El Atl¨¦tico vence a la Real Sociedad y sigue en la v¨ªa r¨¢pida

El Atl¨¦tico sigue en la v¨ªa r¨¢pida que tom¨® en C¨®rdoba. Anoche a los 10 minutos ya ten¨ªa el partido resuelto con dos goles madrugadores. Se present¨® la Real en el Calder¨®n sin sus dos centrales titulares, I?igo Mart¨ªnez y Ansotegui, y pareci¨® pesarle demasiado en un inicio de partido horrendo, entregado al ritmo endiablado que quiso imponer de salida el Atl¨¦tico. A los dos minutos ya hab¨ªa recibido el primer golpetazo. No defendi¨® bien una combinaci¨®n veloz entre Arda, Griezmann y Koke que produjo una falta lateral. En la ejecuci¨®n ya se vio que a la defensa realista le temblaban las piernas. Arda estrell¨® en el palo el centro pasado de Koke y la pelota termin¨® cedida a c¨®rner tras una puja de Tiago. El posterior saque cerrado al primer palo, tambi¨¦n de Koke, con una curva t¨®xica para ser despejada, lo introdujo Mikel Gonz¨¢lez en su propia puerta con la cabeza. No se impuso en ninguna acci¨®n la defensa realista y lo pag¨® con ese tanto.

El gol no despert¨® a la Real, que sigui¨® con esa dormidera que tambi¨¦n le cost¨® el segundo golpe. A ese ritmo perezoso, a Griezmann le dio tiempo de hacer una apertura muy buena a un toque hacia la media luna, donde Koke tambi¨¦n pudo acomodarse el bal¨®n antes de descerrajar un disparo que no pudo blocar Rulli. Por all¨ª andaba Griezmann para remachar ese segundo gol que finiquit¨® el partido con un golpeo duro y por arriba. El franc¨¦s estuvo en la gestaci¨®n y en la finalizaci¨®n. En medio de ese debate de delanteros que vive el campe¨®n, Griezmann se ha convertido en incuestionable. Lo mismo genera juego entre l¨ªneas que dribla o se presenta en la boca del gol. Ahora mismo es el futbolista m¨¢s fiable y determinante en ataque para todo lo que tiene que afrontar el Atl¨¦tico en los pr¨®ximos d¨ªas.

Simeone tiene un problema que resolver. Suele jugar con dos delanteros, pero igualmente solo suele pesar uno de ellos. Hay dificultades de conexi¨®n con Mandzukic y tambi¨¦n con Torres. Necesita m¨¢s dinamita y m¨¢s juego punzante arriba ante el cruce con el Madrid en Champions. La cuesti¨®n no tiene que ver con la posesi¨®n, sino con encontrar v¨ªas que exploten m¨¢s a Mandzukic o Torres. Aquellos espacios que se autogeneraban por delante para Diego Costa cuando el equipo se replegaban se echan de menos ahora.

Con los dos goles en contra, asom¨® un poco la cabeza la Real con algunas maniobras de Canales y Chory Castro. En una de ellas, el uruguayo puso a prueba a Oblak en un disparo duro, raso y cruzado. Respondi¨® bien el meta esloveno, que parece que logra transmitir tranquilidad ante lo que tambi¨¦n se le viene encima. Ese despertar realista hizo entrar el partido en un toma y daca en el que el Atl¨¦tico, al contrario de lo que sucedi¨® en C¨®rdoba, estuvo m¨¢s correcto con el bal¨®n. Hizo algunas triangulaciones r¨¢pidas que propiciaron el lucimiento de Arda, G¨¢mez y Siqueira. En el eje de esas operaciones, apareci¨® Koke. Si Griezmann es el pilar ofensivo, el canterano lo es en la generaci¨®n del juego. Se present¨® en todos los lugares en los que hab¨ªa algo que construir. Lo hizo cuando parti¨® m¨¢s pegado a la banda y cuando se meti¨® m¨¢s al medio cuando Simeone decidi¨® replegar a Griezmann al costado izquierdo para evitar las superioridades de la Real en el medio.

Ese nuevo dibujo dej¨® a Torres solo en punta, en una intenci¨®n clara de tratar de montar contragolpes. Apenas tuvo ocasi¨®n de lucir zancada porque fue poco abastecido. No termina de ajustar el juego de contragolpe Simeone y lo va a necesitar. Torres se entreg¨® y as¨ª se lo reconoci¨® cuando fue sustituido mediado el segundo tiempo por Ra¨²l Jim¨¦nez. La grada le venera y hay un reconocimiento muy ingl¨¦s en su vuelta. Como sucede en los campos de la Premier, la hinchada le agradece cada esfuerzo sin importarle si ha estado bien o mal. Se premia al s¨ªmbolo por encima de su rendimiento, aunque todos esperen m¨¢s. Aficionados y el propio Torres.

Lo que s¨ª se pareci¨® al partido de C¨®rdoba fue que el Atl¨¦tico no cerr¨® el partido con el tercer gol y tuvo que asistir a otro vuelo prodigioso de Oblak como sucedi¨® en el Arc¨¢ngel. Esta vez fue una falta ejecutada por Granero que iba a la escuadra. Hasta all¨ª vol¨® Oblak para meter la mano en la cruceta y dejar la imagen m¨¢s pl¨¢stica de otro encuentro resuelto por la v¨ªa r¨¢pida al que volvi¨® a sobrarle el segundo tiempo.