta temporada, se revuelve como puede, mira al cielo de Florida y maldice al sol, que dificulta el saque da ambas. Pero, con 3-3, sufre otra ruptura del servicio que termina por abatirle y desbancarla del n¨²mero 10.

Petkovic, guerrera, se revuelve como puede. Pero falla, mira al cielo de Cayo Vizca¨ªno y maldice al sol

Y es que es la hora de Carla, su momento. Bien lo sabe ella, que pone el broche al duelo con 18 winners (por los nueve de Petkovic) y una efectividad del 69% en el primer servicio en su cartilla de rendimiento. Accede as¨ª a su primera final de un gran torneo, ya que los cuartos de Roland Garros (2008) y Australia (2009) eran hasta ayer su tope. Ahora, la espa?ola parece no tener l¨ªmite. Desde 1993, cuando Arantxa S¨¢nchez Vicario derrot¨® a Steffi Graf, una espa?ola no hab¨ªa pisado la final en Miami. ¡°He estado un poco nerviosa, pero tambi¨¦n he disfrutado¡±, dijo despu¨¦s, antes de se?alar a la c¨¢mara y abandonar la central de Crandon Park entre los v¨ªtores de los aficionados. Y es que ya est¨¢ aqu¨ª, entre las mejores del tenis mundial. Abran paso a Carla.