Un chileno en los greens de Augusta
El amateur Mat¨ªas Dom¨ªnguez es uno de los tres latinoamericanos que luchar¨¢n por la chaqueta verde junto al argentino Cabrera y el colombiano Villegas
Hace ya casi 15 a?os, cuando el argentino ?ngel Cabrera hizo su primera gran ronda en el torneo, un magn¨ªfico 66, los responsables del Masters se acercaron, la preocupaci¨®n pintada en el rostro, como se dec¨ªa antes, a los periodistas hispanos y les preguntaron si Cabrera sabr¨ªa el suficiente ingl¨¦s como para resistir una rueda de prensa. ¡°Por supuesto¡±, les respondieron, lo que era mentira. Cabrera no ten¨ªa ni idea de ingl¨¦s entonces y sud¨® m¨¢s en la imponente sala de prensa de Augusta que en el campo haciendo birdies.
Tal problema ling¨¹¨ªstico no lo tendr¨¢n ya los amos del prestigioso club privado que acoge desde el jueves el primer grande del a?o con los nuevos latinoamericanos que se han ganado la invitaci¨®n, comenzando con el ¨²ltimo llegado, el amateur chileno Mat¨ªas Dom¨ªnguez, que jugar¨¢ en Augusta como ganador del primer campeonato latinoamericano, disputado en Buenos Aires en enero. El ¨²nico chileno que hasta ahora hab¨ªa pisado los greens de Augusta fue Enrique Orellana, en 1964.
Dom¨ªnguez, de 22 a?os, lleva desde los 18 becado en la Universidad de Texas Tech, en Estados Unidos y no comenz¨® a jugar al golf como lo hicieron sus ancestros latinos en Augusta, los argentinos Pato Cabrera y Gato Romero o el paraguayo Carlos Franco, todos ellos de familia pobre e infancia sudada como caddies. El colombiano Camilo Villegas, el tercer latinoamericano en el Masters de 2015, tambi¨¦n proviene de una universidad norteamericana.
Seg¨²n cuenta un hermano de Dom¨ªnguez en El Mercurio, el chileno, nacido en Santiago, comenz¨® a darle al golf porque viv¨ªa junto al country club de La Reina, y era h¨¢bil en los deportes. Es un jugador, pues, con un estatus ideal para el Masters, el torneo en el que, a imagen de su fundador, Bobby Jones, el mejor jugador de los a?os 20 y 30, quien nunca quiso dejar de ser amateur, deben predominar la caballerosidad y las buenas maneras que se asocian al caballeresco sur de Lo que el viento se llev¨®.
Su participaci¨®n en Augusta ha sido querida por el torneo, que, en busca de globalizaci¨®n, organiz¨® a medias con el Royal and Ancient (el club que posee el Open) y la USGA (la asociaci¨®n del golf de Estados Unidos) el torneo amateur latinoamericano, cuyo premio principal era participar en el Masters tal como lo hacen los ganadores del British (Olazabal y Sergio Garc¨ªa ya lo aprovecharon en su momento), el US y el Panpac¨ªfico, que conforman una suerte de Grand Slam amateur.
El joven chileno mantendr¨¢ un blog en la p¨¢gina web del Masters, donde ya ha empezado a contar la ilusi¨®n que le hace dormir en el Crown Nest (el dormitorio de la casa club de Augusta reservado a los amateurs) y c¨®mo toda su familia, padres, hermanos, amigos, han alquilado una casa para no perderse ni uno de sus golpes.
Hablar bien ingl¨¦s es importante, pero no sirve para jugar mejor al golf, como demostr¨® Cabrera en 2009, cuando se convirti¨® en el primer latinoamericano que ganaba la chaqueta verde de Augusta, vengando a su compatriota Roberto de Vicenzo, quien lo perdi¨® por no anotar bien sus golpes en 1968.
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