La gran noche de Chicharito
Un gol del mexicano tumba al Atl¨¦tico de Madrid (1-0) y clasifica a los blancos para las semifinales de la Liga de Campeones
Javier Hern¨¢ndez Chicharito, en su primera gran noche como titular en el Real Madrid, sac¨® el mazo. Segundos antes de que el ¨¢rbitro diera el pitido inicial, con el p¨²blico todav¨ªa extasiado por la musiquilla de la Liga de Campeones que precede a los grandes choques, el mexicano se arrodill¨® en el Bernab¨¦u con los brazos extendidos al cielo, como un monje en un templo, pero una vez iniciado el partido se faj¨® como un guerrero. El delantero lo intent¨® una y otra vez ante una de las mejores parejas de centrales que existe ¡ªlos atl¨¦ticos God¨ªn y Miranda¡ª y tanto empe?o puso que al final acab¨® cantando bingo en el minuto 88, a pase de Cristiano Ronaldo (1-0).
El de Jalisco, la tierra de los mariachis y el tequila, hab¨ªa avisado ocho minutos antes. Al borde del ¨¢rea recibi¨® un bal¨®n raso, aguant¨® la embestida del corpulento God¨ªn y rept¨® como un contorsionista a un metro del suelo. Cuando parec¨ªa que iba a morder el c¨¦sped, volvi¨® a ponerse en pie y encar¨® a Oblak. El esloveno, muy seguro durante todo el partido, no se venci¨®, aguant¨® el duelo al sol que le propuso Ch¨ªcharo y adivin¨® que el mexicano buscaba el palo largo. El bal¨®n acab¨® en c¨®rner. Era su sexto remate, el primero entre los tres palos. A esas alturas, con plomo en las piernas, mand¨® un mensaje contradictorio, como esos boxeadores, al borde del k.o, que no ven de tan hinchados que tienen los p¨¢rpados pero le ruegan a su manager que no arroje la toalla: estaba cansado pero nunca dispuesto a rendirse.
Los centrales del Atl¨¦tico se hab¨ªan librado de Benzema pero ten¨ªan enfrente a uno de esos tipos que no se rinde nunca
Chicharito, en la primera parte, fue el primero de los 22 sobre el campo en agitar el avispero. A centro de Carvajal desde la derecha, cuando los vecinos de Madrid todav¨ªa se estaban desperezando, empal¨® con la la resistencia de Miranda, siempre pendiente de los movimientos al espacio del mexicano. Remat¨® mordido y el bal¨®n sali¨® despedido a la grada. Fue la primera se?al de que los centrales del Atl¨¦tico se hab¨ªan librado de Benzema pero ten¨ªan enfrente a uno de esos tipos que no se rinde nunca. Un plomo para cualquiera.
M¨¦xico rememor¨®, por momentos, la gloriosa ¨¦poca de Hugo S¨¢nchez en el Real Madrid. Esos d¨ªas en los que la mayor¨ªa de los mexicanos profes¨® la religi¨®n merengue. Toda una generaci¨®n que todav¨ªa camina por la calle con la camiseta blanca que lleva la publicidad de Otaysa o Teka. "?Hala Madrid!", calentaba el ambiente, antes del comienzo, el empresario Ra¨²l Montiel, quien tuvo un d¨¦j¨¤ vu con sabor a su infancia al ver a un mexicano como punto y final del club de Chamart¨ªn.
"Lo mocho (creyente fervoroso) le hace a Chicharito tener fe y pelear todas las jugadas", opinaba el encargado de bar Valent¨ªn Flores. Ser¨ªa una exageraci¨®n decir que las calles de la eternamente colapsada ciudad de M¨¦xico se vaciaron durante el partido pero a fe que las cantinas se llenaron y el mezcal se volvi¨® un buen aliado de los empleados que, aprovechando la hora mexicana (13:45), ten¨ªan una excusa para ausentarse de la oficina.
El diario deportivo R¨¦cord ensalz¨® a su compatriota: "?Ch¨ªcharo toca el cielo!". La publicaci¨®n, en una segunda pieza, pregunt¨® a sus lectores que si esta era la noche m¨¢s gloriosa del futbolista. "No. Lo m¨¢s importante de su carrera habr¨¢ sido la semifinal contra el Chelsea, en la que anot¨® a Cech, o en el mundial del 2014", opinaba un lector. El generalista Reforma, en su l¨ªnea, opt¨® por un titular informativo ( Pone Chicharito a Real Madrid en semifinal).
El ¨²ltimo mexicano titular en unos cuartos de final de la Copa de Europa como jugador del Real Madrid fue precisamente Hugo S¨¢nchez, en 1991. El escenario fue el mismo, el Santiago Bernab¨¦u. El resultado, muy distinto. Los blancos cayeron 1-3 ante el Spartak de Mosc¨². Esta vez el cuento no tuvo nada que ver. Porque el h¨¦roe de esta noche, despu¨¦s de haber pasado a la sombra buena parte de la temporada, fue ese muchacho que lleg¨® al vestuario con mucho tiento, t¨ªmido, como dando las gracias por vestir una camiseta con tanta historia, pero ha sido quien a la postre ha acabado d¨¢ndole el billete a semifinales al equipo del presidente Florentino P¨¦rez.
El guisante choc¨® con God¨ªn, code¨® con Miranda, se estamp¨® con G¨¢mez, faj¨® con Gim¨¦nez el poco rato que jug¨®. El delantero acud¨ªa como un poseso a cada bal¨®n que centraban al ¨¢rea. En ocasiones se tapon¨® con Cristiano, los dos buscando el mismo remate. Otras se encontraron, como en la jugada del gol. James le tir¨® la pared a Cristiano, que se intern¨® en el ¨¢rea. Ch¨ªcharo aguant¨® en el punto de penalti. Un delantero d¨ªscolo hubiera acabado haciendo una diagonal hacia la porter¨ªa, pero el mexicano, intuitivo como pocos, aguant¨® uno, dos, tres segundos, hasta que recibi¨® el pase del portugu¨¦s y remat¨® de primeras. Vencido Oblak, remando con la desesperaci¨®n de un n¨¢ufrago Juanfran, el bal¨®n por fin entr¨® entre los tres palos.
Esta era la noche de Ch¨ªcharo.
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