Juega el Valencia, gana el Bar?a
Un gol de Su¨¢rez nada m¨¢s empezar y otro de Messi al final abaten al equipo valenciano Parejo falla un penalti a los nueve minutos de partido
El Bar?a perdi¨® sensibilidad y ha ganado dureza y, sobre todo, tiene una admirable capacidad de supervivencia, expresada en circunstancias tan sorprendentes como la de marcar un gol en el primer minuto y el otro en el ¨²ltimo, superior en las ¨¢reas y desbordado en la divisoria, ayer tomada por el Valencia. Hubo un momento en que pareci¨® que al Barcelona le sobraba el bal¨®n, la cancha y el partido, y se abandonaba a la fortuna propia y a la desdicha ajena, tanto da, como qued¨® constancia en el penalti fallado por Parejo o parado por Bravo. El Barcelona se parece m¨¢s que nunca a Luis Enrique.
Barcelona, 2-Valencia, 0
Barcelona: Bravo; Alves, Piqu¨¦, Mathieu, Adriano (Rakitic, m. 46); Busquets, Mascherano, Xavi (Sergi Roberto, m. 80); Messi, Luis Su¨¢rez (Pedro, m. 65) y Neymar. No utilizados: Ter Stegen; Rafinha, Bartra y Jordi Alba.
Valencia: Diego Alves; Barrag¨¢n, Mustafi, Otamendi, Orban (Gay¨¤, m. 46); Parejo, Javi Fuego, Andr¨¦ Gomes; Feghouli (Cancelo, m. 67), Alc¨¢cer (Negredo, m. 73) y Rodrigo. No utilizados: Yoel; Vezo, Augusto y De Paul.
Goles: 1-0. M. 2. Luis Su¨¢rez. 2-0. M. 93. Messi.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez amonest¨® a Adriano, Javi Fuego, Orban, Mascherano, Otamendi, Mustafi, Rakitic y Bravo.
Camp Nou. 92.915 espectadores.
El asturiano siempre fue un jugador extremadamente competitivo e indetectable para los defensas y hoy es un ciudadano aficionado a las pruebas extremas y un entrenador seguro de s¨ª mismo, hasta cierto punto desafiante, dispuesto a desmentir a los que filosofan con el f¨²tbol, siempre directo, resultadista a mucha honra, para nada ruborizado sobre el qu¨¦ dir¨¢n sobre su equipo, si ya no seduce y solo gana, si es m¨¢s guerrero que artista, si la bola puede ir de ¨¢rea a ¨¢rea y no de pie a pie, todos a una, como hace hoy por ejemplo el Valencia, abatido cruelmente por la puntera Luis Su¨¢rez y la bota de Messi.
El partido lo perdi¨® el Valencia; no lo gan¨® el Camp Nou, un estadio de mosaicos m¨¢s que de tambores, de c¨¢nticos y pancartas, siempre expectante, m¨¢s cr¨ªtico con el ¨¢rbitro que intimidador con el contrario, por m¨¢s que mediara la invocaci¨®n de Luis Enrique. El t¨¦cnico pidi¨® que temblara el campo y llevara en volandas a sus jugadores y al final hubo muchos aficionados que ni siquiera vieron los goles porque acostumbran a llegar tarde y a retirarse antes de hora para evitar atascos en Barcelona. As¨ª que el m¨¦rito de cuanto pas¨® para bien y para mal, de los tramos buenos y malos de costumbre, fue del Bar?a y de Luis Enrique.
El Barcelona, duro,? desafiante y competitivo, se parece m¨¢s que nunca a Luis Enrique
El Valencia tiene la ideolog¨ªa, y tambi¨¦n las costuras del mejor Barcelona, sobre todo por la valent¨ªa con la que afronta los partidos, la autoridad con que gobierna el juego, y m¨¢s si el escenario es de la talla del Camp Nou. El equipo de Nuno nunca mir¨® al marcador sino que se fij¨® en la pelota y en la porter¨ªa de Bravo. Y si el resultado se puso de parte del Bar?a a los 55 segundos fue porque Luis Su¨¢rez acab¨® la jugada que hab¨ªa iniciado Parejo: Piqu¨¦ se interpuso ante el centro del volante y arm¨® un contragolpe vertical, muy bien conducido por la velocidad de Messi y rematado por el 9.
No sab¨ªan jugar los azulgrana con ventaja, seguramente porque se han olvidado de descansar con el bal¨®n, pendientes de ser m¨¢s intensos que precisos, sometidos por la excelente presi¨®n del Valencia. El Bar?a solo gan¨® un duelo de los planteados: Messi le pudo a Orban en la acci¨®n del 1-0. No ten¨ªa m¨¢s futbolista el Bar?a que al 10, asistente al inicio, despu¨¦s aglutinador del juego, siempre bien puesto en la cancha, tanto cuando daba salida al cuero desde la cancha propia como en el momento en que enfrentaba a la zaga comandaba por Otamendi y Mustafi. El f¨²tbol y las oportunidades eran del Valencia. Bravo le par¨® un penalti a Parejo despu¨¦s que Piqu¨¦ tirara a Rodrigo a la salida de un fuera de banda, Paco Alc¨¢cer remat¨® a la base del palo y el portero le sac¨® dos balones de la bota al 9 de Nunes. Atrevido, arm¨®nico y bien armado, el Valencia fue el ¨²nico protagonista hasta el descanso, cuando la hinchada sali¨® disparada en busca de un buen trago para reponerse del susto, sorprendido por la vulnerabilidad del Bar?a, por la exuberancia del Valencia y por el arbitraje crispante de Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez, incapaz de atender tanta tralla y de entender a Messi.
Atrevido, arm¨®nico y bien armado, el Valencia fue el ¨²nico protagonista hasta el descanso
El 10 descifr¨® las pocas jugadas que dibuj¨® el Bar?a y marr¨® tambi¨¦n el 2-0 en un remate con la derecha ante Diego Alves. Los azulgrana solo sobrevivieron en las porter¨ªas, faltos de pausa y de control, desbordados por los dos costados, el de Alves y el de Adriano, confundido en la medular por la presencia de Busquets como interior y de Mascherano, igual que ya ocurri¨® en Mestalla. Apremiado por un calendario agotador y exigente, Luis Enrique cambi¨® a un futbolista por l¨ªnea y el Bar?a qued¨® a merced del Valencia. Mal organizado, perd¨ªa la pelota continuamente, no ten¨ªa sal¨ªa desde su cancha y conced¨ªa ocasiones continuamente.
El Valencia acentu¨® su determinaci¨®n con el cambio de un lateral defensivo por uno de ataque (Gay¨¤-Orban) mientras el Bar?a se corrigi¨® estructuralmente: dej¨® en la caseta a Adriano para que entrara Rakitic y Mathieu pas¨® al costado izquierdo de la defensa, como ya pas¨® en el Bernab¨¦u. Apareci¨® Xavi y el equipo se entreg¨® a posesiones muy largas, dispuesto a calmar la contienda y a domar al Valencia. Ocurre que no todos los futbolistas tienen la misma concepci¨®n del juego: unos aceleran, otros retienen, los hay que pasan y tambi¨¦n quienes regatean, los diez pendientes del decisivo Messi.
No ten¨ªa m¨¢s futbolista el Bar?a que a Messi, asistente al inicio y despu¨¦s aglutinador del juego
Mejor¨® la mec¨¢nica del Bar?a. Jugaban al menos centrocampistas en el centro del campo y se estabiliz¨® el juego para desdicha del Valencia, que desfalleci¨® poco a poco, reventado y desenga?ado, contrariado porque se le neg¨® el gol durante el meneo que ofici¨® en el primer tiempo mientras los azulgrana acabaron cantando dos en tres remates, el ¨²ltimo de Messi en un mano a mano con el portero despu¨¦s de lanzar una falta a la cruceta de Diego Alves. El 10 meti¨® el gol 400, el 46 de la temporada, y Luis Su¨¢rez, el 19?, 12 en los ¨²ltimos 12 partidos, algunos decisivos como los de Par¨ªs.
La efectividad azulgrana fue tan rotunda como la esterilidad del Valencia, un se?or equipo, 10 partidos invicto hasta ayer, m¨¢s consistente que el Bar?a, de nuevo ganador sin discusi¨®n: 2-0. Palabra de Luis Enrique. A ver qui¨¦n le lleva la contraria.
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