El s¨ªntoma Neymar
El desplante del brasile?o a Luis Enrique expresa la dificultad del t¨¦cnico para controlar los egos y la hipoteca que supone condicionar el juego a los tres puntas
El Barcelona abandon¨® Nervi¨®n con mala cara, compungido por haber cedido el tercer empate del campeonato, el primero con goles despu¨¦s del 0-0 en M¨¢laga y Getafe, sin m¨¢s explicaci¨®n que los errores individuales, expresados en Bravo y Piqu¨¦. Los fallos emborronaron el buen plan colectivo, muy visible hasta el 0-2. ¡°Lo siento por hoy¡±, se excus¨® Piqu¨¦. ¡°Pero estoy convencido de que la ganaremos¡±. Se supone que se refer¨ªa a la Liga.
Los azulgrana apelaban al mismo ¨¢nimo con el que los madridistas se despidieron del Camp Nou despu¨¦s de salir derrotados del cl¨¢sico (2-1). La gesti¨®n de los resultados, sin embargo, es m¨¢s dif¨ªcil en el Bar?a que en el Bernab¨¦u por m¨¢s que Florentino se queje de la prensa que no milita en el Madrid. La figura de Luis Enrique sali¨® especialmente se?alada por sustituir a Neymar por Xavi cuando el marcador era de 1-2.
Al equipo de Luis Enrique le falta solidez y consistencia para completar un partido
Aunque ten¨ªa raz¨®n para defender su continuidad en la cancha, sobre todo porque su aportaci¨®n era mayor que la de jugadores como Su¨¢rez, el brasile?o se cuid¨® mucho de que se visualizara su enfado con una gestualidad histri¨®nica, incluso desafiante con el entrenador, que siempre tiene la misma duda en el momento de las sustituciones: Su¨¢rez o Neymar. Ahora le toca al 11 despu¨¦s de un tiempo en que el se?alado era el 9.
El cambio del Pizju¨¢n expres¨® las indecisiones que condicionan el juego del Barcelona, entregado a sus delanteros: Neymar, Luis Su¨¢rez y por supuesto a Messi. La peor noticia para el entrenador es que cualquiera de sus atacantes comprometa su autoridad, y m¨¢s despu¨¦s que se supiera del desaf¨ªo de Messi cuando le cuestion¨® en un partido de entrenamiento que provoc¨® el regreso del argentino a la banda derecha, la del 7.
Aunque f¨ªsicamente no est¨¢ en su mejor forma, a Messi le alcanza con su golpeo de bal¨®n y liderazgo para seguir en la cancha de la misma manera que a Su¨¢rez le han redimido goles, como el del cl¨¢sico (2-1). Neymar ven¨ªa jugando mal y estuvo muy bien en Sevilla, circunstancia que provoc¨® su enojo cuando fue retirado por Luis Enrique. La sustituci¨®n delat¨® la dificultad del entrenador para controlar los egos ¡ª¡°no me fijo en chuminadas¡±¡ª y tambi¨¦n para definir el juego del Bar?a.
El t¨¦cnico se remite a los errores individuales para explicar la frustraci¨®n de Sevilla
El t¨¦cnico prefiri¨® por primera vez un cuarto centrocampista como Xavi a un tercer delantero ¡ªPedro entr¨® por Iniesta con 2-2¡ª, decisi¨®n que ha provocado muchas interpretaciones, la mayor¨ªa coincidentes en la falta de solidez y consistencia que todav¨ªa se aprecia en el equipo. Al Bar?a le cuesta completar un buen partido y a menudo su juego se muestra contradictorio, circunstancia muy visible en Sevilla.
Aunque el resultado del Pizju¨¢n ha provocado interpretaciones opuestas, el Barcelona fue muy superior cuando recuper¨® su estilo, el perfil m¨¢s futbolero, aquel que se basa en el toque y la posesi¨®n y se le hace extra?o a volantes como Rakitic (0-2), y por contra se mostr¨® vulnerable en el momento que se entreg¨® al intercambio de golpes que tan bien le ha ido en partidos anteriores y tanto agrada al Sevilla (2-2).
A Bravo solo le hab¨ªan metido dos goles el Athletic, el Villarreal y el Madrid. ?nicamente Cristiano Ronaldo le bati¨® en los ¨²ltimos cinco encuentros. El t¨¦cnico atribuy¨® el empate a errores individuales ¡ªfallaron Bravo en el 1-2 y Piqu¨¦ en el 2-2¡ª sin reparar en que los mismos jugadores hab¨ªan sido vitales para mantener el marcador a cero en 16 partidos anteriores de Liga. La igualdad deja al equipo sin margen de error en los siete encuentros que quedan, algunos muy complicados como los que debe jugar en Cornell¨¤-El Prat y Manzanares, adem¨¢s de la visita el s¨¢bado del Valencia, posterior al del mi¨¦rcoles en Par¨ªs.
El desaf¨ªo es may¨²sculo para un Bar?a presa de la frustraci¨®n, simbolizada en el cabreo de Neymar. El reto del entrenador sigue siendo recuperar la postal que Messi, Neymar y Su¨¢rez formaron el 11 de enero contra el Atl¨¦tico en el Camp Nou despu¨¦s de que cada uno anotara un gol: 3-1.
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