El pistolero y el ca?onero
El fin de semana promete el duelo m¨¢s esperado en Estados Unidos: Jordan Spieth contra el renacido Dustin Johnson
Rory McIlroy, a 12 golpes del l¨ªder, no completar¨¢ en 2015 su Grand Slam; Tiger Woods, tambi¨¦n a 12, lentamente, vuelve a trepar; Bubba Watson, otro en la docena, seguir¨¢ siendo un hombre de a?os pares; nunca habr¨¢ amor entre Augusta y Sergio Garc¨ªa, quien, casualidad, tambi¨¦n est¨¢ con -2, a 12 del primero. Estas cuatro son parte de las noticias que se podr¨ªa decir esperadas de las que han generado las dos primeras rondas del Masters, pero ha habido otras con las que casi nadie contaba: por ejemplo, el r¨¦cord de 130 golpes en dos rondas de Jordan Spieth, que dice tanto que el texano es muy bueno, y tan maduro mentalmente para sus 21 a?os, como que el campo no es tan fiero como lo pintan; o, por ejemplo, la explosi¨®n por fin de Dustin Johnson, un jugador con tantas aristas turbulentas en su pasado como planicies de placidez parecen haber llenado los a?os de Spieth en el colegio de los jesuitas de Dallas.
Tras una buena segunda ronda de 67 golpes, Johnson est¨¢ a siete golpes del l¨ªder, empatado con un par de ingleses y a dos del segundo, un tal Charley Hoffman, uno que lleg¨® a Augusta con un rotulador y varios banderines amarillos para que le firmara aut¨®grafos Jack Nicklaus y que ha aprovechado para hacer sendas rondas de 67 y 68 golpes. Pero para los aficionados que esperan un duelo de week end, ni Hoffman ni los brit¨¢nicos cuentan, pues lo que desean es un verdadero duelo entre el pistolero de Texas y el ca?onero de Carolina del Sur. ¡°Queda mucho bacalao por cortar¡±, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal, que termin¨® su ronda dloe adi¨®s (no pas¨® el corte) al menos con una tarjeta bajo par, lo que no lograba desde hace seis a?os. ¡°El campo favorece a los pegadores, y no hay mayor bombardero que Johnson, pero Spieth es un portento que juega s¨®lido de tee a green:lo tiene todo, incluida una cabeza ¨²nica¡±.
Si hay dos jugadores totalmente distintos en todo, as¨ª, esos son Johnson y Spieth. Quiz¨¢s nunca en su vida habr¨ªa sospechado Wayne Gretzky, quiz¨¢s el mejor jugador de hockey sobre hielo de su historia, que su yerno le iba a volver a hacer popular 10 a?os despu¨¦s de su retirada. Paulina, la hija mayor del canadiense, al que ha hecho abuelo a los 53 a?os, se cas¨® con Johnson, nieto de jugador de baloncesto, con envergadura y salto de jugador de baloncesto (es capaz de machacar la canasta) y con pegada de boxeador, y con varios vicios que le han dejado casi al borde de la cuneta. Los responsables de la PGA no han querido confirmar (¡°no nos gustan las noticias feas¡±, dijo Tim Finchem, su presidente) que los seis meses que estuvo parado el a?o pasado Johnson se debieron a una sanci¨®n encubierta por consumo de coca¨ªna, pero tampoco lo ha desmentido, y no hay jugador de golf o de su entorno que no o cuente como cierto. Johnson regres¨® y hace unas semanas dom¨® el monstruo del Doral, uno de los campos m¨¢s duros del circuito, para ganar el Mundial de Cadillac remontando una desventaja de cinco golpes en la ¨²ltima jornada. Lo hizo Johnson, de 31 a?os, con sus armas habituales, las mismas que le llevaron ayer a dejar su firma en Augusta consiguiendo lo que nadie antes, tres eagles en la misma ronda: el drive m¨¢s largo del circuito y un putter muy caliente.
A favor de Spieth juegan, por supuesto, los siete golpes de ventaja con que parte, pero en contra de las posibilidades del hasta ahora casi inmaculado texano (15 birdies y un solo bogey en los 36 hoyos jugados), se alza no tanto su juego, m¨¢s corto pero igual de preciso, un Colt contra un rifle de francotirador, sino su edad. Sin querer compararse con ellos, Spieth, tan m¨ªticos, habl¨® en la conferencia de los casos de Seve Ballesteros y Tiger Woods, que ganaron casi adolescentes. ¡°Y Spieth¡±, a?ade Olazabal, ¡°cuenta con una preparaci¨®n mental muy buena. En ning¨²n momento se le ha ido la cabeza. Y eso de la experiencia es relativo. Si est¨¢s a gusto en Augusta no importa que seas un novato¡±. Y Spieth, que cuando gan¨® un torno hace dos a?os, a los 19, se convirti¨® en el primer teenager que lo consegu¨ªa desde Ralph Guldahl lo hiciera hace 84 a?os, est¨¢ siempre tan a gusto en Augusta que el a?o pasado, en su debut veintea?ero, termin¨® segundo. ¡°Lo que hicieron Seve y Woods demuestra que se puede ganar joven en Augusta¡±, dijo Spieth. ¡°No hacen falta muchas rondas para saber qu¨¦ hacer. Vale con no ponerse nervioso, y yo no he estado nervioso en ning¨²n momento. Duermo como un bendito¡±.
Sergio Garc¨ªa, que saldr¨¢ a jugar hoy a las 19.15, hora espa?ola, en compa?¨ªa de Tiger Woods, apostar¨ªa por Spieth, y no solo por su victoria, sino por algo m¨¢s. ¡°Ojal¨¢¡±, dijo, antes de morderse la lengua, cuando se le pregunt¨® si pensaba que Spieth podr¨ªa batir otros de los r¨¦cords de Woods en Augusta, como la victoria con menos golpes (270) y la mayor diferencia sobre el segundo (12), ambos de 1997.
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